Mi Pedazo De Cielo

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—Te amo tanto, creo que nunca volveré a amar así, jamás—digo  soltando un gran suspiro.

—Te conocí un día lluvioso, un día feo. Pero ese día fue en donde empezó todo, donde te encontré, donde encontré mi salvación—digo mientras siento un dolor mortal en mi pecho, el dolor de extrañarte.
Rápidamente mi mente recuerda aquel día.

Llovía pero a mi no me importaba, quería sentirme viva, quería sentir por lo menos la lluvia. Estaba en el parqué sentada en el césped,en mi lugar favorito. Las gotas de lluvia se mezclaban con mis lágrimas. Estaba tan mal, no veía salida al abismo donde me encontraba. Mi mejor amiga había muerto , en mi casa no me querían. Tenía un mundo de problemas cargando sobre mis hombros. Había perdido a mi bff mejor dicho a mi hermana, ella estuvo para mi en las buenas y en las malas. Siempre me cuido y me regalaba una sonrisa llena de cariño. Ahora no sabía quien iba hacerlo por ella. Estaba sola en medio del un parque, llovía, tenía poco abrigo. Pero no me importaba, nadie estaba allí para darme un abrazo, la única persona que podía dármelo y calmarme estaba en un mejor lugar. Cuando está mañana me entere que ella falleció. Fue como un baldazo de agua fría, como si me hubieran quitado el corazón. Ella lo era todo para mi, crecimos juntas, amigas desde chiquitas. Ella sabía todo de mi, sabía que mis padres no me querían, ella era la luz que alumbraba mi sendero, era la hermana mayor que nunca tuve y tendré. Después de haberme enterado lo primero que hice fue mostré fuerte ante todos. Luego después del instituto me fui al parque, a mi lugar especial. Cuando finalmente ya estaba allí solo me senté en el césped.  Y me rompi en un llanto desperado, desgarrador, grite, grite todo lo que podía. Necesitaba aliviar el dolor que sentía. Luego comenzaron a caer pequeñas gotas de lluvia pero las ignore. Que injusta es esta p*** vida, por que me hizo esto, ya bastante tenía con mis problemas. Saque una botella de whisky, una navaja y muchas pastillas. Si, iba a suicidarme. Ella me haría mucha falta y no tenía nada por que luchar. Mi familia ni le importaba y la única persona que me quería, estaba muerta. Así que lo único q quería era verla y estar con ella.

Entonces escuche detrás de mi alguien que tosía .gire mi cabeza y allí lo vi .Vi esos hermoso ojos profundo mar y hermoso cielo. Me mirastes y me regalaste una hermosa sonrisa. Me pare y tú solo me abrazaeste, al principio no reaccione pero luego te lo correspondi. Te seprastes y me dijiste:

—No se por que lloras, si. Pero te aseguro que no te voy a soltar, no dejaré de abrazarte como lo estoy haciendo, si. Por que si yo me encontrara en tu situación, quisiera que alguien me abrazara—dijo mirándome y regalándome una sonría como los dioses.

—¿Co-como t-te lla-llamas?—pregunte aún llorando

—¿Evan y tú?—pregunto abrazándome aún más fuerte.

—La-Lara—digo temblando de frío.

—toma, debes estar muriéndose de frío. —me dijo dándome su chaqueta.

—Gra-gracias—susurre mirando su rostro empapado.

—De nada, por que lloras—pregunto acariciando mi cabellos empapado.

—Mi me-mejor ami-amiga mu-murió—dije rompiendome en un llanto de dolor.

—Shh, shh tranquila estoy aquí—susurro en mi oído.

Salgo del recuerdo que acababa de recordar. Y miro la lápida una vez más, por que la vida es tan injusta. Por que tenía que tener leucemia, por que, por que una persona como el tenía que sufrir. Siempre estaba con una sonrisa de oreja a oreja, siempre tan positivo.  Sabía que lo iba a perder, sabía que no podía evitar que muriera . Créeme que si hubiera podido evitarlo lo haría. Por que lo valia y vale todo, vale la vida. Pero la cruda realidad, la injusta vida lo arrebato de mis brazos, tan injustamente. El no se merecía eso, el no merecía morir. Y yo no merecía que me lo arrebataran a la persona que hizo de mi mundo un lugar mejor. Me dio el cielo y la estrellas,me dio tantos momentos felices. Lo amo tanto aún lo amo, ya an pasado 5 meses desde que el dejo este mundo. Pero yo lo siento aún aquí, lo veo siempre en mi mente, en mis sueños. Como quisiera que su muerte fuera un sueño. Aún recuerdo como esa noche, en la cual me propuso matrimonio.
Mi mente comienza a recordar.

—Amor estas lista, ven ya—escuche que me llamaba Evan.

—Si, ya bajo —digo terminando de arreglarme, bajando las escaleras.

Y allí está el, vestido con un hermoso traje negro que se le veía muy sexy. Tenía en su rostro esa intacta sonrisa de siempre y estos hermoso ojos celestes. Yo llevaba un vestido blanco dos dedos arriba de la rodilla de alta costura. Llevaba ese venido por que el así lo quería, tenía unos tacones dorados haciendo juego con mis aretes. Mi pelo caía en mis hombros en ondas, llevaba un maquillaje sutil.

—¿Bien, a donde vamos? —pregunte con bastante curiosa.

—No te diré, es sorpresa—me dijo robándole un beso.

Luego de veinte minutos llegamos a un restaurante muy elegante. El jardín por lo que se veía tenía una linda fuente, un sendero iluminados por pequeñas luces, además de tener muchas flores tenía rosas blancas, mis favoritas.

Estación el auto, me abrió la puerta, como siempre todo un caballero. Luego me dio una rosa blanca, tomo mi mano y nos dirigimos al restaurante. Luego de la velada el propuso ir a ver el jardín. Mientras caminábamos note a Evan nervioso así que solo le pregunté:

—¿Estas bien? —pregunte mirando la hermosa fuente

—Si, si claro —respondió buscando algo en su traje.

Nos sentamos en un banco frente a la fuente. Entones el agarró mi mano y hablo.

—Sabes, te amo mucho. El día que te conocí en aquel parque y te vi tan indefensa, tan débil. Me prometí a mi mismo protegerte, solo imagina que hubiera pasado si no hubiera estado caminando por allí—dijo acariciando mi mejilla y yo lo mire para que prosiguiera .

—No te hubiera conocido, no me hubiera enamorado de esa hermosa manera de ser que tienes. Me atrapó tu sonrisa me cultivo tu mirada. Tu eres mi mundo, se que no amare nunca jamás a nadie así como te amo a ti. Lara me tienes locamente enamorado. —dijo parándose para arrodillarse frente a mi.

—Te quiero a mi lado siempre, te quiero cuidar, proteger y amar. Quiero a amanecer mirando tu hermoso rostro siempre. Te quiero para mi, por que tu eres mi cielo estrellado, tu eres mi mundo. ¿Lara te casas conmigo? —propuso dándole un hermoso anillo. Y llore, pero era un llanto de alegría de emoción. Lo amo tanto me tiene locamente enamorada.

—Si, claro que si amor —digo lanzandome a sus brazos.

—te amo tanto, por ti doy hasta  mi vida —digo para luego sellar las palabras con un beso, un beso que lo decía todo.

Luego fuimos a mi casa y nos entregamos el uno al otro con lujuria, con pasión, con deseo, con amor. A la mañana abro mis ojos y allí estába el, pero sentía su cuerpo frío, sus labios estaban sin color. Lo moví para despertarlo pero no reaccionaba, desesperada tome tu pulso y  simplemente no tenia.  Lo mire mínimo como diez veces no podía creer que había muerto, el no podía haber muerto pero así fue. Murió en mis brazos.

—Te extraño amor, la casa ya no es igual si tu no estas aquí. Quieras que estés aquí solo para volver a escuchar tu vos, sentir tus brazos, besar tus labios. Evan estoy desesperada—digo con lágrimas en mis ojos, mirando la lápida.

—Amor yo se que no te gustaría verme así, pero no puedo más te he perdido m****. Sabía que tu morirás, pero no pensé que sería tan pronto, no estaba preparada sabes—digo arrodillandome frente a la lápida.

—Como quisiera que estés aquí, como quisiera habernos casado, como quisiera volver el tiempo a tras o simplemente darte más años. —digo llorando, llorando en un llanto de dolor inmenso como el amor que le tengo. 

Dejo una rosa blanca allí y me pongo de pie para irme a casa. El día esta nublado, de a ratos llueve. Así esta mi vida sin el, el era mi sol era mi mundo. Acarició el anillo de compromiso que me dio y lo apretó más a mi.  Me quedo con los momentos hermosos que me dio a su lado, me quedo con sus sonrisas y caricias.  Porque si me aferro a lo que paso, moriré,moriré de una inmensa tristeza. Me han quitado lo más preciado el, me han quitado a mi pedazo de cielo. Paso por el parque y inconscientemente me dirijo a mi lugar especial. Me siento en el césped y miro al cielo, sonrió, sonrió por que desde arriba el me esta cuidando al igual que mi amiga. Pero mi sonrisa no dura mucho y me pongo a llorar, las gotas de lluvia me acompañan. Pero esta vez es aún más grande mi dolor por que se que el no aparecerá, como aquella noche a abrazarme.

~Emma

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