Uno

81 6 3
                                    


Querido lunes cualquiera,

¿Quieres jugar a vivir, lunes? Estoy escondida en una vida.

Mientras las calles cambian de color, yo crezco, y el dolor en mi corazón, también. Mientras el cielo muestra un hermoso atardecer, yo lloro en mi habitación, buscando esconderme de los demás. Mientras todos te odian, yo no.

Yo te amo, lunes. Déjame estar a tu lado.

Esto es muy sencillo: la vida es un cliché con unas cosas cambiadas. Todo se repite. La gente hace de su vida una oportunidad, y tiene sueños. Yo, en cambio, voy cavando mi tumba en El País de las Maravillas.

Claro que no me entenderás, lo sé. Mis pensamientos son míos. Muy pocas veces pienso siquiera en contarlos. Pero, tú, lunes, eres alguien especial. Confío en ti, lunes. Lo hago desde el fondo de mi corazón. Sé quién eres. Sé qué eres. Y si tú no sabes quién soy yo, qué soy yo, déjame contarte todo con lujo de detalles. Al final, terminarás conociéndome más que yo. Y mi vida se resume en tres palabras:

Me hacen sufrir.

O, con otras palabras más actuales, me hacen bullying. Y como a ti, querido lunes, todos te odian, me siento más que identificada contigo. Eres como yo. Yo soy como tú. No hay nada más que decir.

Ante la desesperación de mi mente rota, te contaré mi vida. Necesito desahogarme. Necesito encontrar alguien que sepa escucharme, alguien como yo. Porque siempre detrás de una sonrisa, hay dos mil lágrimas ocultas. Pero tranquilo, la cifra no es exacta. En mi caso, no son dos mil: creo incluso, que son dos mil doscientas.

Y detrás de cada lágrima, hay siempre un porqué. Y esas cosas son las que te contaré, lunes. Los jodidos porqués de mi vida.

Antes, cuando era una niña pequeña que jugaba a ser un niño, no tenía problema en socializar. En el parque, si veía a alguien de mi edad, me acercaba hasta esa persona sin temor alguno y le pedía que jugásemos a lo que sea. Pero la sociedad me cambió. Me cambió de una forma horrible, haciendo que, ahora, no deje a mis uñas en paz, arrancándolas cuando estoy demasiado nerviosa, o mordiéndolas por el mismo motivo. Mi mente ya no es la misma, lunes. Cambié totalmente, y debo acostumbrarme a mi nuevo yo.

Pero, no me acostumbraré sola. Ahí estarás tú, leyendo historias parecidas a la mía en mi oído, con suaves palabras. Ahí estarás tú, contándome lo difícil que es ser un lunes, lo que se siente ser pisoteado por la humanidad durante veinticuatro horas, y tener que esperar a la siguiente semana para volver a despertar. Ahí estarás tú, siendo un buen amigo.

Porque somos amigos, ¿verdad?

Oh, querido lunes cualquiera. Déjame quererte. Déjame ser tu amiga. Déjame vivir muchos lunes a tu lado.

Oh, lunes, tú serás tú, y yo seré yo. Yo no seré dulce, seré yo. Yo misma. No me ocultaré tras mi falsa sonrisa y mi timidez. No. Seré pesimista, dejaré volar mi imaginación a tu lado, te contaré las mierdas que me ha hecho la humanidad, y tú me contarás lo que te ha hecho a ti. No seré una muñequita de porcelana en el estante de la vida, a punto de derrumbarse. No. Dejaré que mis últimos años, mis últimos suspiros, se encuentren con tus pensamientos, y dejemos escapar nuestra mente a lugares que no se han conocido.

Oh, querido lunes, ¿me acompañarás, verdad?

Si lo harás, adelante. Quiero me acompañes en este tren, y que te sientes en el asiento vacío que hay al lado de mí. Te daré unos chuches, y hablaremos por horas de lo que esta vida nos ha dado, y de lo que nos ha privado.

Si lo harás, déjame decirte desde ya una cosa: no será fácil. Eres un día, y yo una persona. Hay miles de ti perdidos en el tiempo. Si miramos al pasado, siempre habrá lunes. Y encontrarte conmigo será un problema de los gordos. Pero si de verdad quieres intentarlo, te dejaré hacerlo. Confío en ti, lunes. Confío en ti.

Y te envidio. Lo siento, perdona, pero lo hago. Porque tú naces todas las semanas. Perduras en el tiempo. Tú vuelves a ver el mundo inocentemente. Con ojos bonitos, brillantes, miras a tu alrededor como su fuese una maravilla verlo. Y yo, sólo lo vi por unos años. Luego, crecí.

Yo viviré un determinado tiempo, lunes. Tú lo harás por la eternidad, muriendo y naciendo todas las semanas. Tú verás al mundo crecer. Yo veo al mundo morir. Porque, si yo muero, el mundo en el que vivo, también lo hará. No lo volveré a ver.

Bien, ya me estoy liando de nuevo. Perdona. No soy nada ordenada en estas cosas.

Oh, lunes, te contaré que pasa por mi vida. Ya me dirás tú lo que piensas. A través de cartas, diarios, a través de diez minutos, todos los días. No te perderás nada de mi vida, amigo.

Por cierto, ¿por qué te odian? Eres tan frágil, tan simple... Eres lo más odiado en este mundo. Te acompaño en tus desgracias, amigo. Lo hice, lo hago y lo haré. Siempre. Hasta que la lámpara que hace de corazón en mí, se quede sin ganas de seguir dando luz a un mundo que se va oscureciendo sin parar.

Ayer fue el último día de la primera semana de clases. Y me han hecho sufrir de la misma forma que en los años anteriores, lunes. Nada cambió en esos tres meses de salvación, o de vacaciones, como los llaman. Absolutamente nada.

Bueno, sí que pasó algo. Conocí a alguien. Una amiga nueva. Ella dice conocerte. Ella me observó toda su vida, continuamente, esperando encontrar un buen momento para hablarme. No es que sea tímida, no lo es. Para nada. Ella soy yo. Soy tu yo, déjame contarte algo, dijo. Y susurró cosas en mi oído.

—Hay un mundo que te gustará mucho más que este. En realidad, naciste en un mundo equivocado —susurró alguien en mi oído. Me giré, pero no había nadie—. Sé que conoces a lunes. Es mi amiga, ciertamente. Me ha pedido que te hable.

Me quedé helada, con temor. Miré hacia ambos lados, pero no había nadie. ¿Me estaré volviendo loca? Pensé. El aliento de alguien en mi nuca volvió a hacerse presente. Respondí, aterrada y en voz baja, puesto que estaba caminando hacia mi casa, y mucha gente me estaba viendo.

—¿Quién eres?

—Me llamo suicidio, es un placer.

[...]

¡Buenas! Por fin he comenzado esta historia T.T

Bien, algunas de las cosas que diré aquí, serán sucesos de mi vida diaria. Pero no, OJO, no actualizaré cada día. Eso es de locos xD

Bien, espero que os haya gustado el primer capítulo. No todos serán así. Prácticamente, trataré de que algunos sean cartas y otros, narraciones.

Estoy emocionada <33

Espero os guste, y si es así, votad, comentad, agregad a favoritos y seguidme. ¡Un beso!

Se despide,

                         Pik4M

Querido lunes cualquieraWhere stories live. Discover now