Estaba a punto de salir a calentar para empezar el partido contra el Inter Milan, sin duda sería un partido difícil pero no imposible, como normalmente lo hacía me texteaba con mi mujer así me distraía.
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Llevaba un poco más de 3 años con Maia, sin duda los mejores años de mi vida. Guardo mi celular en el locker de los camerinos y voy hasta el enorme pasillo junto a Paulo, quien me charla de diferentes cosas.
Sabes que, hay algo que no te dije-me mira
Y bueno, decíme-respondo
Oriana está igual que Mai-veo que sonríe
Nahhh, felicidades hermano!-lo abrazo palmeando su espalda
Oriana y Maia deben estar saltando en una pierna-Paulo ríe y yo lo imito
Menos charla, más acción-José llega
Anuncian nuestra entrada a la cancha y se escucha a toda la afición gritar y aplaudir, estaba y me sentia en casa. Nos ponemos en fila como siempre y las puertas automáticas se abren soltando un pequeño humo, entramos corriendo a la cancha y las ovaciones aumentan.
Mientras calentaba trataba de buscar a Maia y Oriana ya que solían venir juntas a los partidos y esta vez no era le excepción. La vi en uno de los asientos charlando animadamente con quien parecia ser la novia de Zalewski, me ve y me tira un beso y yo sonrio formándole un corazón con las manos.
Está Ori por ahí?-Paulo llega y yo asiento
.
Suena el silbato anunciando el final del partido, dándonos la victoria con un 3-2. Saludo a Lautaro y a uno que otro jugador para irme a los vestuarios acompañado de Paulo, como siempre.
Vamos a cenar?-Me pregunta
Me copa, cenamos en mi casa?-propongo y el asiente
Si si, Kaia y Bowen andan más hiperactivos de lo normal-suspira y yo rio
Tengo la suerte que Coco solo duerme y come, adora dormir el hijo de puta-comento y ahora es él quien ríe
Nos duchamos y vestimos para cada uno ir con su familia, Maia me esperaba en las afueras de los vestuarios junto a la novia de mi compañero; luego de eso tomamos el camino al auto para poder ir a casa.
Como era costumbre, Maia tenia el control de la música así que era Taylor Swift seguro. Mi mano descansaba sobre su barriga mientras conducía, se había vuelto en mi nueva adicción.
