DOS.

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Lalisa recién salía de trabajar, cansada, con sueño y con ganas de estar con su bebé acostada en su cama sintiendo el calor de ambas, sí, estaría bueno el plan, pero Jennie, la menor, estaba castigada, sin sexo, sin mimos, dulces, televisión y sin salida, que bueno también era un castigo para la mayor pero merece el castigo.

Abriendo la puerta de su hermosa casa compartida con la de su pequeña, la antes mencionada se encontraba en las escaleras, desde lejos corrió hacia ella emocionada y se quedó frente a la mayor.

—Mami.

—Mi niña rebelde. —La menor bajó la cabeza.

—Mami, te extrañé bastante, quiero dormir contigo y que me des mimitos. —Habló tratando de sonar tierna para convencer a la mayor.

—¿Te lo mereces? —"No" fue su respuesta.

—Entonces, nena, aguanta, aguanta hasta que me de la gana de quitarte el castigo.

























Había escrito muchas más cosas pero no se que pasó que no las tengo y se me quitaron las ganas de escribir. En la próxima historia será larga, lo prometo.

Muchas gracias por darle apoyo a mi otra historia. ❤️

¡Niña Rebelde!Where stories live. Discover now