Latidos que no dije

También le temo a el amor

Tal vez sería más fácil echarle la culpa
a él vino, al tiempo o al momento;
pero la verdad,
siempre le he tenido miedo al amor,
a esas mariposas en el estómago
y a esa absurda sonrisa de idiota.

Y siempre entrego lo que más amo
por alguien que me termina odiando.

A lo mejor la culpa es mía,
por ser un estúpido;
o quizás, mi naturaleza es cagarla,
así, sin más.

Le tengo miedo a el amor,
pero jamás me prohíbo amar;
no temo a quedarme soltero
el resto de mi vida,
porque me aterra más perder a un amigo.

Y aunque te he besado trescientas veces,
le sigo teniendo miedo a ese sentimiento,
a qué un día explote
y todo se vaya al carajo.

A qué un día te enfades
y destroces mi corazón reparado
con cinta adhesiva:
pero prefiero temerle a el amor,
que cerrarle la puerta a una nueva vida.

Una vez me rompieron el corazón
fue la mierda más bonita
y hermosa que me pasó,
y ahora,
soy un puto soñador,
que necesitas encontrar
un sentido en esta vida.

Soy un puto soñador,
que encuentra la felicidad
en los pensamientos fugaces de cada noche.

Y yo también le temo a el amor,
pero le temo más a la vida , y aún así vivo.