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XLI

Tal vez era algo poco para los demás, algo que podía soportarse, pero Jinsoul se estaba algo cansando, mejor dicho, algo asustando con el sentimiento

Ahí estaba otra vez entrando al hospital donde su padre se atendía. Su enfermedad era algo a la sangre, no era una enfermedad letal, pero él simplemente comenzó a tener síntomas en ciertas situaciones y eso lo inhabilita de muchas cosas, como el hacer deporte

El tema de que Jinsoul lo vaya a ver y este se sienta mal se comenzó a ser muy repetitivo. Ya hasta Jinsoul dejó encargado a alguien de llevarlo de inmediato se sienta mal. La ambulancia estaba siempre disponible en caso de accidentes dentro del instituto, pero para este caso le quiso poner a alguien más porque lo otro lo quieren dejar para esos casos de emergencia

Ya varias veces fue que tenía que llamar y se iban, Jinsoul tomaba su auto y lo acompañaba. Se saltaba algunas clases o incluso compromisos, pero ya qué le iba a ser, solamente no le avisaban bien, o eso justificaba

Muchas veces pasó susto, pero le dijeron que todo era normal. Ya era una costumbre, el hecho de que se desvanezca pasara seguido y eso lo llevaba a tener una cita en el hospital, era como lo típico aunque sonara extraño

Le decían que no había ningún problema y con eso, debían hacerlos sentir más despreocupados. Era un círculo vicioso en el que estaban hace tiempo

—Te esperaré fuera— Avisó Haseul cuando estaban ya cerca de la habitación del doctor donde se estaba atendiendo el padre de Jinsoul

—Claro, gracias— Dijo Jinsoul para luego ver a Haseul retroceder y sentarse en algún banquillo para esperar

Después de ver a su amiga sentarse, se llena los pulmones de aire antes de tocar la puerta. Esperó alguna señal por otro lado, así un buen tiempo. De forma paciente, esperó hasta que tiempo después, la puerta se abrió

—¿Eres la hija del señor, cierto?— Preguntó el señor cuando abrió la puerta, Jinsoul solo asintió con la cabeza y esta la miró más normal —Tengo que ir a buscar su nueva dosis, ¿Te quedas aquí mientras?—

—Por favor— De forma tímida, dejó pasar por un lado al señor y se insertó en la habitación 

Cerró la puerta de forma silenciosa, su padre estaba sentado en la camilla de forma normal, solo que reposando como si nunca hubiera tenido una cama millonaria y cómoda 

—No te hagas el dormido— Jinsoul con la el peluche pequeño que llevaba, le golpeó el hombro

—Auch, ¿Qué es esto?— Alcanzó a agarrar el conejo de peluche por las orejas —¿Un peluche?—

—Sí, ¿No puedo andar con un conejo como si fuera una niña?—

—En otras condiciones te hubiera llamado la atención— Dijo el hombre devolviendo este hacia Jinsoul —¿Es de Miyeon?— Dedujo

—Sí, pero no es lo que piensas— Negó rápidamente tomando del peluche para dejarlo en su regazo mientras se dejaba estar en la silla a su lado

—¿Entonces qué es?—

—Es de ella, se le quedó en mi auto cuando la fui a buscar a su casa. Se lo tengo que devolver, no sé por qué lo traigo— Se dijo sintiéndose algo tonta o infantil

—¿Vienes con ella?—

—No, llegué con Haseul y después nos iremos a su casa, pasaré la tarde ahí— Contestó Jinsoul algo fría —Lo del peluche pasó ayer—

—¿Y cómo va?— Preguntó él volviendo a cerrar sus ojos

—No entiendo. Cómo va qué— Comentó sarcástica —Si te estás refiriendo a que quieres saber si estoy en una relación con ella, te aviso que no quiero pelear contigo mientras estás en el hospital—