Pláticas de media noche

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-Te enamoraste de él, ¿verdad? -preguntó Alen, interrumpiendo la historia por segunda vez.

-Alen, bombón, no te adelantes -dijo Ari con una sonrisa juguetona, recordar esos días la hacía feliz, aunque fuera por solo unos momentos.

-Ari.

Suspiró.

-Pasaron muchas cosas antes de eso Alen, supongo que ahora por como lo cuento es demasiado obvio, pero vivirlo es diferente. Es diferente sabiendo que hay otro chico guapo que si te presta atención y es lindo contigo, es diferente cuando un momento es agradable y al siguiente parece detestarme... es diferente cuando siento la culpa de haber dejado a alguien que realmente me amaba atrás.

Alen asintió.

-Supongo que no debí ser siempre bueno contigo, entonces.

-Oh, Alen, no eras tú. Tú eras perfecto, simplemente no era el tiempo y momento para mi, no estaba en una situación para enamorarme. Es otro cliché, pero no eras tu, era yo. En cualquier otra situación probablemente no me hubiera ido y ahora estaríamos juntos todavía.

Ambos suspiraron y Ari continuó con su historia.

* * *

Iban riendo y mojados de camino a la habitación cuando se encontraron con Ethan y Kim.

-Mira quiénes decidieron aparecer -dijo Kim, divertida.

-Mira quiénes decidieron salir de la habitación -dijo Daniel, arqueando una ceja, más divertido que Kim, que se sonrojó.

-Íbamos por algo de cenar, ya son las 8. ¿Nos acompañan?

-Comí muchísimo -dijo Ari y justo ese momento su estómago gruñó traicionándola- pero podría cenar algo.

Todos rieron y se dirigieron al restaurante japonés para cenar.

Después de probar sushis con nombres excéntricos y postres que necesitaban todos de un pirómano profesional para quemarlos a la perfección regresaron a la habitación.

La linda pareja decidió ver una película mientras que Ari y Daniel decidieron trabajar cada quien en sus pasiones, después de darse un buen baño por supuesto.

Ari escribió reflexiones en su cuaderno mientras Daniel dibujaba el contorno de la lámpara que decoraba la mesa de noche. Pasado un tiempo se podía escuchar un extraño silencio, todos los huéspedes ya estaban dormidos y solo se escuchaba la punta del lápiz rayar el papel de ambos de diferentes maneras, era un sonido arrullador.

De repente Ari se detuvo.

-¿Crees que dos personas que se acaban de conocer pueden volverse amigos en horas? -preguntó con verdadera curiosidad.

El sonido del lápiz de Daniel también se detuvo al tiempo que volteaba a verla, iluminada por la luna haciéndola ver aún más pálida.

-Soy un artista. Creo en todo. Además fui maldecido con la poesía a temprana edad por lo que creo en los primeros amores, las conexiones inexplicables y los secretos del alma.

Ari no estaba segura si había entendido sarcasmo en su oración o simplemente decía la verdad, se decidió por lo segundo.

-¿Y crees que sea posible nunca poder querer a una persona de la manera en la que lo merece? Quererlo, mucho, pero nunca como él quisiera... por más tiempo que pasen juntos o por más tiempo que lo intenten.

Daniel pareció reflexionar un poco. No se sabe si era la hora, la luna llena o simplemente la voz vulnerable de Ari lo que hizo que el sarcasmo se fuera dejando lugar a un chico dulce y dispuesto a jugar su juego de emociones.

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⏰ Última actualización: Sep 25, 2015 ⏰

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