Háblame

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—Kibum abre la Puerta, si me dejas afuera sólo perderemos el tiempo.

Minho golpea la puerta repetidamente con su puño mientras espera una respuesta que pudiera borrar el silencio que inundaba el departamento entero.

—Hemos estado perdiendo el tiempo desde hace dos años –replica el otro desde el interior de la habitación, y el debe contenerse para no gruñir por la frustración—. ¿No lo crees así?

El mayor se remueve en la cama dándole la espalda al lugar donde Minho duerme, como si estuviera a su lado mientras el menor, cansado ya de tocar la madera, se sienta en el suelo con la espalda apoyada en la puerta.

—Yo no pienso eso... —Minho apoya la parte posterior de su cabeza en la puerta, haciendo un pequeño sonido que se pierde en el espacio—. Hablemos por favor.

—Estamos hablando, Minho, porque parece que ahora sí puedes hacerlo.  No entiendo como hay veces en las que hablas y me fastidias tanto, ¡ah! pero cuando el señorito tiene que hablar, no habla ¿verdad?

Maldita Cena.

—Por favor, si no dije nada fue por la Sorpresa —Se excusa el pelirrojo.

—¿Sorpresa? ¿Jonghyun te tomó por sorpresa? —el otro da una risa amarga—. Por favor, Minho, sorpresa era que te preguntara cual es tu posición favorita al follar. Aquella era una pregunta fácil, pero tú no podrías responderla ni aunque tu vida dependiera de ello.

Maldito Jonghyun.

—No me gusta hablar de mis cosas privadas en público.

—¡ES TU JODIDO MEDIO HERMANO! SE CUENTAN TODO, ¡TU MISMO LO DIJISTE!

—No hablo con él acerca de ti...de lo nuestro.

—¡¿O sea que él no sabía de nosotros?! Bravísimo, Min, ¡lo has arreglado todo! —el sarcasmo serpenteó fuera de la boca de Kibum, y mordió el tobillo de Minho.

—No es eso a lo que me refería. Por supuesto que hablo de ti, pero...

—¿Y entonces qué es?

Maldita Pregunta.

Ambos habían ido a cenar, con Jonghyun, el medio hermano de Minho y el novio de este, Taemin, toda la cena se había desarrollado bien, hasta que el estúpido de Jonghyun hizo la pregunta.

"Ya llevan seis años saliendo... ¿No piensan casarse?"

"Bueno la verdad no hemos pensado en eso" respondió Kibum por él.

"Por favor, si se aman mucho" dijo Taemin.

Todos habían estado esperando la respuesta de Minho, pero este estaba paralizado, shockeado, sin palabras y lo próximo que supo, fue que Kibum se estaba yendo, tuvo que correr a seguirle, y encima pagar un taxi porque el pelinegro se había llevado el auto, había hecho esa típica escena de "Siga a ese Taxi" como en las películas, aunque no había resultado tan emocionante y no había música de fondo.

Tan pronto como llegaron al apartamento que compartían, el mayor se había encerrado en la habitación dejando al más alto por fuera.

Claro que lo amaba, y quería casarse con él y tener hijos, mejor dicho adoptar hijos, pero no esperaba que le preguntasen eso. Él no andaba por la vida pensando en cosas así, él era mas de esos que vivían el momento, y no de los que planeaban el futuro.

—Kibum... —nombra en un murmullo, lo suficientemente audible para que el mayor lo escuchara.

—¿Qué? —responde el otro de mala gana.

—Te amo, y quiero pasar toda mi vida a tu lado, y tener 5 gatos y 3 perros y dos hijos, una niña a la que llamaremos Jimin y un niño llamado MinBum.

El otro no responde.

—Me quiero casar contigo, si fuera por mi ahora mismo, pero estás a punto de finalizar tu carrera y yo la mía, y me gustaría que estuviéramos estabilizados para los pasos grandes, como comprar una casa, y todo eso.

Otra vez silencio.

—Bummie, te amo mucho, me encantaste desde la primera vez que te vi... No creas que no te amo, te amo más que al fútbol, por favor, di algo.

—¡¿Dijiste algo?! ¡No puedo oírte porque estoy escuchando música!

Minho suspira, eliminando todo el aire que ha contenido y se pregunta como es que esta enamorado de alguien tan difícil como Kibum. Saca su celular de su bolsillo y abre el Kakao dispuesto a hacerse entender.

The Reason ➳ MinKeyWhere stories live. Discover now