No se que pensar

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 Aquella señora poco amable, me llamo despues de trancar el telefono. Haciendome una seña para que me dirigiera hacia ella, la obedeci, camine despacio hacia aquella recepcion. Y me dijo: 

-La señora Wolfgang se encuentra en la habitacion 235, pero el doctor me acaba de informar que no se aceptaran visitas.-

dijo sonriendome hipocritamente. 

Yo con la frente fruncida y un tono de voz hipocrita, le dije:

-Entonces, dare unas vueltas por el hospital.- 

La recepcionista alzo una ceja y me dijo:

-OK-

Puse el ojo en blanco y sali de aquella estancia.

Me ocupe de sacar mi reproductor de musica que se encontraba en mi bolsillo.

    Al instante me preocupe por los audifonos, como no los encontraba comence a buscar en mi bolso mientras caminaba al mismo tiempo. Desesperada ya, segui caminando con la mirada perdida sin saber a donde iba. En ese instante un carrito lleno de medicina, me arrollo, causando que las medicinas y todo lo que se encontraba en el carrito cayera al piso, junto conmigo. 

Una enfermera se digno ayudarme, despues de un minuto de yacer en el piso, escuchando risas y murmuros. Despues de alzar la vista y agradecer a la enfermera pude contemplar dos ojos grisaseos que me observaban con atencion, se acercaron mas a mi y preguntaron con voz gruesa pero dulce:

-¿Te encuentras bien?

Afirme con la cabeza. 

-¿Segura?

Volvi a afirmar con la cabeza.

-¿Como te llamas?

Respondi con voz de idiota: -Melissa-

-¿Quieres ir a la cafeteria Melissa?

Afirme con la cabeza, otra vez.

-a lo mejor debe creer que soy retrasada mental- pense.

    Se dirigio a la cafeteria, mientras yo me tambaleaba.

Giro la cabeza, y pude admirar su hermoso rostro; tenia varias pecas en las mejillas. Unos labios carnosos y una nariz perfecta. Su cabello era negro azabache. Camino rapidamente hacia mi, para ayudarme.

Keep Holding OnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora