Rubí

Estoy tan borracho, que mi visión se hace borrosa.

De una manera, logré llegar a la pista con mi nueva bebida. Veía todo en cámara lenta; gente bailando y brincando con bebida en mano, mientras la música rentumbaba en el lugar al ritmo de mi pálpito, cuando de momento... BOOM. Ahí estaba, y dejé de sentir.

Ni lo pienses, Ethan. No puedes.

Mis pensamientos gritan, pero es como si no los oyera. Me dirijo a donde se encuentra bailando. Su movimiento es libre, como si fuera solo ella en la pista de baile. Y para mí... era solo ella en la pista de baile. 

Una sonrisa juguetona resaltaba en sus labios color rubí. Su cabello castaño caía hondulado hasta los hombros. Ahí estaba yo, justo detrás de ella, sonriendo mientras miraba como bailaba al ritmo de la música. Se dió la vuelta y sus ojos azules como el mar quedaron clavados en los mios; me quede sin aliento. Bailo a varios centimetros de ella, acercandome poco a poco. Al fín nuestros cuerpos chocan. La tomo por su cintura, mientras ella coloca sus manos en mi pecho. Todo es perfecto, como si estuviesemos sincronizados.

¿Que demonios estás haciendo, Ethan?

Ahogo mis pensamientos de un trago. Siento su aliento detras de mi oreja, como si estuviese a punto de decir algo, pero simplemente se aleja, dejandome allí bailando solo. Siento que la pierdo mientras se aleja entre la gente. Salí tras ella, y la encontré fumando un cigarrillo. 

"¿Ahora qué? Me persigues, coqueteas conmigo y tomamos juntos toda la noche, hasta que logres emborracharme, y hacer lo que tanto deseas." dijo en un tono seco sin mirarme, mientras inhalaba su cigarrillo.

"Ya veo, ¿eres el tipo de mujer que iluciona y luego deja a los hombres como tontos mandandolos a la mierda?", Me río de mi propia linea de ataque. Estoy tan borracho, que no le encuentro sentído a lo que digo. Me le acerco y continúo, "Eso te hace más irresistible, sabes..." La miro de arriba a bajo. Es demaciado para mí. Esos labios color rubí hacen que pierda la concentración.

Sus ojos azules cercanos a la perfección se conectan con los míos. "Siento no poder ayudarte con eso", dijo en un tono malintencionado, mientras botaba el cigarrillo y se alejaba.

La miro mientras se aleja, escuchando el sonido de sus tacones que se hacía más débil en la distancia.

clack, clack, clack...

Se ha ido, pero se que la volveré a ver. Estoy seguro que la volveré a ver.