¡Saludos, intrépidos aventureros y valientes aventureras de todas las edades!
Bienvenidos a la guía definitiva de Antaria, un compendio asombroso que les permitirá explorar los innumerables secretos y maravillas que este mágico reino tiene para ofre...
La Torreblanca siempre ha existido, antes del mismo tiempo, antes de todas las cosas. Aun cuando Antaria era un mundo desolado, con criaturas sin raciocinio o plantas que lo invadían todo, la Torre Blanca permanecía allí. Única, magnifica, existente solo por si misma, sin que nadie o nada la hubiera construido, sin que mano humana, élfica, nemea o de cualquier otra especie hubiera intervenido en su construcción.
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Muchos dicen que la torre misma esta viva que es, en realidad, la entidad que construyó el, mundo de Antaria desde la nada, que conecta con otros mundos, otras realidades que los mismos seres de Antaria no pueden si quiera imaginar. Otros, sin embargo, piensan diferente aventurándose a crear teorías de conspiración cada vez mas alocadas: algunos puedan que la torre fue construida en otra dimensión por poderosos seres que la usa únicamente como pasaje seguro entre su hogar y Antaria. Aquello, sin embargo, es ilógico e imposible de creer, la Torre esta viva y eso es fácil de percibir simplemente habitando a su sombra como lo hacen los elfos del Imperio de Torreblanca.
Cuentan las historias que la Torre abrió sus puertas, hasta el momento, únicamente en dos ocasiones, y en ambas los prodigios fueron sin duda fenomenales: primero surgieron de ella los espíritus creadores, seres de grandes capacidades que dieron forma a todas las razas que pueblan hoy el mundo de Antaria. Estos seres decidieron no quedarse en este mundo (a excepción de dos o tres de ellos) pensando que lo mejor era dejar avanzar a sus criaturas por cuenta propia. Aunque aquello pareció funcionar en un principio, terminó por llevar a las diversas culturas a una guerra si n precedentes que casi lo destruye todo. Aquello dio origen al segundo prodigio abriéndose una vez mas las puertas y surgiendo de ella los llamados Primordiales, seres que respondían (y gobernaban) un aspecto de la vida, el destino o el mundo mismo. Estos seres tomaron la forma de las creaciones de Antaria y desplegaron su propio poder llevando orden y paz. Y aunque nuevamente aquel orden se corrompió en favor de una nueva y terrible guerra, aquella es otra historia.
Desde entonces la Torre Blanca no ha vuelto a abrir sus puertas, nada ha surgido, nada ha entrado, nada ha salido de ella. Sin embargo, eso no implica que la torre ha negado al mundo sus dones, pues la Torre Blanca no solo parece otorgar un mayor entendimiento del mundo a quien estudia a su sombra, sino que, periódicamente, ante sus puertas surgen grandes regalos que pertenecen a quien quiera tomarlos lastimosamente los inquisidores élficos del Imperio de Torre Blanca han monopolizado aquel suministro aparentemente inagotable de conocimiento, riqueza y poder.
Vale la pena, finalmente, una última acotación: se dice que, cuando el mundo este en su peor estado, cuando los ríos se cubran nuevamente de sangre y los cadáveres inunden con su peste los alrededores de la Torre, esta nuevamente abrirá sus puertas y de allí surgirá algo mas para lleva a Antaria a una nueva era.
