DESFIBRILADOR

Recuerdos

Llegó el día en el que Katsuki tuvo que partir, le explicó a su pequeña que se iría por un momento, pero que no debía preocuparse, tenía a sus abuelos, tenía a Izuku y a su mamá, la pequeña se aferró a él en un abrazo para después buscar consuelo en los brazos de Izuku, ambos lo extrañaría mucho.

Y ambos lo extrañaron mucho, Izuku ya era parte de la vida de Eri, una parte muy marcada, la niña confiaba plenamente en él para todo, incluso él mismo tomaba la responsabilidad respecto a sus cuidados y su estudio, la escuela donde se encontraba era muy inclusiva y eso le daba tranquilidad, pasó un mes, extrañar a Katsuki se sentía a flor de piel, pero se tenían el uno al otro, Izuku cuidaba con mucho amor, no solo por Katsuki, esa pequeña también se había convertido en su luz, no la soltaría jamás.

Pasaron dos meses más Izuku se comenzó a preocupar, no había tenido noticias de su amado desde que se fue, eso le dolía, aunque no tuvo que esperar mucho más, un día mientras se daba el tiempo de estudiar en casa y Eri estaba en la escuela llegaron a tocar la puerta.

Abrió y se encontró con su jefe, siempre vestido de negro, le dio el pase y charlaron de trivialidades unos minutos hasta que le entrego una memoria USB al chico pecoso.

—¿Esto que es señor Aizawa?

—Un mensaje de alguien importante para ti, dentro de la memoria están todas las instrucciones que debes ir siguiendo, te sugiero que lo averigües ahora, me quedaré aquí.

Izuku le sirvió una taza de café mientras se retiraba a su habitación y encendía el monitor, a decir verdad, se sentía algo emocionado, solo había una persona importante que le mandaría un mensaje, una vez colocado el USB apareció en la pantalla una lista con dos videos y una carpeta.

En el primer video se podía leer Ver primero Así que hizo clic con el ratón en ese y lo primero que miró fue una hermosa sonrisa de su chico amado, sentado en el césped, de espaldas a él un hermoso jardín.

"Hola, mugroso ¿Acaso me has extrañado? Yo también te he extrañado bastante, me gustaría estar ahí, probar esa dulce miel que siempre fueron tus labios, mi lindo Izuku, no solo tú has recibido un video hoy, también mis padres y mi adorada cachorra, los tontos de mis amigos, incluso mi suegra, mantengamos en secreto que este video dura unos cuantos minutos más que todo el resto, lamento no poder haber dicho esto en persona, realmente entiendo si en algún punto de esta vida eso es juzgado como un acto cobarde, pero soy un egoísta, y tome la decisión que yo creí correcta.

Mi amor, antes de seguir quiero pedirte perdón, perdóname porque sé que te voy a lastimar, sé que lo que diré te dolerá, y aunque es lo que menos deseo es algo que debe hacerse, sabes Nadie sabe cómo despedirse, y parece tan fácil hasta que lo intentas, y lamentablemente endulzar esta verdad no puedo.

Unos meses antes de conocerte me detectaron un glioblastoma multiforme, un glioma de rápido crecimiento, un tumor cancerígeno en el cerebro que es inoperable, sé que eres lo suficientemente listo para saber por qué ya no poder estar ahí contigo."

Izuku ya estaba llorando, pero en ese momento pauso el video, se arrodilló frente al escritorio y solo Aizawa que estaba en la sala pudo escuchar el llanto desgarrador que provenía de esa habitación, apretó la taza de café entre sus manos y bajó la mirada, no podía hacer nada.

Izuku no quería creerlo, no quería poner Play de nuevo al video y escuchar lo mismo, no quería que fuese real, esas fracciones de segundo en la vida en las que deseas que todo sea una mentira, un sueño del que pronto despertaras, y no es así, la vida es un examen para el que nunca te preparas lo suficiente.