IX

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-Jajaja Jajajaja Stanford... Stanford en verdad crees que tu hermano estará a salvo, ¡aun estas encerrado aqui! Jajajajajaja ¿que harás?, Stanford sabes que volveré y cuando lo haga, seguiras aqui y no podras detenerme.

De nuevo, aquel sueño con Bill le hizo despertar, sabia que esos no eran simples supersticiónes o productos de su imaginación al estar apartado de su hermano, el mismo Bill se estaba haciendo presente en sueños, y volveria, sabe que lo hará y eso teme. Teme que Bill vuelva y el no pueda hacer nada al estar encerrado, debia salir de inmediato a cualquier costo.
No importaba cómo, solo necesitaba algunos artefactos de la prisión solo debia hacer que los reclusos le ayudasen a conseguirlos para poder escapar, y sabia con quien debia hablar para que todos le ayudaran en eso.

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-¡Wuju! Traigan unas papas y coloquenles salsa Al parecer el mismo Stan Pines viene a mi Jaja sabia que vendrias arrastrándote Stanford.

-Primero no como sabes mi nombre, segundo solo se que estos reclusos te juran lealtad y tercero necesito tu ayuda niño

-Oh vaya vaya vaya, ¿en verdad crees que te ayudare? ¡Después de que me metieras aqui junto a tu sobrinos!

-Ya te lo dije no te conozco, supongo que hablas de mi hermano

-¿Hermano? No intentes engañarme de nuevo Stanford

-Mira niño, yo no se que sucedio entre mi hermano y tu pero quiero que me ayudes a salir de aqui, necesito salvarlo.

-¿Y por que crees que yo te ayudaria?

-Niño estas agotando mi paciencia -Pronuncio con un tono fuerte golpeando la palma de su mano sobre la mesa con fuerza, el albino saltó de su lugar, miro la mano del contrario, se sorprendio bastante al encontrar en esta seis dedos, retrocedio asombrado.

-T-tu, eres... ¡Eres el autor de los diarios!

-¿Haz leido mis diarios?

-¡Si! Encontré tu diario en el bosque, me ayudo a encontrar mi amuleto, y tambien me ayudo a buscar la manera de vengarme de tu familia

-Espera, ¿usas mis diarios en contra de mi familia?

-Eso ya es pasado, ahora que conozco al autor, haré todo por ti, tu eres un genio. Por favor permiteme ser tu aprendiz te ayudare en lo que sea que quieras yo lo haré.

-Bien bien niño relajate un poco, la verdad no estoy buscando un aprendiz en estos momentos y no creo que necesite uno, lo único que quiero es salir de aqui para asegurarme de que Stanley esté bien... No me perdonaria si algo le pasará.

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-¡Señor Pines! ¿No me recuerda? Soy yo Soos, usted es dueño de la cabaña del misterio... Y es mi jefe ¡debe de recordarme!

-¿Que? No lo lamento... ¿Chico? No estoy muy seguro la verdad pareces una ardilla gigante sin pelo, y ¿que es eso? La cabaña del misterio que clase de nombre es ese

-Señor Pines por favor... Debe creerme

-Oh lo siento pero la hora de visitas ya a terminado, debo pedirle que se retire.

-Vendre mañana señor Pines, que descanse.

-Si claro por supuesto, tal vez te espere

Soos se retiró de aquel hospital, aun no sabia como poder recuperar la memoria de su jefe de trabajo al cual consideraba un padre y de alguna manera un ejemplo a seguir, tenia que saber la forma, encontrar la respuesta a esa pregunta, y lograr que todo vuelva a la normalidad.

-¡Descuide señor Pines! Ya vera que puedo soluciónarlo solo tenga un poco de paciencia.

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-Bien Stanford al parecer ya esta listo nuestro plan para poder salir de aqui.

-Gracias niño te debo una

-Llamame Gideon... Gideon Gleeful y no hay de qué, todo por el autor de los diarios y por Mabel.

Todo estaba listo, solo debían esperar a que la noche cayera para ejecutar su plan, podría salir y asegurarse de que su hermano este sano y salvo, si no fuera asi nunca jamas en su vida podria perdonárselo, ya que el habia hecho que su hermano corriera peligro.

Everything Stays...Right?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora