Capítulo 42 «Adolescencia y hormonas»

27 6 8
                                    

Necesito estar con mis padres y mi hermana. No hay nada mejor que el hogar.

—¿Te quedas aquí el fin de semana? —pregunta Ellie hacia Ginger.

—¿Sí? —no sé si la pobre ardilla preguntó o respondió por temor.

—¡Síííííííí! —exclama Ellie y corre hacia Ginger.

Esta, al ver sus intenciones, sale volando por la puerta con mi hermana detrás de ella.

—¿Qué pasó? —pregunta mamá, al asomarse al arco de la cocina cuando escucha el grito de felicidad de mi hermana.

Sus labios se curvan en una sonrisa cuando me ve. Seca sus manos en el delantal y camina hacia mí con los brazos abiertos.

—Steve, Allie está en casa. Me alegro verte de nuevo, cariño.

—Hola, corazón —murmura mi padre y me abraza junto a mamá. Su abrazo de oso me transmite la misma tranquilidad que el de mi madre—. Te hemos extrañado.

—Yo también. ¿Qué tal en el buffet nuevo?

—A tu padre le subió la tensión cuando llegó por primera vez —explica mamá, mientras caminamos al sofá—. Le propusieron a tu padre ser un asociado y no lo aceptó.

—¡Qué! No me lo puedo creer. ¿Por qué te negaste? Eres uno de los mejores abogados que conozco, papá.

—Héctor movió sus hilos, pero ya me conoces, Allie. Siempre me ha gustado comenzar desde abajo. Que sepa lo que valgo y hago mi trabajo de forma correcta. Pero ellos solo accedieron que yo fuera junior durante dos meses. Después de eso, sería propuesto como asociado de la firma Gray.

—Dios mío. Ya veo de dónde Allison sacó tanta humildad —comenta Tony con ironía y pone los ojos en blanco—. En verdad no les entiendo.

—¿Dónde está Ginger?

—Salió corriendo apenas vio a Ellie, mi querido Steve. Ya conoces a mi hermana. Eso es algo más que no tiene sentido. ¿Para qué Ellie la necesita cuando yo estoy aquí? —Se señala a sí mismo con sus paticas de forma graciosa.

—¿Por qué tú eres varón y Ginger es hembra? Es normal que Ellie la prefiera a ella —contesta mamá en broma.

—Auch. Eso me dolió, Anne. —Tony cae hacia atrás con dramatismo y se hace el muerto sacando su lengua. Todos sonreímos por la ocurrencia de la bola de pelos rojiza.

—¿Cómo estás, corazón?

—Pasando el semestre tranquilamente, papá. Nada nuevo. Héctor es un excelente abogado y me está ayudando mucho en mi caso.

—Yo dejo a dos de mis mujeres favoritas. Voy a la ciudad. Nuestra niña está aquí. Por tanto, esta noche hay ¡parrillada!

—¡Parrillada! —grita Tony, despertándose al instante buscando con la cabeza y olfateando con la nariz—. ¿Dónde? ¿Dónde hay parrillada? ¿Por qué no huelo nada? —Los tres comenzamos a reír a carcajadas por la ardilla.

—¿Quieres ir conmigo, Tony? Puedo comprar leche de almendras.

—¿También podemos comprar helado de chocolate alemán? —Papá asiente y los ojos del Varázs se abren con emoción—. ¿Pero qué hacemos aquí, Steve? ¡Vámonos, que se acaba el helado! —Tony vuela hacia las llaves del auto y salta por la ventana más cercana.

—Mejor me voy antes que Tony queme el motor o corte algún cable con los dientes. —Papá nos besa a ambas en la cabeza y sale de casa.

—Sé que no viniste a casa solo por visitarnos. ¿Qué ocurre, cariño? —pregunta mamá y resoplo antes de recostarme al sofá. Ella y su sexto sentido.

El Quinto Elemento (Elements III)Where stories live. Discover now