Capítulo 23.

21.6K 1K 143
                                    

Segunda vez que me pasa esto.

Todo seria mejor si después de una noche de mucho beber despertaramos al dia siguiente de maravilla y sin ningún síntoma desagradable. Desafortunadamente para mi y para muchos, eso no pasa.

Acabo de abrir los ojos y lo primero que sentí fue el horrible martilleo en mi cabeza, nada lindo.

Restriego mis ojos con mis manos, para poder hacer mi vista más clara. ¿Quien sabe que carajos hice anoche? Lo único que recuerdo es estar bailando en la pista con la vista de Scott fija en mi.

Cuando volteo, veo a Scott despertandose, con la sabana hasta su cintura y sin camisa. Oh Dios.

No habremos hecho algo el y yo...

—Buenos días. —me saluda sonriendo, luego cambia su cara a confusión, cuando mira mi cara de susto. —¿Qué pasó? —pregunta asustandose igual.

No le respondo. Agarro la sabana y lo destapo, dándome a un Scott en bóxer. Dios, debo admitir que el cuerpo de mi amigo es lo más sexy.

—¿Tu y yo no habremos... —hago señas con las manos. —ya sabes. 

Scott suelta un suspiro y luego una carcajada.

—Claro que no.

Suelto un suspiro de alivio.

—¿Por qué estás en bóxer? —pregunto confusa.

Scott me mira y luego se mira a el.

—Supongo que la costumbre de dormir así. —dice riendo.

Mis ojos se abren como plato. Si yo duermo así, moriría de frio. Aunque con el cuerpo de Scott al lado, estaría más caliente que nunca.

En que estoy pensando, por Dios.

—¿Duermes así siempre?

—Sí. —dice Scott encogiendose de hombros.

—Afortunada tu cama. —susurro para mi, pero para mi mala suerte no lo dije muy bajo, porque Scott soltó una pequeña risita.

Con mis mejillas calientes y muy sonrojada, no se porque, me levanto rápidamente de la cama.

—Iré a bañarme, para luego hacer algo para desayunar. —digo un poco nerviosa. Scott me da una sonrisa encantadora que me hace sonreír también, es una sonrisa hermosa. Y unos labios igual de hermosos.

Basta de estos pensamientos. Debe ser el dolor de cabeza.

—Yo me bañare abajo. —dice el.

—Hay ropa tuya en mi closed. —digo, el alza una ceja y me mira divertido. —Tengo mucha de tu ropa de cuando duermes aquí.

Suelto una risita antes de entrar al baño. 

Me desprendo de mi ropa de ayer, que lleva un olor de lo que parece ser vómito. Al parecer vomite anoche.

Cuando entro en la ducha sonrió tontamente, agradezco mucho a Scott por haber estado conmigo ayer.

Cuando salgo de el baño, Scott esta afuera, bien vestido. Con un ademán lo echo de mi cuarto para poder vestirme. 

Saco lo primero que veo en mi closed y me lo coloco, peino mi cabello. Ya lista, bajo corriendo, debo hacer algo se desayunar para Scott y para mi.

Cuando bajo me encuentro a Scott preparando café. Mi dolor de cabeza aumenta de mil a dos mil, el olor a café me marea.

—¿Sabes que odio el café, cierto? —le pregunto, mientras me siento en la mesa.

—Es para mi, y para tu madre cuando llegue. —me explica. —A ti te hice un jugo, esta en la nevera. Antes tomate las pastillas.

BAD GIRL, GOOD LIPS. (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora