Demons [Steve Rogers & Tú] [Editando]

6. ¿Es una cita?

-¿Desea que traigan el auto, señor Stark?- pregunto el chico encargado del Valet Parking.

Tony asintió en respuesta.- Rápido por favor.

-Enseguida señor- el chico abandonó su puesto para ir en busca del auto.

-Hoy fue una noche fantástica- exclamó Pepper con una gran sonrisa en los labios.- Me alegro mucho que tengas una linda y agradable hermana.

Yo le devolví la sonrisa mientras que Tony me miró.- También me da gusto que esté aquí, pero ya es hora de irnos.

-Am... Con tu permiso Tony- interrumpió Steve.- Quisiera llevar a ____ a dar una vuelta por la ciudad- mire confundida al mencionado mientras que él me regalaba una tierna y rápida sonrisa para después dirigir la mirada hacia mi hermano.

Él me miró y después a Steve.- Siendo honesto capipaleta, la idea de que estés con mi hermana no me agrada mucho, pero se lo terca que es así que, ¿Por qué no le preguntas a ella directamente?

El rubio soltó una pequeña risa, para después enfocar su mirada en mi.-¿Que dices pequeña Stark, ¿Quieres salir a dar una vuelta conmigo?

Yo sonreí y asentí en respuesta.- Eso me encantaría.

-Diviertanse y mucho cuidado chicos- Pepper nos dedico una media sonrisa.

El auto se estaciono frente a nosotros, el chico bajo y le dió las llaves a Tony, quién rápidamente le entrego un billete al chico. Mi hermano le abrió la puerta a su novia y le ayudo a entrar, después el rodeó el auto para entrar también.

-Cuidala bien capipaleta.

-Claro, con mi vida.

-Eso espero Rogers, porque si algo le pasa a mi hermana, juro que te asesinare y después experimentare contigo- deje escapar una risa ante la amenaza de mi hermano quien se subió al auto para después encenderlo y marcharse del lugar.

-Y bien... ¿Qué haremos?- pregunté curiosa.

Él se encogió de hombros.- ¿Que te parece... Caminar hasta que el destino nos muestre el camino?

-Me agrada la idea.

El me tendió su mano, la tomé y así comenzamos a caminar sin rumbo, ambos en completo silencio, quería romperlo, pero la verdad no sabia como hacerlo.

-¿Por qué tan callada?- me preguntó Steve sacándome de mis pensamientos.

-Siendo honesta, no sabía cómo inciar la plática.

-¿Quieres ir por un helado y ahí charlamos un poco?

-Suena bien.

****

Entramos a la heladería, nos acercamos al mostrador, en donde se encontraba un chico como de veintitantos años, debo admitir que era bastante atractivo y lo mejor, no paraba de mirarme.

-Hola chicos bienvenidos, ¿Qué les puedo servir?- pregunto amablemente.

-Bueno yo quiero un helado de vainilla- le respondí, gire a mirar a Steve, quién estaba un poco serio.

-Que sean dos.

-Enseguida.

El se alejo, no sin antes guiñarme un ojo.

-No me agrada la manera en que te está mirando- hablo Steve lo suficientemente bajo para que solo yo pudiera escucharlo.

-Cálmate Steve, ya comienzas a sonar como mi hermano- me reí un poco.

El me miró confundido, estuvo a punto de decir algo pero el chico regreso y nos entregó nuestra orden.