FRIENDS - CAMREN

CAPÍTULO 15

LAUREN POV:

Había pasado una semana desde el gran anuncio del matrimonio entre Camila y Arturito. Yo estoy atravesando una gran depresión, de alguna manera me alejé de ella. Aunque vivamos en el mismo departamento, hay varias oportunidades en las que no le he respondido o que trato de no estar si ella se quedará todo el día. A veces solo vengo para dormir y sé que ella me ha notado más rara de lo normal pero es que no puedo verla porque me hace más daño. Es como si cuando tengo mi mirada en la suya a centímetros, pudiese ver como se aleja a kilómetros de mí una eternidad.

Estoy acostada en mi cama, son las 5 de la mañana. La verdad es que no puedo dormir por otra de esas tontas pesadillas; por otro lado, toda esta semana ella se la ha pasado recibiendo llamadas donde la felicitan por su compromiso. Arturito me ha mandado mensajes para ir por unos tragos pero siempre lo ignoro o respondo diciendo estoy ocupada.

Escucho el ruido de la puerta al abrirse, volteo a mirar a qué se debe y ella está parada con el cabello revuelto. Lleva una camiseta hasta las caderas y bragas, se soba los ojos con el torso de su mano y se va acercando hasta mi cama.

-Tuve una pesadilla...-su voz es tan suave y ronca por las mañanas.

-Ya somos dos-digo a secas y ella me mira extrañada.

-Te he notado algo distanciada esta semana, ¿está todo bien?-me dice sentándose en la cama y le doy la espalda.

-Sí, mejor que nunca. Solo he tenido mucho trabajo-cierro los ojos y recuesto mi rostro sobre la almohada. Siento su movimiento en la cama, sé que se ha echado y que está rodeando mi cintura con su brazo, coloca una de sus piernas entre las mías y su respiración está ahora en colisión con mi cuello. Cierro los ojos con fuerza para mantenerme perseverante en la idea de no girar. Para no perder la cordura y besarla, tocarla... Para hacerla mía, porque probablemente me golpearía y se molestaría lo que me resta de vida, no la culparía por ello.

-Necesito ayuda con las invitaciones, es tu deber acompañarme... ¿Recuerdas?-su voz sonó como un susurro en mi oído.

-Lo recuerdo, te acompañaré.

-Eres la mejor-siento cómo se pega a mí y su brazo hace más fuerza, sus piernas se mueven entre las mías y su nariz hace ese ligero roce que me está provocando miles de emociones.

-Para qué están las mejores amigas...-digo con bastante esfuerzo.

Nos quedamos en silencio y luego de varios minutos, sé que se ha quedado dormida debido a su respiración pesada. Suspiro y giro para verla de frente, su brazo sigue en mi cintura y sus piernas con las mías. Mirarla dormir es lo mejor que puede pasarte en la vida, ella es perfecta. Sus facciones me llaman la atención por completo, mirarla así tan cerca de mí pero no poder tocarla.

Su brazo descubierto y mi mano no pudiendo resistir la tentación, pasando ligeramente por encima de este como si se tratase de una caricia. Ella se mueve un poco pero no se ha despertado solo se acomoda mejor sobre la almohada. Suspiro, eso estuvo cerca. Probablemente nos levantemos en un par de horas para empezar a alistarnos e ir a buscar las famosas invitaciones. No es que no quiera acompañarla, pero es que duele. Duele saber estoy ayudando a que se case con Arturito, sé que me voy a arrepentir de esto por el resto de mi vida y el problema es que no puedo hacer nada para evitarlo. Si le dijera cómo me siento y todo lo que he estado pasando, ella se molestará y se alejará de mí. Arturito no volverá a hablarme y con mucha razón, mis amigas estarían disgustadas por hacerle pasar esto a Camila. Ella, ella no se merece pasar por nada de esto.

-Mmm... Me gustas...-abro los ojos como platos y el sueño se ha ido. Ella acaba de decir esas dos palabras y mi corazón no deja de ir a gran velocidad. Está con los ojos cerrados y ahora balbucea palabra que no logro entender pero me da a entender que sigue dormida. Ella debe estar soñando con él o no tengo la menor idea pero sí, lo primero es lo más seguro- Tócame...