color rojo sangre || [luckity]

P

—luzu?

—¿eh?

—te estaba hablando, ¿en qué piensas que estás tan distraído?—pregunto un chico de pelo negro y ojos púrpura, era Vegetta.

—hace falta decirlo?

—oh...lo siento, es por el amiguito de Rubius?...como se llamaba?...c...cu ¡es el sonido de un pato! Cómo era?

—Quackity.

—si, así...debe ser difícil de superar... Lo siento.

—no importa, solo espero que lo encuentren... Vivo o...—hizo una pasa, parecía no poder terminar la frase.—por lo menos para saber....

—entiendo.

No se dieron cuenta cuando la maestra lenay se acercó a ellos.

—chicos, les voy a pedir de favor que guarden silencio o tendré que sacarlos de mi clase.

—lo sentimos maestra.— se disculpó el Omega y siguió escribiendo.

Luzu también siguió escribiendo, pero volvió a sumergirse en sus pensamientos una vez más, estaba pensando: ¿Quackity estaría muerto? ¿Lo había matado? Eso ya no importaba.
Ya no quería otra víctima. El quería a su patito.
No importaba si estaba muerto.

El tendría a su patito

Siempre.

la tienda era un desastre, los clientes habían dejado de ir por lo que se fue a la ruina, y la señora nevadas tuvo que despedir a spreen.

Vendió todo para tener algo de dinero y trato de conseguir otro trabajo, lo consiguió como empleada de una papelería, pero no le iba muy bien.

Sus días libres los usaba para ir a la comisaría y buscar a su hijo por sus propios medios, estaba convencida de que seguía vivo.

En cuanto a spreen, el tuvo que buscar otro empleo de mesero, no le gustaba tener que trabajar en un lugar desconocido, había estado en la cafetería por dos años y ya se había acostumbrado.

Su jefe era alguien a quien ya conocía, alguien muy coqueto, y le gustaba, pero extrañaba su otro trabajo.

Luzu sostenía una cuchara en su mano mientras veía la tele, estaba muy aburrido y después miro la cuchara, la cual había lamido y regresado al tarro de mermelada por lo menos unas 7 veces, pero no estaba satisfecho.

Necesitaba algo más...salado.

Miro una vez la tele y chasque la lengua, eran noticias aburridas.

Se dirigió dónde el Omega que estaba en la silla amarrado y desnudo.
Acerco su boca al oido de este, el cual se estremeció y comenzó a sollozar.

—tus ojos son hermosos honey... No me gusta verlos llorar... quieres?—ofrecio mermelada, Alex solo se negó con la caveza y luzu molesto hizo la mermelada de un lado. El simplemente puso su cuchara en el borde de el ojo del menor y comenzó a usarlo de palanca.

Por el contrario, Alex comenzó a gritar, era desgarrador y perturbante, era demaciada sangre, ¿saldria vivo de esto? Era retorcido todo lo que hacía luzu, y esto era otro extremo, o no, ya no sabía. Todo lo que luzu había hecho rebasaba su límite.

Luzu saco el ojo y lo lamió, limpio la sangre de este con su lengua y después lamió la cara del Omega que no paraba de gritar y sangrar.

Luzu salió de la habitación dejando una vez más al lindo patito sufriendo y fue al fregadero, lavo y desinfecto el ojo por completo, tiro la mermelada y lavo el frasco, espero que la noche cayera y se puso en marcha.

Se puso un suéter negro, un cubre bocas y salió de su casa con el ojo en el frasco de mermelada, camino un largo rato, con una enorme sonrisa. Se detuvo en frente la comisaría y dejo el frasco en la entrada.

Las noticias serán interesantes ahora.

Dejaré algo
tranki para lo
que se viene a continuación, byeeee

LLL!