Capítulo Diecinueve (Penúltimo)

467K 37.8K 38.5K
                                    

Capítulo diecinueve

Ashton.

26 de Diciembre, 2012.

—¿Entonces Glorie está planeando esos conciertos para ti en Estados Unidos?—pregunta mamá, alzo la vista de mi celular.

—Sí, hubo buenas ofertas, me gustaron y como en mi agenda ya estaba dos presentaciones en programas para esa fecha.

—Si... ¿Por cuánto tiempo estarías fuera?

—Una semana y media—respondo con cautela, la parte de separarnos por mucho tiempo, nunca la ha tomado muy bien—como siempre el tiempo pasará bastante rápido.

—Sí, bastante rápido—murmura terminando de picar los vegetales.

Un torbellino de cabello rubio llega saltando a la cocina y abraza mi pierna mientras sus ojos claros se abren mucho. La mirada que usa cuando quiere pedir algo a lo que posiblemente voy a negarme.

—Llévame a manejar la bici, porfis, porfis, pofis—pide parpadeando continuamente y dando saltitos mientras se mantiene abrazando mi pierna.

—Sophie, ya sabes que cuando Ashton esta acá los vecinos quieren abrazarlo mucho y él quiere estar en casa.

—Pero...pero...

Sus ojos se abren mucho más. Mamá no miente, cuando vengo siempre me mantengo en casa, evitando se intersectado para una foto o autógrafos porque sólo quiero pasar tiempo con mi familia. Pero entiendo que Sophie es una niña que sólo quiere jugar conmigo. Me pongo de pie y me coloco mi gorra junto las gafas.

—Muy bien, vamos a que manejes esa bici.

—¡Sí! Te amo mucho Aton.

Río mientras caminamos hacia la puerta, tomo la bicicleta morada en nuestro jardín delantero y camino fuera de éste para llegar a la calle del conjunto residencial. Sophie me ve con una mirada de desaprobación.

—¿Qué?

—No tomaste mi casco cubre cabello rubio ¿Y lo que cubre mis rodillas? ¿Y si me caigo y me golpeo aquí?—pregunta señalando uno de sus codos.

—Lo siento, ya voy a buscarlo.

Me devuelvo y sólo vuelvo cuando tengo toda la protección que Sophie necesita. La ayudo a ponérselo, ella me sonríe todo el tiempo pareciendo entusiasmada.

Mamá suele decir que Sophie me ve como la mejor persona del mundo, con admiración, creo que a mí me sucede lo mismo con ella, es como la persona a la que espero nunca defraudar.

A pesar de que su bici tiene una ruedita adicional a cada lado, no me permite soltarla mientras pedalea. Me causa gracia que cante una de mis canciones mientras vamos de un extremo a otro por la calle.

—¿Y sí te suelto sólo un poco?—cuestiono.

—Sólo un poquito.

—Muy bien, no dejes de pedalear y no sueltes el volante. Recuerda que yo te estoy viendo y no te dejaré caer.

—¡Ay! Me da miedo—dice, pero su voz infantil está teñida de emoción, no puedo evitar reír.

La sostengo durante segundos antes de soltarla y verla manejar, puedo escuchar como ríe mientras pedalea.

—¡Eso es Sophie! ¡Viva la princesa Sophie!—grito aplaudiendo, veo hacia atrás y mamá está sonriendo, le guiño un ojo.

Me volteo justo para ver a Sophie caer junto a la bicicleta en el jardín de la casa de la esquina. Corro rápidamente hacia ella.

Cautivando a Ashton (BG.5 LIBRO #2.5) Disponible en libreríasWhere stories live. Discover now