Herless

Capítulo 8

Narra Nexa:

No sabía cuándo despertaría Nash, pero esperaba que no fuera pronto, desconocía que tanto sabía, que tanto había visto, y que tanto le había dicho yo.

Shadow estaba ahí conmigo, recargado contra la pared de brazos cruzados y con una mirada de aburrimiento en el rostro.

—Se supone que no le hice tanto daño, ya debería estar despierto —su voz provenía de mi derecha, pero no giré mi cabeza en su dirección.

Estábamos en la recámara donde tenían a Nash, yo me encontraba sentada a su lado, tenía que fingir que me importaba para poder permanecer en el castillo, debía fingir que me importaba tanto que no hablaría hasta que no estuviera despierto.

—¿Cuántas veces has usado tu poder para dormir a la gente? —pregunté, intentando entablar una conversación, estaba tan aburrida como él.

—Quizas unas cien veces, pero jamás habían tardado tanto en volver.

Me incliné sobre Nash y aparté un mechón de su cabello de su frente, la verdad era que el hechicero era atractivo, era pálido, con largas pestañas y unos labios gruesos y del color de cerezas maduras, tenía buen cuerpo, así que no entendía el porqué me producía tanto rechazo, sentía la necesidad de tocarlo, y a la vez de salir corriendo.

Shadow carraspeó.

—Herless tiene la primera tarea para ti.

Suspiré, me puse de pie y me giré hacia Shadow.

—¿Qué es...?

—Tienes que encontrar una llave de hueso, encontrar lo que abre y luego recuperar lo que hay dentro.

Pestañee en su dirección un par de veces.

—Necesito que seas más específico.

—Lo lamento, pero eso fue todo lo que Herless dijo.

—¿Qué se supone que-

—Mira, Nexa, el simple hecho de estar aquí me molesta, así que deberías de ser un poco más agradecida conmigo.

Caminé hacia él, desenfunde mi daga y luego se la arrojé al rostro, Shadow la atrapó justo frente a su nariz.

—Eso fue grosero —dijo, y luego la arrojó a mis pies.

—Me importa una mierda, y si no tienes más detalles que darme, puedes lárgate —y sin más que agregar, recogí mi daga del suelo y la puse devuelta en su lugar.

Shadow sonrió con lentitud, y estaba segura de que diría algo ingenioso, pero en un segundo su semblante cambió.

—Alguien viene —me informó, antes de convertirse en una oscuridad apenas visible.

Salí de la habitación antes de que alguien decidiera entrar, topando me con Lía y el Newell de ojos raros. Shadow desapareció por completo.

—Nexa —solto Lía con emoción, y luego corrió a mi encuentro, envolvió sus brazos a mi alrededor y me apretó con fuerza contra ella, respondí el abrazo intentando parecer lo menos incomoda posible.

Cuando finalmente me soltó, Kyler se colocó a su lado y me dedicó una sonrisa que traté de corresponder.

—¿Cómo te sientes? —preguntó Lía.

—Un poco cansada, pero bien.

—¿Dónde está Scott? —preguntó Kyler.

Ah, el fastidioso vampiro del que apenas me había podido desahacer hace un rato con la excusa de que necesitaba estar sola.