2. El Pago De Los Favores.

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Annie.

Estoy totalmente agotada, volver después de unas vacaciones largas al ajetreo universitario es una verdadera mierda. Tiro la mochila algún lugar dentro de mi habitación cuando entro y camino arrastrando los pies hasta la cama donde me tiro sin ningún tipo de gracia.

Ha pesar de todo estoy feliz y todo se debe a que después de una negociación junta —bueno, no tanto —logre hacer que el profesor Joseph aceptara ser mi tutor de tesis, lo que me tiene con cero energías —pero feliz debo agregar —, y todo eso se debe a que el es muy estricto y comprometido con su trabajo es por eso que trato de estar a la altura.

Hace algunos días le envié tres posibles proyectos que me gustaría tomar para la tesis en los cuales dos fueron de su interés, también dijo que haría algunas anotaciones y sugerencias que enviare a mi correo después.

Desde hace algunos días estoy ayudando a Eyra adaptarse al plan de estudios, cumpliendo con mi parte del trato. De hecho ella es muy divertida por lo que no es desagradable o pesado convivir con ella incluso nos recomendamos un par de libros la una a la otra. Por otro lado Layan está un poco —demasiado —estresado porque su tutor es un poco duro con ella pero yo le tengo fe y se que ella puede con eso.

Estoy entre la inconsciencia y la realidad cuando el móvil empieza a sonar en el bolsillo de mis vaqueros pero estoy tan cómoda que me planteo la idea de no contestar para sucumbir al sueño que me invade.

El aparato deja y yo me acomodo más en el mullido colchón antes de que el sonido estridente vuelva a llegar a mis odios haciéndome abrir los ojos.

Suelto un bufido pero ya estoy sacando el móvil para contestar.

—¿Si? —contesto, con los ojos cerrados.


—Annie, necesito de tu ayuda —responde la voz de mi hermano del otro lado de la línea.


—Uhm, ¿tiene que ser en este momento, Logan?—digo, en un susurro bajo aun con los ojos cerrados.

—¿Estabas dormida?.

—En eso estaba hast…

—Como sea —me corta —. Si necesito tu ayuda ahora, así que prende tu portátil que te haré viedollamada.

Estoy tentada a colgar el teléfono y así poder conseguir dormir un rato o porque no si tengo algo de suerte ocho horas seguidas. Por sí, desde que estoy en la universidad dormir es un lujo que claramente yo no puedo permitirme. Así pues, en contra de mi voluntad me siento en la cama tallando mis ojos con mi mano libre, antes de ponerme de pie y caminar al pequeño escritorio que está en mi habitación y tomar la portátil.

Lo extraño mucho a él y a Destiny —mi hermana mayor—con quien no hablo desde hace más de dos años porque ella sigue culpándome por lo que paso.

—Te vez como si un camión te acabará de pasar por encima —comenta, cuando su imagen aparece en la pantalla a lo que yo le saco el dedo medio y mi hermano sonríe.

—Hola a mi hermana favorita ¿Cómo estas?, oh por cierto te vez genial —Logan rueda los ojos antes mi sarcasmo.

—Tan linda como siempre, mi pulga aventurera—contesta, con fingida dulzura haciéndome fruncir el ceño.

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