𝗖𝗮𝗽𝗶́𝘁𝘂𝗹𝗼 𝟬𝟰: 𝗠𝗮𝗹𝗱𝗶𝘁𝗼.

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   La nieve cae sobre su rostro en el momento que sale, el patio real se había convertido en el campo de entrenamiento de los soldados y generales. JungKook y los aces también estaban ahí, HyeJin y XiaoJun estaban instruyendo a los más novatos.

  El entrenamiento era de grupos, el príncipe estaba entrenando con todos arqueros del Reino. El ruído de las flechas despegando de los arcos era lo único que escuchaba, sus dedos duelen que debe parar a tomar un descanso. Hay una línea en la que hay más jóvenes, la mayoría pertenece a familias reales, un porcentaje más pequeño es menor de edad. Pero que eso no les nuble la vista, los menores tienen la vista más entrenada.

  Al parecer quieren evaluarlos, ya que la magia tiene muchas expresiones. Para ser específicos, la misma puede manifestarse como quiere, puede tomar el control de un brujo, a eso se le podría llamar descendiente pero los diferencia que el títere no puede hacer nada, el descendiente resguarda un poco de conciencia, ahí si hay lucha de parte del afectado. Un descendiente puede crear títeres, esa es una de sus infinitas habilidades. Quizás una de las más peligrosas, pero no la más poderosa. La más poderosa no se conoce aún, porque nunca llegaron tan lejos.

  A la magia negra no se le puede atacar con magia blanca, pero si se le puede atacar lo que está poseyendo. ¿Cómo es eso? Si una persona por ejemplo, está siendo controlada, la única opción de parar el daño, es matarla. Por más cruel que parezca. Porque el títere ya es inservible en todo sentido, ni bien entra en su sistema, le hace fallar todos los órganos vitales y lo mata en cuestiones de segundos. Por eso matar al afectado, es casi como un favor.

   JungKook nunca ha experimentado nada de eso, jamás tuvo un encuentro con la misma por su enfermedad. Nunca la sintió. Pero si sabe como se maneja, como pudre el ambiente y como asesina. Es un horror, la naturaleza es un horror.

 
—¡A la cuenta de tres...— una voz lejana lo va sacando de sus pensamientos y casi que automáticamente coloca la flecha y la coloca en el arco— uno...

  La suelta y la misma ya va a máxima velocidad, pero erra. No vuelve a tomar otra flecha, deja que los demás disparen. Ve las flechas ser incrustadas de manera perfecta en los círculos amarillos y suspira.

  Su vista se dirige a uno de los menores, este mira del lado contrario de donde estan apuntando. Parece querer escuchar algo, porque sus gestos parecen querer concentrarse en algo. JungKook lo ve cruzado de brazos. Su curiosidad lo hace querer seguirlo, despacio. No se aleja mucho, pero a medida que va caminando se percata de que no tiene rumbo fijo. Una flor se asoma entre la nieve, fresca.

  No hay flores en el hielo. No de ese tipo que está viendo. Sus ojos se dirigen a uno de los guardias y estos están hablando. Es entonces que ahí es cuando uno de sus sentidos comienza a fallar, el auditivo. Deja de escuchar a su alrededor, pero puede sentir una vibración cerca suyo. Como si algo lo quisiera cerca de esa zona.

  El niño está más avanzado. Lo llama, no sabe su nombre pero lo llama. El niño se gira y le da una mirada aterrada, porque sus ojos están inyectados de sangre y de su nariz ha comenzado también a brotar ese líquido. Grita, pero nadie le escucha. Solo JungKook.

  El príncipe lo toma del brazo, y lo arrastra consigo mismo. Algo le está haciendo daño, porque ve a su alrededor, el hielo se está derritiendo. Es magia negra, la magia negra los quiere comer.

   JungKook lo alza y comienza a correr, pero está sintiendo también los efectos secundarios, para ese momento, todos se han dado cuenta, corren y se escuchan gritos —para JungKook lejanos—, es ahí cuando la ve. Cruzan miradas. Ah In. Esta envía a todos dentro del castillo, los guardias también entran. Al príncipe y al niño no le permiten entrar, y lo entiende. Lo reposa sobre el hielo y lo ve luchar por su vida.

𝗗𝗔𝗥𝗞 𝗥𝗢𝗢𝗧𝗦 ᵗᵃᵉᵏᵒᵒᵏWhere stories live. Discover now