Fate: La saga de invocaciones de Shirou Emiya

Capítulo 54: Mysterious heroine X parte 3

Assassin gruñó cuando el golpe de Saber la arrojó a través de la ventana de una tienda cercana. Sintió sus costillas romperse cuando golpeó la pared, y un grito de dolor salió de ella antes de que pudiera detenerlo. Su visión se volvió borrosa y agujereada, y podía escuchar un zumbido en sus oídos.

Duele.

Un estante se derrumbó cerca, arrojando revistas por todo el piso.

Duele.

Los sonidos de la batalla se hicieron más lejanos.

Duele.

Sabía que se suponía que debía levantarse, ponerse de pie y seguir luchando, pero le dolía muchísimo. No quería levantarse, no quería volver a enfrentarse a Saber, no quería ver su propio rostro mirándola así-

¿Por qué siempre sale así?

[Tengo miedo.]

H

ubo un silencio inusual en las horas de la mañana de la casa Emiya. En este momento, la cocina habría cobrado vida cuando Shirou y Rin prepararon el desayuno para todos en la casa más el tigre que saldría corriendo por la puerta. Ella siempre disfrutó de esos momentos. La comodidad de una familia no era algo que ella tuviera el placer de conocer mientras crecía, pero estaba segura de que debió sentirse así.

Pero esto no fue tan fácil y tranquilo. Este era el silencio de los condenados.

Ella lo había abrazado mientras él lloraba hasta quedarse dormido la noche anterior. Desgarrado por la muerte de Rin, él se estaba desmoronando ante sus ojos, y lo único que podía hacer era brindarle consuelo físico, tal como él lo había hecho por ella. No se sentía suficiente, nunca se sintió suficiente, pero era todo lo que tenía.

Se paró fuera de su habitación, escuchando el sonido de su respiración a través de la puerta.

¿Qué vamos a hacer?

Saber y la chica Einzbern habían dividido sus fuerzas tan fácilmente que se había sentido como un ratón bajo la pata del gato. Pero no había nada divertido en la forma en que la brillante espada de alambre atravesó el pecho de Rin. Con Saber evitando a Archer, Berserker y a ella misma al mismo tiempo, y con Shirou tan increíblemente lejos, estaban indefensos.

Una vez más, había bloqueado las hojas con esa saber. Una vez más, ella había perdido.

Apretó los dientes y apretó los puños mientras una ola de ira la invadía, antes de estrellarse contra las arenas de la desesperación. Porque si los tres no hubieran podido derribar a Saber, ¿qué esperanza tenían dos?

"Te ves cansada."

Ella buscó. El rostro de Berserker estaba cubierto en su mayor parte por un pañuelo rojo a cuadros, pero sus fríos ojos dorados estaban llenos de preocupación.

Ella trató de sonreír. No funcionó.

"Si tienes algo por lo que estar emocionado, me encantaría escucharlo".

Berserker inclinó la cabeza hacia un lado. "Lastimarte así no te hará más fuerte, Assassin".

Otra ola de ira.

" No me llames así," siseó.

"No voy a llamarte Saber". Berserker se cruzó de brazos. "Especialmente no delante de él".

Ella apretó la mandíbula. No había discusión con eso. Ahora esos zapatos estaban manchados de sangre y no quería caminar con ellos.

Yo no era lo suficientemente buena.