Sentir algo por Alexander Miller, está prohibido para Sophia. Ya que sabía que sus familias eran grandes rivales y no les permitirían verse. ¿Pero porque tendrían que enterarse?
~🦋~
Sophia tiene una vida perfecta más de lo habitual. Ya que siempre...
Ya más de medio día, estaba tratando de escribir un capítulo en wattpad, mientras escuchaba: how deep is your love; con los audífonos al rededor del cuello; como cada domingo por la tarde. Después de terminar mis deberes por lo que estaba muy imperativa. Supongo que al estar sola en casa no estaba ayudando.
Me encontraba acostada boca abajo, moviendo mi dedo a lo largo del puntero de mi laptop, tratando de terminar el primer capítulo de mi historia. Me había quedado sin libros físicos y aunque me encantará releerlos, está vez estaba en busca de algo nuevo que llamará mi atención.
Esa era la intención, hasta que el sonido de un camión llamará mi atención; Además de navegar en Wattpad, también me gustaba curiosear lo que pasaba fuera de esta cuarta paredes.
Mi madre siempre me decía que era una persona muy curiosas y esa curiosidad algún día me atraería algo malo. Era muy curiosas, ¿saben aquella frase? «la curiosidad mató al gato» pues la escuchaba muy seguido.
Me levanté de mi cama e caminé hacia la ventana. Y justamente visualice el camión de mudanza e un auto lujoso. Los cuales estaban justo en frente de la casa de los Miller's.
¿Los Miller's estaban de regreso?
¿El regreso?
Conocía a los Miller's, mis padres me había hablado de ellos y también me habían prohibido acercarme. Por razones de que el señor Miller era el gran rival del bufé de abogados de mi padre; Así que no podría entablar una amistad con ellos. Como si fuera tan fácil para alguien como yo, tímida, conocer nuevas personas.
Por lo que siempre que veia a algún integrante de esa familia, me llamaba la atención; Saber que no podia acercarme mucho más.
Me quedé como tada una acosadora viendo hacías la casa de los Miller's, viendo cómo el señora y señor Miller's indicaban a unos hombres que bajarán los muebles e cajas sin dañar alguna cosa. También juntó a ellos estaban sus hijo e hija menores. Los cuales sacaban algunas cajas.
De la nada apareció el insoportable de Alexander.
Y tenía que aceptar que el viaje le había sentado. Ya que estaba cambiando, más alto, más atractivo pero con el mismo estilo de cabello; Teniéndolo todo despeinado.
Ahora sí que parecía una acosadora pero mirando a ese insoportable. Por lo que captó mi mirada sobre el, me vio y me sonrió con esa sonrisa tan arrogante.
-Cielo -El llamado de mi madre en la planta baja de la casa me hizo salir de mi trance. rápidamente me acerqué nuevamente a mi cama e cerré la plataforma naranja.
-Estoy en mi habitación -Exclamé.
Unos minutos después; alguien tocaba mi puerta. Y ante de recibir respuesta la puerta fue abierta. La única que no esperaba una respuesta era mi madre y en ocasiones mi hermano o mejor amiga.
Y como también tenía prohibido usar seguro. No tenía otra opción más que aguantar sus repentinos asaltos.
-¿Cómo pasaste la tarde cielo? -Pregunto al verme.
-Como todas má, escuchando música, mientras leía. -Respondí con una gran sonrisa recordando mi tarde.
-La cena estará servida en un momento cielo -Informo, mientras se acercaba nuevamente al marco de la puerta.
Asistí
Mi madre salió por lo que quité los audífonos e recogí mi cabello en una coleta, mientras salía y bajaba las escaleras con dirección al comedor; donde se encontraba mi madre, padre e hermano. por lo que me senté a un lado de mi hermano Sebastián.
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Veinte minutos después; el sonido de los cubiertos invade el comedor. Me esfuerzo en comer. Aunque no tenga hambre por lo que solo juego con el cubierto.
-¿Que tal tu tarde pequeña?-Pregunto mi padre llamando mi atención.
-Estuvo bien, leí mucho - respondí con una ligera sonrisa.
-Me alegro pequeña, al menos un de mis hijos lee -hablo mi padre orgulloso.
Mi hermano solo me miro incrédulo, pero no dijo nada.
Si mis padres se enteran de lo que leo me asesinarian; estoy exagerado pero si me enviaría a un instituto religioso o algo por el estilo.
Luego de esa conversación, Seguimos cenando y nadie volvió a hablar. hasta terminar la cena.
Ayude a mamá a recoger los platos e lavarlos con ayuda de mi hermano.
-Ma iré un rato al parque a comer helado y regreso. ¿Puedo? -Suplique
-No llegues tarde.
-Lo se-Le di un abrazo y corrí escaleras arriba hacia mi habitación.
Al llegar, abrí mi closets y saqué lo primero que vi: Un abrigo; coloque mis converses y dejé mi pantalón de pijama morado.
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Terminaba mi helado de chocolate mientras revisaba las notificaciones sentada en un ña banca del parque.
El cielo retumba con fuertes truenos y sin premio avisó comienza a llover por lo que las frías gotas de lluvias empiezan a caer sobre mi por lo que reprochó y guardo mi celular mientras coloco la capucha de mi abrigo. Corro fuera del parque y paso la calle.
Si no llego lo más rápido a mi casa me enfermare, lo que significa una semana en el hospital haciéndome exámenes y pruebas.
-¡¡Cuidado!!-advierte una voz masculina a lo legos por lo que me detengo en busca de ella. Y en mi apuro por llegar a mi casa, no note que un auto se acercaba.
¡Moriré!
Me quedé en paralizada sin poder moverme hasta que siento como alguien me toma de la muñeca haciéndome cruzar la calle.
-¿No ves por donde vas?-Pregunta la misma voz con seriedad sacando me mi shock
Levanto la mirada lentamente para observar al dueño de la voz, lo que me deja completamente desconcentrada; no podía creer lo que veía.
La misma persona que me ayudo era la misma que odiaba.
