Capitulo 22; Nuestra historia

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-No necesito tanta vigilancia –William suspiro mientras se sentaba en su sofá

-Yo solo vengo a darte cuidados –Selena sonrió mientras dejaba su bolsa sobre la mesa

-Tu ni caso –Sara guiño un ojo a Selena –Le encanta que le mimen

-Y para eso estoy yo aquí –ella dio un beso a Sara en la mejilla

-Pues entonces yo me marcho –Sara camino hacia la puerta –Vigílale

-Por supuesto –Ella se sentó junto Will y le sonrió –No pongas esa cara

-Me agobio aquí encerrado –El suspiro –Y por si fuera poco siempre estoy vigilado, cuando no es mi madre eres tu, o Toni que me obliga a jugar a las cartas o Toro que se pasa el día viendo programas de carreras o Mar con la música

-Nos preocupamos por ti –Selena se acerco a el y le dio un beso en los labios

-Pero yo ya estoy bien –El rodó los ojos –Lo que necesito es ponerme a trabajar

-Ni lo sueñes –Ella contesto de forma cortante –Solo hace tres días que te dieron el alta

-Suficiente –El se encogió de hombros –No fue para tanto

-¿Qué no fue para tanto? –Selena se levanto del sofá y se quedo mirándole furiosa –Podrían haberte matado William

-Pero no paso –El sonrió

-La suerte no siempre estará de tu lado –Ella negó con la cabeza –Esta obsesión tuya por Montana terminara acabando contigo

-Antes acabare yo con el –William se quedo pensativo

-¿No vas a dejarlo? –Selena apretaba los brazos a su cuerpo nerviosa

-No –El se levanto del sofá y se quedo frente a ella –No hasta que vengue a mi compañero

-Tu compañero –Selena sonrió amargamente –Tu compañero ya esta muerto William, pero tu no  Ni tu madre, ni tu padre –Se giro y camino hacia el baño –Ni yo

Cerro la puerta del baño tras entrar y se paro frente al espejo, ¿Qué le estaba pasando? Tenia ganas de llorar de nuevo  Sabia que el resentimiento que William sentía hacia Montana era lógico, su compañero, su amigo estaba muerto  Y eran los hombres de Montana los que le habian arrebatado la vida

-Selena –William abrió la puerta del baño y se quedo mirándola -¿Estas bien?

-Perfectamente –se echo algo de agua en la cara y tras secarse con una toalla, salio del baño apartándole a un lado -¿Qué te apetece para cenar?

-Espera –camino tras ella y la tomo del brazo para obligarla a pararse, la giro para verla a la cara –Lo siento

CHICA MALADonde viven las historias. Descúbrelo ahora