Capítulo 44. Conexión de mellizos

237 32 13
                                    

—Te noto un poco tenso, Alpha

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—Te noto un poco tenso, Alpha.

El científico reaccionó levantando la cabeza tras un buen rato sumido en sus pensamientos y removiendo la taza de café, ya demasiado tibio para ser tomado.

—¿Eh? —frente a él se encontraba el firme rostro de Beta, observando el comportamiento poco ordinario que estaba mostrando durante aquel día— Ah, no. Estoy bien.

—¿Seguro?

Alpha buscó disimuladamente la mirada de Delta en un intento de tranquilizarse, pero no le dio tiempo antes de que Beta prosiguiese hablando.

—¿Preocupado por tus hijos o qué?

Al hombre se le paró el corazón cuando el psicólogo hizo aquella pregunta. No era la típica cosa que se oía en Apeiro.

—No es eso —trató de aclarar, ocultando su tensión—. Solo estoy un poco nervioso, quiero que salga bien.

—Va a salir bien, tranquilo —dijo Delta mientras le ponía la mano en la pierna por debajo de la mesa. Alpha pareció relajarse un poco.

—Pues claro, no hace falta que lo digas —contestó Beta—. Gamma y yo hemos trabajado mucho en esto. El experimento va a resultar en un gran avance. Mientras no estorbéis...

—No vamos a estorbar —contestó la científica, cansada de la constante actitud pedante de su compañero.

—Sigo sin saber qué haces aquí. Alpha está aquí porque son sus hijos, pero, ¿y tú?

—Porque somos buenos compañeros y Sigma me ha dado dos semanas de libre planificación tras el cierre del Proyecto Theos. He podido permitirme venir a acompañarle —explicó con una seria firmeza—. Además, a día de hoy son sujetos del sector Delta. ¿Y quién soy yo? Efectivamente, Delta, por si te habías olvidado.

Beta arqueó una ceja, desagradado por la respuesta que había recibido.

—¿Y esta?

Todas las miradas se arremolinaron sobre Omega, quien, al lado de Alpha, permanecía en silencio mientras escuchaba todo.

—Sabes que soy su tutor.

—¿Y eso la obliga a estar pegada a ti a todas horas?

—Lleva una semana en Apeiro, aún tiene cosas que aprender. Me pareció buena idea que estuviese presente en un experimento como este, en el que varios líderes de sectores participan.

—¿Ya dominas las tareas de tu propio sector, cielo? —preguntó sarcásticamente a la incómoda joven.

Omega levantó la cabeza y habló con vergüenza.

—Antes de ayer reanudé las investigaciones acerca del proyecto Ànakros, que creo que es lo que más urge, aunque también he estado revisando otras tareas. Diría que estoy todo lo actualizada que podría estar para el poco tiempo que llevo aquí.

Hijos de DiosWhere stories live. Discover now