7 de abril • kooktae

Capítulo 1

Era 7 de abril.

Un día como cualquier otro en la monótona vida de Jungkook. El sol iluminaba débilmente en lo alto del cielo, las hojas rosadas de los cerezos caían, la fresca brisa primaveral soplaba y despeinaba sus dorados cabellos.

Una pelota de fútbol golpeaba su cara. 

—¡Kook, mierda! —su amigo Hoseok corrió hacia él, preocupado. Colocó la mano en su espalda— ¿Estás bien? ¿qué hacías que no mirabas?

El chico, agachado y con ambas manos en su cara, trataba de aguantarse un fuerte gemido de dolor. Sus compañeros Yoongi y Namjoon se acercaron a ver cómo estaba. El profesor hizo sonar su silbato y los siguió, dando largas zancadas hasta llegar a la portería.

—Oye, oye. Mira acá, joven —ordenó, poco después alzando las cejas con sorpresa al ver un gran chorro de sangre bajar por la nariz del rubio— caramba, esto tiene mala pinta... ¿deberíamos llamar a una ambulancia?

—Solo es una hemorragia nasal —respondió Jungkook, tapándose la nariz y levantándose con algo de dificultad— No voy a morirme.

—¿Y si les salen los sesos por la nariz?—habló Hoseok, atemorizado. El profesor lo miró, también asustado.

—¿Qué... qué estás diciendo alumno 2? Ja, ja...

—No asuman que este pendejo tenga un cerebro que perder —respondió Yoongi, bostezando.

—Eh, señor Lee, creo que debería ir a la enfermería —sugirió Namjoon, con una mueca preocupada.

—Gran idea, alumno 3 —el hombre chasqueó sus dedos con energía— ¡Tú, Kim Taehyung! ¡Si tú, no te hagas el sordo!

Jungkook observó al chico a quien llamaba. Había estado sentado en el banquillo desde que la clase había comenzado y ahora, miraba hacia un lado, fingiendo que no estaba escuchando al profesor. Vestía un chándal que le quedaba algo largo y ocultaba parte de su rostro con la capucha.

Kim Taehyung, un chico extraño.

Compartían la mayoría de las clases pero juraría que nunca había hablado con él ni una sola vez en todo el año. El chico siempre estaba callado, solía estar escuchando música todo el rato con sus auriculares y apenas hablaba con la gente durante las clases. 

No destacaba en nada particularmente.

Tal vez podría aprovechar esta oportunidad para acercarse a él y conocerlo mejor.

—¡Y no andes con quejas, no has hecho nada en toda la hora! —hablaba el profesor, mientras el callado chico caminaba lentamente hacia el cúmulo de gente. El señor Lee sacó un papel de su bolsillo— además, el justificante que me diste antes está firmado por tu madre Eun-ji, ¿por qué en el anterior se llamaba Eun-yeong? ¿se cambió de nombre o qué?

—Sí —contestó el chico, encogiéndose de hombros. 

Su voz era baja y grave, pero a la vez suave. Miraba al profesor con indiferencia ante su descarada mentira. El sol golpeaba la dorada piel de su rostro y el viento desarregló su negro gris, dejando ver una pequeña cicatriz en su frente.

—Tú... Puede que sea el profesor sustituto, pero no soy tan estúpido... ¿¡Solo quieres saltarte la clase, cierto!? Ya son mayores de edad, deberían de dejar de...

—Ehm profe, Jungkook está volviendo a sangrar. —Yoongi lo interrumpió.

—¡Oh, madre mía! Taehyung llévatelo. Luego hablaremos de esto —el hombre sacudió sus brazos— ¡no hay nada de que ver acá! ¡prosigan con el partido, panda de vagos pajeros!