Sangre Y Poder 2 (chicaxchica)

Capítulo Extra - Lily (parte 3)

Sin embargo, papá quiso seguir empeñado en su misión. Al cabo de un año de estar siempre presente, empezó a regresar periódicamente a Colombia.

Creyendo que sería bueno para mí dejarme al cuidado de alguien más. Quisiera saber que tan importante era esa misión para que abandonara a su familia.

La señora que me cuidaba seguramente estaba cansada de mi actitud. No le obedecía y ni siquiera comía, además tenía que obligarme a ir a la escuela porque yo no quería hacerlo.

Así que solía faltar algunos o varios días.

Sin embargo, la señora que estaba a mi cuidado buscaba la forma de que yo me adelantara de todo lo visto y pensó que la compañía de otras niñas de mi edad sería buena para mí y tuvo cierta razón.

Esa niña era encantadora, nunca pensaría que podría destruir mi vida.

V⁠●⁠ᴥ⁠●⁠V

—¡Hola¡ —aquella niña era encantadora, cuando llegó a mi casa y se sentó a mi lado, dispuesta a ayudarme con todo lo retrasado creí que era una chica muy amable — Te llamas Lily, ¿verdad?

V⁠●⁠ᴥ⁠●⁠V

A pesar de que en un principio yo no le contesté, ella continuó con el deseo de hablarme… “Mi nombre es Vanessa” fue la primera vez que escuché ese maldito nombre.

Ella poco a poco logró hacerme sentir más en confianza para regresar a la escuela, en nuestra primaria todo fue de maravilla. Pero después llegó la etapa de la secundaria, fue horrible.

Vanessa tenía cierto problema con la comida y un estándar de belleza demasiado alto. Yo jamás me sentí insegura respecto a mi cuerpo si no hasta que me gustó Esteban.

Para Vanessa él no se acercaría a mí porque ella decía que yo era gorda, y siempre parecía que lo hacía con las “mejores intenciones” para ayudarme a estar con él.

Me hizo creer a tal punto que mi cuerpo estaba mal que empezó a causarme problemas para comer. Aunque al principio yo lo veía normal, la mayoría de las adolescentes trataban de mantenerse delgadas.

Al final, Esteban se convirtió en mi amor adolescente y como iban las cosas todo parecía en ese entonces perfecto.

Cuando cumplí 15 años recibí una mala noticia, y ya había pasado mucho tiempo desde que alguna desgracia marcaba mi vida.
Al parecer mi padre jamás logró su misión y jamás lo lograría, en su último enfrentamiento desafortunadamente terminó parapléjico.

Así que a fuerza regresó a Estados Unidos,
pero era triste como aun estando en casa era como si no estuviera. Ya no era el mismo, y se sentía deprimido hasta el punto de decirme que quería morirse.

Después de lo que le sucedió a mi madre, el tema del sexo era muy delicado para mí, honestamente me aterraba. Y pensé que Esteban comprendería eso, pero realmente no lo hacía y yo en ese punto sentía miedo de que se alejara de mí. Fue en esa época cuando empezó la hipocresía de Vanessa.

V⁠●⁠ᴥ⁠●⁠V

—Es un idiota —me dijo Vanessa —, él tiene que entenderlo, no te preocupes por eso.

—¿Qué pasa si me cambia por alguien más?

—No lo hará, Esteban te quiere mucho, ya te dije que no te preocupes.

V⁠●⁠ᴥ⁠●⁠V

Ella parecía ser esa amiga que estaba allí siempre animándote. Nunca pensé algo malo de ella, yo la quería mucho.

Yo solía cuidar a mi padre con la ayuda de otra persona capacitada. Cuando cumplí 18 años finalmente me concedieron su pensión. Hasta ese punto ellos solo pagaban lo que respectaba a lo necesario… la mente de mi papá ya no era la misma de antes como para confiarle su propia pensión y a mí no me la concederían hasta ser mayor de edad.

Quisiera saber si Vanessa y Esteban fueron impulsados por la idea de que yo tenía dinero para hacerme daño o si en realidad siempre fueron personas tan horribles.

¿Cómo terminé en la cárcel?

La central en la que trabajó mi padre para ese entonces estaba enfocado en desmantelar una red de prostitución de chicas jóvenes vírgenes. El asunto fue que aseguraron que todo sería monitoreado y seguro y a mí hacer parte de eso realmente me emocionó.

Tenía dinero para pagar quien cuidaría a mi padre y de verdad quería hacer parte de la desmantelación de esa red de prostitución.

Supuestamente, ellos querían dar en un principio con la persona que reclutaba a las jóvenes, las investigaba y vendía. Saber cómo operaba y todo eso. Mi perfil era el de una niña encantadora, precisamente lo que ellos buscaban.

Tenían tecnología muy avanzada, ¿sabes? ¿Por qué algo con tanta preparación saldría mal? Estaba feliz porque creía que ese sería mi comiendo dentro de ese mundo, yo quería acabar con las personas que hacían ese tipo de acciones y así tener una mayor posibilidad de saber qué sucedió con mi hermano.

Después de mucho, descubrí quien era el hombre que reclutaba a las chicas y les ofrecía altas sumas de dinero supuestamente convirtiéndolas en actrices, pintaba como un excelente hombre de negocios.

Durante un tiempo él solo me daba dinero y no mostraba alguna mala intención. Todo estaba saliendo tan bien y mi único error fue permitir que la chica que consideraba mi hermana supiera quién era ese hombre. Por Dios, era como una hermana para mí, yo jamás pensaría que ella fue la razón por la que ese hombre se enteró de que yo era una amenaza.

El hombre cumplía con su promesa, te llevaba a clases de actuación, secciones de fotos y por eso te daba cosas caras. Era fácil para las chicas pensar que estaban cumpliendo el sueño. Podrían pasar semanas hasta que el hombre las vendiera al mejor postor.

Mi inocencia quizás hizo que en un principio el hombre no sospechara de que alguien estaba siguiendo cada uno de mis movimientos.

Pero lo descubrió y para esa ocasión en la que me llevaría supuestamente a un casting, terminé encerrada. Aun así supuse que esto era lo que normalmente hacían cuando finalmente vendían a la chica.

Esa ocasión me quitó absolutamente todo… mi ropa, mi collar, mis aretes y después de eso me mojó en diferentes ocasiones con agua muy fría. Parecía estar muy disgustado conmigo y fue cuando me di cuenta de que algo estaba muy mal.

Y cuando me hizo el comentario de “te vendería, pero viéndote bien… creo que estás muy gordita”. Él siempre había dicho cosas positivas sobre mi cuerpo, y los comentarios sobre mi cuerpo hacían que lo odiara a toda costa.

Al menos sus intenciones no eran matarme, sino utilizarme para otra cosa poniendo como una amenaza la vida de mi padre. En ese punto negarme a hacer algo así, ni siquiera era posible. Porque de alguna forma sabían dónde estaba, sabían de su condición y sabían que él era la única persona que me quedaba en el mundo.

Fui objeto de manipulación, presión y nuevamente sentí miedo. Ellos tenían fotos del lugar en el que estaba y sospechosamente demasiado cerca, algunas fotos estaban marcadas con algo rojo y poco a poco me convencieron de qué le quitarían la vida.

Mi padre era lo único que me quedaba y simplemente no quería arriesgarlo, no pensé que fuese tan malo lo que querían que hiciera.

V⁠●⁠ᴥ⁠●⁠V

—Lily, ¿y ese auto? —quien me preguntaba eso se llamaba Harry, él trabajaba como uno de los vigilantes de un lugar que para cualquier persona estaría prohibido entrar, pero da la casualidad de que se supone que yo estaba trabajando para ellos.

—Sí, me lo dio ese hombre después de una sesión de fotos hoy.

—¿Aumenta el nivel, ah?

—¿Puedes estacionarlo por mí? ¿Llevarlo al estacionamiento del plantel? Yo no lo quiero y quizás a ustedes podría servirles más.

—¿Y no quieres regalármelo? —me preguntó en un tono bromista y mi corazón se hizo pedazos.

V⁠●⁠ᴥ⁠●⁠V

Para cuándo notara lo que estaba mal ya sería demasiado tarde para él y para todos.