Capitulo I

37 0 0
                                    

11 de enero, 2021 / Miami, Florida.

Avery Howard

Entramos a la habitación en medio de besos mientras lo voy despojando de su ropa, cierra la puerta con su pie y rápidamente vamos quedando desnudos. La verdad es que le tengo demasiadas expectativas, hace ya bastante tiempo que no estoy con alguien y ya me esta pasando factura.

- Estoy a sus órdenes señorita, ¿Qué desea que haga? - Me dice él con un tono bastante sumiso que no le va con el gran cuerpo que tiene.

- Esta noche voy a zacear las ganas que tengo de follar y tu me vas a ayudar- ¿Qué mierda Avery?, definitivamente es algo que no diría en este tipo de situaciones y menos a un desconocido.

Ciertamente me gusta experimentar en el sexo y puedo decir que estoy dispuesta a muchas cosas pero hablar y decirlo a los cuatro vientos no me va mucho.

Por ejemplo, amo chupar pene, definitivamente es una de las mejores cosas que existe, me encanta y es lo que estoy a punto de hacer cuando todo se empieza a nublar y de pronto...

- ¡DESPIERTA ZORRA, ES HORA DE VOLAR!, ¡DESPIERTA ZORRA, ES HORA DE VOLAR!

La insistente alarma no deja de sonar y enserio me dan ganas de llorar, hace tanto que no se la chupo a alguien que me conformaría por ahora con el sueño.

Sé que es un tono bastante particular pero ya me acostumbré tanto que no creo que pueda despertar con una canción común, cortesía de mi gran amiga Jane.

Sé que no voy a volver a conciliar el sueño así que decido levantarme e ir a asearme. Me dirijo al baño y cuando me miro en el espejo la verdad es que, bueno, soy hermosa pero ahora mismo parece que hubiera estado en una orgia, ¿Lo estuve?

Ayer tuve a cargo un vuelo privado con destino a Miami, obviamente no podía desaprovechar la oportunidad ¿no?, así que con mis demás compañeros de vuelo fuimos por unas copas para relajarnos pero realmente terminamos en una discoteca y bueno no es que recuerde mucho así que supongo que la pasamos bien.

El vuelo de hoy esta para las seis de la tarde, así que todavía me queda bastante tiempo para arreglarme, ¿Pude dormir mas y no levantarme a las nueve de a mañana? Si, pero quiero disfrutar de mi corta estadía acá e ir a caminar por ahí, quizás hasta compre algunas cosas.

Mientras termino de arreglarme pido que me traigan el desayuno a la habitación. Hoy está haciendo buen clima así que decido ponerme una falda blanca de seda con un diseño de encaje en conjunto con un top del mismo color, manga larga y ligero, lo acompaño con mis tenis blancos.

Escucho que golpean la puerta así que supongo que es el desayuno, cuando abro la puerta me encuentro con un chico bastante guapo la verdad, dejo que pase y dejé la comida en la mesa.

- ¿Gusta algo más? - me mira de pies a cabeza con cierto interés y es que bueno, quien no lo haría, sé que soy hermosa, aunque no me guste alardear sé que el ejercicio hace cosas maravillosas en el cuerpo, realmente es algo que no quiero perder.

- No por el momento, gracias.

- Cualquier cosa aquí le dejo mi numero, trabajaré el resto de la tarde, que tenga buen día. - sin más sale de la habitación, claro que note sus intenciones, no es normal que los del servicio dejen su número pero está guapo así que quizás tome la oferta.

Luego de un rato salgo del hotel y me dirijo a la playa, es algo que amo de mi trabajo, no siempre es así pero viajar por todo el mundo y conocerlo es una de las experiencias más bonitas que tiene está profesión.

Estoy un rato por la playa, caminando y también pensando en todo lo que ha pasado en mi vida, me gusta recordar cómo llegué a este punto, el esfuerzo y disciplina realmente valen la pena, aunque hay cosas de mi pasado que me gustaria no haber vivido, de alguna manera influyeron en todas las decisiones que tomé que ahora me tienen en este punto.

Recorro una parte de la ciudad y cuando se acercan las dos de la tarde decido ir a almorzar. Podría ir al hotel y tomarlo allá pero lo descarto, así que voy en busca de un restaurante.

Encuentro un restaurante peruano así que decido entrar, luego de que el mesero me guíe a la zona exterior que da una vista increíble de la ciudad pido un lomo saltado.

Mientras espero, reviso mis redes sociales en las que comparto todo lo referente a mi profesión, subo algunas fotos que tome durante el viaje hasta que llega la comida.

Al rato se me acerca un mesero con una botella de vino que no recuerdo haber pedido.

-Disculpa, esto no es para mí, no lo pedí. - le digo amablemente.

-Oh, no señorita, lo envía el hombre de allá -señala hacia el lugar en el que se encuentra el hombre a tres mesas de dónde estoy. - ¿Desea que lo retire?

-No, no te preocupes, gracias. -luego de servirlo se retira.

Inmediatamente volteo para ver al hombre que no conozco para nada, no puedo negar lo obvio, es muy guapo, lleva una camisa negra con las mangas a la altura de los codos que se ajusta perfectamente a su figura, acompañado de un pantalón de tela color blanco pero que no lo hace ver para nada mal.

Cuando me cruzo con su mirada me causa escalofríos, tiene una mirada demasiado intensa y hace que me remueva en mi asiento cuando veo que se acerca.

-¿Puedo? -asiento y finalmente se sienta quedando justo al frente.

-Espero no me esté viendo como un tipo intenso, me disculpo si es así pero quería acercarme. Mucho gusto, Marcello. - tiende su mano hacia a mi y aunque no he dicho una palabra le correspondo.

-Un gusto Marcello, disculpa la pregunta pero ¿Te conozco? - quizás me lo haya cogido y no me acuerdo, mejor prevenir.

-No señorita...

-Avery.

-No señorita Avery, pero ví cuando llegó y sinceramente llamo mi atención. - dice con tono coqueto que suena aún mejor con la voz grave que tiene.

-Me tome el atrevimiento de enviarle una botella de vino con el fin de compartirla con usted, si gusta.

Obvio que la quiero compartir y otras cosas también pero primero no vamos a mostrar las ganas y segundo sigue siendo desconocido, aunque uno muy atractivo no puedo dejarme llevar tan fácil.

-Por supuesto. - dije no dejarme llevar tan fácil? Olvídenlo, con este hombre al frente difícil resistirse.

Charlamos un poco, me contó acerca de su trabajo, es dueño de una empresa de químicos y está buscando expandirse por Miami, le gustan los autos y suele participar en carreras, supongo que no son legales pero tampoco lo mencionó.

Luego me preguntó sobre mi, dije muy poco la verdad, solo lo necesario, tampoco le voy a contar toda mi vida sin conocerlo.

Al cabo de un rato mi teléfono suena con el nombre de Amelia en la pantalla, es ahí donde me doy cuenta de que ya casi van a hacer las cinco de la tarde por lo que tengo que irme.

- Marcello, ha sido un gusto pasar el rato con usted pero tengo algunos asuntos que resolver, debo retirarme. - llamo al mesero para que me traiga la cuenta e irme.

-Señorita Avery, déjeme invitarla está vez y si no es molestia me gustaría que siguieramos en contacto, cómo le dije, llamo mi atención desde que llegó. - ya les dije que cuando que cuando estoy apurada no pongo mucha atención y solo respondo para salir del asunto?

-Si claro. - empiezo a recoger mis cosas.

-¿Podría tener su número?

Saco rápidamente mi libreta y un bolígrafo, anoto mi número en un pedazo de papel y se lo paso.

-Me disculpo por tener que irme tan rápido, gracias por la invitación Marcello, hablamos luego. - Se levanta al mismo tiempo que yo, me acerco a despedirme con un beso en la mejilla y me voy sin más.

Es un hombre realmente atractivo, si se da la oportunidad de encontramos de nuevo con gusto la aceptaría.

Por el momento me dirijo al hotel para cambiarme e irnos al aeropuerto con los demás.

✧✧✧✧✧✧✧✧✧✧✧✧✧✧✧✧✧✧✧

Hasta ahora todo muy tranqui, muy normal.

¿Que les pareció?


You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Jul 11, 2023 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Solo Para EllosWhere stories live. Discover now