Capítulo 3.

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Forcejeo con el hombre que me tiene sujete de ambas manos.

Pataleo y suplico por piedad pero nada parece dar resultado.

Estoy en lagrimas, para este punto me arden los ojos, me arde la garganta de tanto gritar.

¡CÁLLATE! - Siento como mi mejilla se calienta y al mismo tiempo, arde, me a dado una bofetada.-

Por favor, déjenos ir .-Pido entre sollozos lastimeros.-

¿Crees que lo haré? Estas loca si crees que eso va a suceder .- Planta un beso en mi mejilla, justo ahora puedo sentir la repulsión corriendo por mis venas.- 

¡Oh vamos! Se que te a gustado ese beso .- Me guiña un ojo sonriendo.-

Nunca debí de hacer lo que hice, fue un impulso de mi parte.

Recibo otra bofetada en mismo lado que el anterior, esta vez arde mas fuerte.

El hombre que me tiene sujeta, se limpia con una mano la cara; le escupí con todo el odio del mundo, su cara esta cargada de algo que no puedo explicar.

Sus ojos son ahora de una tonalidad demasiado oscura, aterradora.

Vuelves a hacer eso niña malagradecida y juro que no tendré piedad la próxima vez .- Anuncia con voz determinante cargada de ira.-

No dejo de luchar, no dejo de pedir que nos liberen, pero son suplicas que quedan en el aire, ellos están tomando todo lo que pueden de la casa.

Mi madre esta inconsciente, no se mueve y dudo que respire.

No se que hacer, quiero gritar fuerte hasta que mis pulmones ardan pero sera imposible.

Dos de los hombres nos toman a mi y a mi madre, nos están llevando escaleras abajo.

Otro de ellos trae consigo una bolsa negra bastante llena; en ella se llevan gran parte de lo que con tanto esfuerzo se han ganado mis padres.

~

No se a donde nos dirijamos, en realidad, ya nada de lo que pase de ahora en adelante me importa. 

He sentido demasiado movimiento en el transcurso de a donde sea que nos lleven.

Me duele la cabeza como el jodido infierno, me duelen mis manos por las amarraduras que tengo, se están comenzando a entumecer mis dedos de las manos debido al poco acceso de sangre.

Sin embargo lo que he escuchado de sus platicas que tienen de vez en cuando es que, todo esto es por venganza y para que la persona que le estén haciendo esto, aprenda.

Alguna de las voces que he escuchado me parecen bastante familiares pero no logro reconocer de donde o de quien provienen.

Vuelco mi atención hacía mi madre quien se encuentra a un lado de mi; me mira con ojos melancólicos. Trato de dedicarle una mirada en señal de que todo estará bien pero no se si logra entenderme.

Muy bien muñecas, hemos llegado .- Anuncia uno de los sujetos, que creo, es el que me retuvo en mi habitación.-

Greg, ayúdanos a bajarlas .- El hombre que hablo hace unos instantes ahora le habla al hombre que esta a mi costado derecho; él solo asiente sin pronunciar nada.-

Después de que primeo bajaran las bolsas llenas de no se cuanto; nos bajaron a nosotras. Uno de ellos, un poco voluminoso, tomo entre sus brazos a mi madre, colocando la en su hombro como costal de papas.

Otro de ellos, que asumo, es quien estaba a mi costado derecho; me baja sin tener el mínimo cuidado.

Quiero llorar pero me he quedado tan vacía que me es difícil hacerlo.

Quiero gritar de nuevo pero no puedo, me impide hacerlo el pedazo de tela que tengo en la boca y la cinta que hace que no se salga la tela.

¿En qué momento paso todo esto?

~

No tengo ni la mínima idea de cuanto llevamos aquí, no se donde nos encontramos.

Muero de hambre, de frío, mis músculos se han tensado, me duelen cada vez mas mis manos por las ataduras que tengo y de las cuales no tengo.

He perdido por completo la noción del tiempo.

Siento como mis ojos me arden por tanto llorar, siento como los tengo cada vez mas hinchados.

Algunas veces vienen a dejarnos comida, (bueno, si a eso se le puede llamar comida); solo es un poco de agua, un pedazo de pan, y una rebanada de pollo. Es todo lo que ingerimos en el día, o noche.

No puedo renegar de lo que nos dan, al menos es comida, aun que no lo pueda creer, esas migajas que nos dan me han servido de mucha ayuda.

Prefiero tener aun que sea el pequeño pan a no tener nada.

No se si mi Tía se a dado cuenta de nuestra ausencia, supongo que si ya que estoy sujetos dejaron un desastre en la casa.

Dudo que Alfred este buscándonos, para el, nosotras somos muy poco, al menos eso creo yo.

Esto se a vuelto un jodido infierno.

Estamos en nuestra propia miseria, por todos lados hay tanta suciedad, de ambas.

A lo lejos se escuchan pasos, de un momento a otro me encuentra queriendo saber mas.

Intento acercarme a la puerta pero me es imposible ya que a mi madre y a mi nos ataron con unas cadenas.

Cada vez se escuchan mas cercas, de un momento a otro las luces son encendidas, lo que me provoca un mareo instantáneo a lo que me veo obligada a cerrar los ojos.

Para cuando trato de abrir los ojos para poder acostumbrarme a la iluminación; logro distinguir que hay dos tipos parados enfrente de nosotras co expresiones enfurecidas.

Uno de ellos se acerca a mi y de un movimiento brusco me da la vuelta, quedando boca abajo.

Pataleo y como puedo forcejeo.

Ese mismo hombre baja mis pantalones que uso para dormir.

No quiero que sea así, quiero morirme, no quiero, me rehusó.

Con una de mis piernas le proporciono un golpe demasiado fuerte en la sus partes, escucho como gruñe y avienta palabrotas.

Así me gustan, rudas, como tu .- Vuelve a cernirse sobre mi, acaricia con lentitud que para mi parece una tortura; mis brazos y con el, el resto de mi cuerpo.

No puedo mas, quiero que todo esto termine ya.

Me siento asqueada, me siento la peor persona del mundo.

Siento que esto me lo merezco por todo lo que he hecho, pero sin embargo no quiero que continué, no quiero.

Comienzo a llorar por que hasta ahora, es lo único bueno que he hecho hacer.


Eres mía y de nadie más.  [ EDITANDO ] #Wattys2018Where stories live. Discover now