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Aun cuando la mayoría de sus rasgos infantiles habían desaparecido, Meredith reconocería ese rostro donde sea.

Después de todo, aun cuando fue un corto periodo de tiempo, ellos marcaron su vida para siempre.

El aire frío golpeó violentamente contra sus mejillas mientras corría detrás de aquella persona. Había dejado sus zapatos atrás y aunque las piedras y palos se incrustaban en sus pies, no dejo que esto la detuviera.

Gritó su nombre, pero el paso del adolescente no se redujo hasta que ella tropezó cayendo vergonzosamente en medio del jardín.

Meredith se reincorporó con miedo a que aquella persona haya desaparecido pero un suspiro de alivio salió de ella al notar que se había detenido.

A pesar de solo ver la espalda de Elías pudo notar de inmediato como se encontraba tenso, listo para huir si fuera necesario.

- "Vete"

La brusquedad de sus palabras tomaron a Meredith por sorpresa en el instante en que se detuvo para enfrentarla.

La misma mirada que antes hizo que diera un paso para atrás.

Odio.

- "¿Yo..?"- miles de preguntas rodeaban su cabeza pero ninguna parecía correcta

El adolescente en su frente cruzó sus brazos mostrando su impaciencia acerca de su fallido intento de replicar.

- "Me largo"

- "Espera"

Levantó su mano inconscientemente para agarrar su capa pero fue apartada de inmediato.

Algo se apretó en el pecho de Meredith, no podía dejarlo ir. Los recuerdos de ellos juntos y todo lo que fueron, aun siendo poco tiempo, había marcado su vida de por vida.

Ellos le habían enseñado tantas cosas

Desde el cariño, la amistad, el amor y la traición.

- "¿¡Dónde está Gabriel!?"

Se impidió gritar en el instante en que Elías tomó su muñeca de manera brusca atrayéndola hacia él.

Si antes veía solo odio, ahora estaba mezclado con furia y una sed de sangre explosiva.

- "No tienes derecho a pronunciar su nombre" - escupió con molesta el adolescente apretando tanto su muñeca que por un momento temió a que la rompiera

Sin embargo, esto no detuvo a Meredith, en su mente, solo la posibilidad de verlos otra vez encendió en su corazón una nueva llama de esperanza.

- "¿Encontraron la tierra de sus padres?"- dijo sin importarle el gran moretón que se expandía por su muñeca - "¿Por qué han vuelto? ¿Tienes negocios que atender con Saboya? ¡Ese hombre es peligroso! ¿Tu hermano sabe de esto? ¡Debemos irnos de aquí! Si alguien te ve, solo ocasionará malentendidos, puedo llevarte donde se estén hospedando"

Las preguntas iban saliendo una por una, si alguien los veía, tendría muchas cosas que explicar que serían difíciles.

Con su mano libre alzó su mano y acarició el rostro del adolescente que solo le dio una mirada confundida.

- "Estás herido" - susurro

No le sorprendió ver que su hospedaje se encontraba en los bajos barrios, no obstante, el lugar era lo suficientemente decente para solicitar algunos vendajes y agua caliente.

El silencio fue incómodo mientras ella limpiaba la herida de la frente de Elías, el cual permaneció callado todo el tiempo, con una expresión sombría en su rostro.

La Villana Es Realmente MalaWhere stories live. Discover now