-Señorita Pepper, desde este momento esta usted detenida, tiene derecho a permanecer callada, todo lo que diga de ahora en mas será usado en su contra. Entre al auto por favor.
-Le repito por milésima y una vez: YO NO HE COMETIDO NINGÚN DELITO. Ademas soy menor de edad, no me pueden encarcelar.
-Bien, eso se lo tendrá que explicar al juez.
-Ustedes no pueden venir de la nada, esposarme y querer llevarme presa. Eso es un delito, yo en cambio solo estaba escuchando música y de pronto aparecen y me interrumpen.
*** (7 horas antes)
-Sammy despierta. Sam despierta. ¡CABRONA DESPIÉRTATE YA!
-Dyl, callate ¿Si?
-Vamos, hoy es lunes. Aghh a veces dan ganas de mandarte como un paquete a Rusia.
-Pues hazlo, ya que, no quiero ir al colegio.
-Pareces una niña de cinco años, ponte a llorar y te dan el papel- me coge del brazo y tira para que yo me mueva, pero para su mala suerte, yo ni me inmuto.- Hostia puta, levántate hermana.
-Ok, ok pero sal de mi cuarto así puedo cambiarme.
Él sale y yo perezosamente me levanto de la cama. Me coloco unos jeans sueltos, una camiseta rosada y converse negras.
Lo se, lo se, se estarán preguntado porque no llevo un top y una pollera, o vestido y tacos, la cuestión es simple: estoy en esos días, me llego Andrés, marea roja, o como diablos quieran decirle. Y en esos días mi humor decae, como a cualquier chica, y solo quiero estar cómoda sin ser demasiado vista. Solo demasiado.
Me cepillo los dientes, hago mis necesidades, me hago una coleta y me pongo un poco de máscara. Realmente parezco otra, en el sentido de que estoy mucho más natural que cualquier otro día.
Bajo a la cocina y me encuentro a Alex, a Dylan y a un chico que reconozco muy bien: Tyler. Él es otro del grupo de mi hermano, literalmente lo amo, es como mi segundo hermano, desde que vinimos a Nueva York estuve siempre junto a él.
Debo decir que es guapo pero, nunca he tenido nada salvo algunos besos hace unos años.
-Preciosa, ¿Como estas?- lo abrazo por el cuello y él, con su brazo derecho me rodea la cintura.
-Hola Tyler, bien y ¿tu?
-Perfecto- me sonríe
Dylan me ofrece una tostada a lo que a mí se me revuelve el estomago, pero aunque me niegue miles de veces, el me obliga a comer.
-Así me gusta, estas muy flaca.
-No soy una niña- protesto.
-Estas distinta. ¿Sin maquillaje? ¿Mal peinada? ¿Mal vestida?- Alex pregunta.
-Ey, no te quejes que me he peinado y pintado las pestañas.
-Solo...estoy acostumbrado a verte más...producida.
Tyler se carcajea ya que sabe porque estoy de este modo.
-Esta así porque la vinieron a visitar- risa- Andy- risa.
-Sois unos idiotas.
Con mi mal humor me voy hacia la escuela caminando, ya que esta semana le toca usar a Dylan el auto.
El día en el instituto ocurrió de manera normal, clases sin prestar atención, hacer que las parejitas de las chicas estúpidas con chicos guapos terminen, y lo que incluye un día en mi vida. Lo único raro, fueron mis amigas, no me hablaban y se pasaban notas como si estuviésemos en kinder, bueno pensándolo así no es tan raro, digamos que son retrasadas e inmaduras.
YOU ARE READING
Ser zorra no es facil..
Teen Fiction¿Alguna vez han oído hablar de la típica zorra americana? Sí, esa. La rubia que se acuesta con todos. Pues, esa soy yo, salvo por varias diferencias. 1-No soy rubia. 2-No soy americana. 3-No me acuesto con todos. ¿Intrigados? Los invito a leer esta...