XVII

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La noche siguió adelante. Zoe y Tom estuvieron el resto de la fiesta juntos cual simbiosis. Se habían sentado en una pequeña mesa redonda que había en el jardín. Estaban el uno frente al otro con una sonrisa de oreja a oreja.

- Pensé que te acabarías arrepintiendo de todo esto... - se atrevió a pronunciar ella.

- Si te soy sincero... - balbuceó - cuando llegaste al estudio me encerré en el baño... Tenía miedo - siguió algo avergonzado.

- ¿En serio? - rió - Yo también estaba por dar media vuelta... -

- Vale, tenemos demasiada suerte de ser solo medio cobardes - rió él también

Así siguieron por horas; su conversación era interminable. Al fin.


La fiesta había terminado pronto, sobre la 1 de la noche. Ambos ya habían avisado a sus amigos de que el día siguiente por la mañana tenían planes y no quería ir muy perjudicados.

- A penas he bebido, para que veas que te he hecho caso - dijo Bill a su hermano mayor.

- Así me gusta - le contestó éste mientras cerraba la puerta tras el último invitado en irse.

- Voy a ir a dormir ya porqué si mañana hay irse a las nueve... - soltó rebufando - Buenas noches parejita -se despidió con un tono de burla desapareciendo por las escaleras.

Los dos se miraron al escuchar la palabra parejita, pues realmente no estaba claro que eran. ¿Amigos?, ¿Amigos especiales?, ¿más que eso?...

Aun así, ambos sabían que, fueran lo que fueran, duraría poco.

- ¿Dónde iremos mañana? - preguntó Zoe intentado deshacerse de esos pensamientos.

- ¡Sorpresa! - exclamó Tom acompañado de un gesto de manos raro - Pero te va a gustar, ya verás... -

Tom se acercó a ella y la rodeó por la cintura con sus brazos. Ella lo imitó y se acercaron en un abrazo. Tom la besó en la frente.

- Tom... Sobre lo de la cama... Me da algo de cosa dormir sola - dijo con una leve sonrisa.

Él simplemente le contestó con otra sonrisa.

- Pues vamos - la cogió por las piernas y se la cargó a hombros.

Eh! ¡Bájame! - rechistaba ella entre carcajadas.

- Deja de patalear o nos vamos a caer - añadió él manteniendo el equilibrio por las escaleras.

Llegaron al segundo piso y Zoe se dio por vencida. Tom abrió la puerta con una leve patada - la puerta solo estaba ajustada - y entraron. Tiró, sin hacerle daño, a su chica a la cama y ésta se lo quedó mirando tumbada.

- Sé lo que vas a decir - dijo él - que soy guapísimo y muy fuerte - añadió mientras se cruzaba de brazos y lanzaba una mirada triunfal al horizonte.

- No - contestó con una risita - iba a decir que eres idiota -

- ¿Ah sí? -

- Sep -

- Pues prepárate... -

Tom se abalanzó sobre ella y le empezó a hacer cosquillas como si no hubiera un mañana.

- ¡Para! - suplicaba Zoe entre lágrimas de risa - Por favooooooor -

Paró un momento poniéndose encima de ella para bloquearla.

Underage. (Tom Kaulitz)Where stories live. Discover now