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Llevo siete meses siendo novia de Guillermo, el casi se ha mudado a mi casa. Tiene algunos trajes en mi casa, le he creado cuatro a su justo. A veces me pregunto porque no soy yo la que va para su casa, he ido a su casa solo una vez. No la he visto bien, el guardaespaldas que me puso se llama Ted es una persona muy agradable. Guillermo es una persona que le encanta el control, en estos tres meses he tenido más de 5 guardaespaldas por ser mal su trabajo, dios! Pero lo sigo amando y el a mí.
Soy la coordinadora, para no decir presidenta de VOGUE. Es desesperante estas cosas, ayer casi no sale la revista, tuve que despedir a Dani por ello pero a pesar de ello me ha ido bien
Voy saliendo a donde esta Ted con Guillermo, hoy es nuestro aniversario. Es emocionante como pasa el tiempo.
-Hola-dice alcanzando mis labios- Feliz Aniversario!
-Igual para ti-dijo.
-Te tengo una sorpresa linda, ven-dice.
-sabes que no me gustan las sorpresas-dije poniendo los ojos en blancos.
-Caroline que hare contigo?-dijo, y yo eche una risita sonrojada.
Nuestro viaje en auto fue corto, llegamos a un edificio que no sabía que existía. Como todo niño curioso me pegue a la ventana, era de noche y no veía nada.
Guillermo me ayudo a bajar, yo le metí una cajita pequeña en su pantalón. El quiso sacarla caja, pero lo detuve.
-No lo hagas ahorita, ese es mi regalo de aniversario-dije.
-si tú quieres-dice- ven tenemos que subir el elevador.
Al irnos en el elevador, tecleo algo en el que jamás entendí que. Lo mire con cara “de a dónde vamos”
-Vas a conocer mi verdadera casa, hay te tengo un regalo, cena y postre-dijo en susurro.
Oh!
Mi sueño hecho realidad, y de verdad quiero que el postre sea él.
Al llegar, el elevador se abrió en una gran casa muy hermosa, era de granizo. Paredes blancas con muchos cuadros en ella.
-ven vamos a la mesa principal, la comida nos espera-dijo- has comido hoy, caroline?
