CAPÍTULO 23 (1/3)

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Especial MichellexFacundo.

MICHELLE

Ya era de noche y todos nos encontrabamos enfrente de las gigantescas puertas de la casa de Zach, estamos aquí porque según Naty su primo quiere hablar con cada uno de nosotros, toqué el timbre resonando su penetrante sonido- ya voy- fue lo que se escuchó del otro lado. De par en par se abrieron dejando ver a aquél rubio italiano.

-o preciosa- vino corriendo hacia mí dándome un gran abrazo, voltee a ver a mí hermano pero éste no hizo nada- ¿tanto me extrañaste?.

-no te ilusiones amigo- lo aparte de mí- venimos a ver a Zach.

-hm, entren.

Nos quedamos quietos por un gran momento mirando a Natalia para que hiciera algo, ésta no se movía. Ya me harté de la espera, entre a la casa dirigiéndome a la sala, las miradas de todos estaban a mis espaldas, pero por un momento se escuchó un ruido fuertisimo detrás mío.

Las puertas se habían cerrado...

Desesperada corrí intentando abrirlas nuevamente pero todos mis esfuerzos fueron en vano, la profunda risa de Facundo hizo que sonara en todo el lugar provocando que me tensara por un momento. Fue ahí cuando sentí sus brazos rodearme la cintura y su respiración chocar contra mí cuello, mis nervios subían poco a poco cuándo susurro en mí oído -ven conmigo Michelle- para después soltarme, darme la vuelta haciendo que por un momento lo mire a los ojos y tomar mí mano entralazando sus dedos con los míos.

Caminamos por un buen rato sin soltarme de su agarre, paró de golpe dejándome a la vista una mesa para dos con una gran vela en el centro de todo, dos platos con espaguetti llenos de salsa roja. No me di cuenta pero estaba babeando sin despegar la vista de la comida, Facundo rió nuevamente ganándose la atención.

-¿te gusta?- dijo mientras me ayudaba a sentarme en mí lugar.

-sí, está muy lindo- una vez que lo tuve enfrente mío largue un suspiro- ¿Facundo esto es una...cita?.

Desvió la mirada haciendo qué sus mejillas se enrojecieran por un momento, que tierno.

-espero que te guste el espaguetti- y sin más comenzó a comer, wouw que rápido es para cambiar de tema.

El salon estaba en completo silencio, sólo se podían oír nuestras respiración y el ruido de nuestros cubiertos resonar a la vez que comíamos. Mire a Facu por un momento y me di cuenta que el también me observaba, volvi la vista al plato de inmediato continuando el aterrador silencio.

-¿quieres?- me mostró un vino tino el cuál sostenía con una mano mientras que con la otra servía.

-sólo un poquito- me miró, agarró mí vaso y comenzó a llenarla hasta la mitad, me la entregó y se quedó observando cómo lentamente la acercaba a mis labios.

-que envidia- agarró su bebida y se la tomó de un sólo trago- tengo envidia de un miserable vaso.

Me sonrroje.... sabía perfectamente a qué se refería, solte el vaso colocandolo en la mesa junto al plato ya vacío.

-¿porque decís éso?- ni loca lo miraría ya que estaba toda roja, escuché que se levantaba. Tomó mí mentón con su mano izquierda obligándome a verlo a los ojos mientras que con la derecha me acariciaba una mejilla.

-porqué el puede estar tan cerca de ti cosa que yo no puedo hacer.

Mis ojos se abrieron de par en par ya que en un movimiento rápido me levantó y me tiró sobre el sillón largo del salón para así posicionarse encima mío. Traté de quitarmelo pero me sujetó de las muñecas colocandolas arriba de mí cabeza, se acercaba peligrosamente a mis labios.....centímetros eran los que nos separaban del uno al otro. Agachó la mirada y se separó sin bajarse aún, agarró su camisa y botón por botón fue desabrochandose lentamente. Cerré los ojos con fuerza volteando la cara, un húmedo beso se posó en una de mis mejillas haciendo que los abriera sin dudarlo , Facundo- cómo en un principio- atrapó mí mentón e hizo que lo viera sin camisa. Un cuerpo bien formado para ser verdad.

-preciosa cierra la boca, hay moscas rondado por aquí- me sonrroje aún más haciendo qué por instinto me tapara la cara con ambas manos.

-perdón- dije un poco audible por los nervios.

-tengo que decirte algo.

Me quitó las manos de la cara y lo observé seria, luego bajé la vista a su pecho. Pero algo llamó mí atención.

-Facu, eso es...

-sí Michelle, es la marca del dragón rojo- mí mano inconcientemente acarició temblorosa aquélla zona dónde descanzaba él dragón.

-cómo puede ser que tengas la misma marca que yo.

Naty, Gonza, Brandon, Bunny, Cami, Yazmin y yo éramos los únicos sobrevivientes de aquélla guerra de asesinos, ¿acaso Facundo era uno de nosotros y vivió? Pero es imposible....luego de la batalla chequeamos todos los cuerpos de nuestros compañeros fallecidos. Cómo pudo.

-pero los pocos asesinos de sangre pura con ésta marca fueron 7 los que sobrevivimos.

-estás equivocada Michelle- lo miré con lágrimas en los ojos- en total fueron 10 los que sobrevivieron al ataque sólo que después de esto la mayoría de nosotros desaparecimos o cambiamos nuestras vidas por completo. Ustedes siguieron con el legado, yo no.

No aguanté más y lo abracé con todas mis fuerzas mientras lloraba en su hombro.

-esto es patético- murmure entrecortada- nunca creí verme llorando.

-oye no es patético, una carita tan bella cómo la tuya no debería estar llorando.

Nos miramos a los ojos y está vez ambos nos acercabamos al mismo tiempo, coloqué mis brazos alrededor de su cuello y el apretó mí cintura con cuidado cómo sí de un vidrio frágil se tratase. Apunto de besarlo, de besarnos, pero unos ruidos provenientes de la cocina me alertaron haciendo que caiga al suelo.

-aw ~ ahí amor en el aire ~.

Pude reconocer fácilmente esas voces, las malditas de mis hermanas interrumpiendo en el momento exacto.

-tontas, arruinaron el momento.

-oye alejate de mí hermanita, rubio mal teñido.....y ponte ropa, ¡animal!.

-ya sobreprotector no seas duro con el nuevo miembro de tú família- él calor llegó a no mas poder a la cara, Facundo sólo sonrió de oreja a oreja.

-cierto Brandon- intervino Facu-escucha a tu novia- mire a mí hermano y estaba igual que yo...hecho un tomatito.

-¡cállate inútil!.

-ahora con su permiso me iré a cambiar a mí habitación- caminó hasta mí y me susurró- qué lástima que nos hayan interrumpido, lo estabamos disfrutando mucho. O y respondiendo a tú anterior pregunta, sí, ésta fue una cita.

Y sin decir más se marchó de la sala con una gran sonrisa en el rostro, mis amigos discutían a los gritos y yo sonrrojadisima.

Literalmente ésta fue la mejor primera cita del mundo.

Un amor ILEGAL (PPGZ Y RRBZ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora