|....| El primer amor, es hermoso, mágico y único hasta que te destruye completamente.
Porque para Lily, realmente hubiera sido su final feliz, si él, fuera el indicado.
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"Porque las chicas buenas
son chicas que son malas
que no pueden ser pilladas"- Good Girls, 5SOS
Lily miraba los pasillos de aquel hospital sintiéndose algo enferma, quizás teniendo aquellos recuerdos de cuando estuvo en un centro con esas características, mira a su madre a su lado que se encontraba hablando con el director del centro en el cual estaban donando la embajada dinero para un nuevo tratamiento paliativo contra un tipo de cáncer.
Estaba más que aburrida, incluso se preguntó ¿Qué hago aquí? Luego recordó que casi tuvo un ataque de pánico en comenzar todo de nuevo en una nueva escuela donde no conocía a absolutamente nadie.
Además, apenas y sabia las nuevas costumbres de aquel país y para aumentar su ansiedad, sus clases comenzaban mañana.
- Cariño- dice su madre llamando su atención.
- ¿Sí mami? - sonrie ella viéndola.
- ¿Por qué no vas por algo de comer? Iremos a ver pacientes. Y se que no te sientes bien.
- Gracias- asiente ella sonriendo, viendo como la seguridad de su madre, los cuales la seguían al igual que a su asistente, que sin lugar a duda debían pagarle mucho más.
Lily suspira una vez dentro del ascensor, apoyándose en la pared de este mirando sus uñas pintadas de color rosa. Era normal para ella mudarse cada cierta cantidad de tiempo, su madre le había prometido que esta vez al menos estarían cuatro años en Corea, aunque ella sabía muy bien que era una promesa que no siempre se puede mantener, pero si seguían a ese ritmo planeaba mudarse con su papá a Londres o moriría de un ataque de pánico.
Camina cabizbaja cuando llega al primer piso chocando con un pecho duro. Quizás el problema de medir un metro sesenta centímetros y ese chico al menos la pasaba por veinte centímetros haciendo que ella derramara el café que el sostenía en sus manos quemándolo en el intento.
- Dios mío, lo siento mucho- dice ella viendo al chico con la chaqueta de cuero y como el café empapa su sweater - realmente lo siento mucho – murmura tocando su pecho intentando sacarle la prenda mojada.
- ¿Qué haces? - cuestiona alarmado dando dos pasos hacia atrás.
- Dios lo siento- murmura ella alejándose un poco viéndolo – no se mucho de costumbres, apenas tuve tiempo de aprender coreano, lo siento, de nuevo, enserio lo siento, por favor no llames a la policía, juro que no trataba de violarte. Aunque eres guapo igual podría tratar de hacerlo.
- ¿Qué?
- Lo siento, cuando estoy nerviosa digo muchas cosas sin sentido.
El chico frente a ella solo la observa por unos segundos que parecían eternos y ríe viéndola, haciendo que se le achinaran los ojos y ella se sonroje observándolo.
