Dante no era un hombre común, tenía un buen físico, era imposible pasar de él y principalmente cuando llevaba su uniforme policial, era como si cada músculo fuera acentuado por esa camisa azul marino propósito, o como si su hermoso trasero quisiera escapar de esos pantalones negros, muchas mujeres apostarían que a parte de esa arma en su cintura, lleva otra arma aún más letal y más de una querría ser atacada por ella.
— ¿Entonces? ¿Aún no decides donde ir esta noche? [preguntó Rick ansioso porque Dante se animara a ir a algun buen bar a pasarla rico por su cumpleaños número 27.
— No es la gran cosa. [Contentó Dante muy indiferente mientras organizaba unos papeles en su escritorio] Sólo quiero dormir, la persecución de esta mañana me dejó agotado.
Rick aún no terminaba su almuerzo, estaba sentado justo al frente del escritorio de Dante, según él, podía convencer a Dante de salir a pasarla bien y comer al mismo tiempo, en ocasiones Dante lo reprendía con la mirada cuando hablaba con la boca llena.
— Por favor, hermano, hace tanto que no salimos, no todo es trabajo, vamos a disfrutar. *a Rick le urgía una salida con su mejor amigo, de esas que ya no hacen desde que se convirtieron en oficiales del condado de Millve.
— Ya veremos. [Contestó Dante aún organizando papeles, parecían no tener fin]
***
— ¿Qué debería usar? [Hana estaba revoloteando todo en su armario, había una montaña de ropa en el suelo y otra más o menos igual en la cama, Abril terminó sentada en la única esquina de la cama de Hana había dejado viva]
— ¿Si te das cuenta que te pongas lo que te pongas lucirás bien? Termina ya, yo también necesito prepararme. [Abril revisaba su instagram en su teléfono mientras Hana hacía un berrinche innecesario como siempre. Abril tenía razón, cualquier cosa que Hana usara le quedaría bien, era alta, delgada, con unas hermosas piernas largas y un cabello de seda que agradece a su abuela coreana, también agradecería sus hermosos ojos rasgados a su abuela pero no está tan orgullosa de ello. Hana no tenía mucho de nada, sus senos encajan perfectamente con su estructura delgada y su piel morena hacía juego con sus ojos cafés, era preciosa.]
— A ver, Abril ¿Cuantas veces cumples dieciocho?
— Todavía no tienes 18, sólo quedamos en celebrarlo hoy sólo porque el mes próximo, que es realmente tu cumpleaños, estaremos en examenes finales y será imposible escaparnos de nuestros padres.
— SÓLO UNA VEZ. *Gritó Hana haciendo caso omiso a lo que acababa de decir Abril, hoy era su cumpleaños y nadie iba a cambiar eso*
— ¿Conseguiste las pastillas? [Pregunto Hana echándole un último vistazo a su tan esperada decisión de vestido]
Abril tiró su teléfono en la montaña de ropa que aún estaba en la cama — ¿Estás loca? [Susurró que apenas Hana escuchó] La última vez nos metimos en un gran lío, mis padres siguen enojados, esta vez no te apoyaré amiga.
— ¿Por qué tanto drama? Esta vez tendremos más cuidado y listo, sólo quiero pasarla bien, es mi cumpleaños ¿Va?
Abril no del todo de acuerdo puso los ojos en blanco y se inclinó para salvar su teléfono del monstruo de ropa en la cama.
Eran las 9pm y Hana estaba lista, con un hermoso vestido negro con escarchas pegado a su cuerpo que apenas cubrían su trasero y unas hermosas zapatillas plateadas que combinaba a la perfección con el colerito plateado que usó para sujetar su cola alta de caballo que todavía sujetado alcanzaba sus hombros. Hana estaba castigada pero eso nunca fue impedimento para hacer lo que se le diera la gana, así que aprovechó la ausencia de sus padres para ser recogida por Bonnie y Krystal, cuando Abril, Bonnie, Krystal y Hana se reunían, nada bueno sucedía.
Rick logró convencer a Dante de salir a celebrar sus dulces 27 y llegaron a una discoteca que está a las afueras de la provincia, cuando entraron fue imposible que algunas chicas, incluso si estaban acompañadas, se dieran vuelta para verlos, tantas persecuciones y entrenamientos habían convertido a esos dos en partidazos, Dante llevaba unos jeans que combinó con una camisa negra y unos zapatos de cuero negros, su cabello rubio brillaba bajo los focos del lugar y sus ojos azules llamaban la atención de más de una chica en el lugar, aunque Dante no estaba convencido de ir al principio, estando en el lugar logró animarse, extrañaba divertirse y distraerse de los problemas. Rick y él se sentaron en unos sillones del fondo mientras disfrutaban shots de tequila.
— Espero que salgas de aquí con más de una en brazo. [Gritó Rick entré la música]
— Sólo pasémosla bien amigo, no necesito un par de tetas para disfrutar. [Contestó Damon dándose un shot de tequila que provocó un apretón de ojos]
Rick vio un par de piernas que llamaron su atención y fue a perderse en la pista, Dante sólo se quedó sentado disfrutando de la música y de cómo los shots empezaban a hacer efecto.
