Capitulo 3: Una nueva amiga

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Cuando Rebecca volteó algo asustada a sus espaldas para ver quien le había hablado, se encontró justo del otro lado del río a una pequeña niña de dos coletas en su cabello observándola con una sonrisa en el rostro. Rebecca al verla le pareció una niña muy tierna, pero resguardando la calma paró de conjurar hielo y se paró firmemente volteando hacia ella — ¿Quién eres tú?, ¿Y qué haces aquí sola? — Heidi sonriendo le dijo — ¿Eres una chica de hielo no? — Rebecca algo confundida le contestó — E-eso no era lo que esperaba oír... pero... sí, tengo poderes de hielo... — Heidi felizmente comenzó a saltar sobre las rocas del río hacia Rebecca, al llegar justo enfrente de ella le dijo — ¡Lo sabía!, no sólo hay una persona con esos poderes tan geniales, ¡usted también los tiene! — Rebecca aún más confundida dio un paso atrás y le dijo — ¿Cómo que no sólo hay una persona con estos poderes?, claro que hay más como yo, somos una tribu elemental de hielo muy extensa, te aseguro que hay más como yo niñita... — Heidi le sonrío y le dijo — ¿Entonces se les llama elementales de hielo? — Rebecca burlándose le dijo — ¡Pero claro! ¿Qué creíste niñita?, ¿que sólo me llamo "chica de hielo"?, ¡¿Cómo crees?!... Nosotros somos elementales de hielo, aunque... también se nos llama cryokinéticos — Heidi comenzó a reírse y dijo — Me agrada señora — Rebecca se disgustó un poco y le dijo — ¡No soy señora!, no soy tan vieja... no me digas señora... pequeña coletas... — Heidi sonrió y dijo — ¿Entonces cómo puedo llamarla? — Rebecca con una sonrisa falsa dijo — Llámame por mi nombre; Rebecca — Heidi dijo felizmente — ¡Claro!, señora Rebecca, ¿no quiere saber mi nombre? Porque... "pequeña coletas" no es mi nombre... — Rebecca dio media vuelta y caminando hacia las rejas de hielo que aún estaban sin terminar dijo — Ehm... No... como me seguiste diciendo señora, no me interesa tu nombre, pequeña coletas... — Heidi la siguió y contestó — Mi nombre es Heidi, se lo dije de todas maneras porque usted me dijo su nombre así que debe saber el mío, yo... — Rebecca la interrumpió diciendo — No me interesa tu nombre, pequeña coletas ¡y deja de seguirme! me pones nerviosa... vete... a tu casa... — Heidi algo desconsolada y extrañada le contestó lentamente — La verdad... ahora no quiero volver a mi casa... ahhh... estoy peleada con mi mamá... o eso creo... el punto es que no la quiero ver ahora... me gustaría acompañarla un rato... se- señorita Rebecca — Rebecca al oír eso, dejó de seguir haciendo las rejas y se impresionó, giró la cabeza y observó a la pequeña niña, le sonrió y le dijo — Ahh... si eso es lo que sucede, está bien, quédate ... pequeña... Heidi... —

Heidi al oír que la llamó por su nombre dejó de lado la desconsolación y volvió a mostrar su hermosa sonrisa. Corrió hacia Rebecca y se sentó a su lado — ¿Puedo verla crear estas hermosas rejas Rebecca? — Rebecca comenzó a seguir con sus rejas y le dijo — Pues... si eso deseas Heidi... — Heidi de inmediato comenzó a platicar con ella, le preguntaba cosas sobre los cryokinéticos, y así siguió. Una hora más tarde, casi al atardecer, Rebecca casi terminaba las rejas —Y bueno... una última pregunta señorita... ¿Cómo una persona nace con estos poderes tan bonitos?... ¿A parte de la persona que los conjura, alguien más los puede alterar? —

Rebecca caminando junto a ella mientras seguía congelando las rejas le contestó — Es simple pequeña, nosotros somos elementales kinéticos, nacemos con los dones del elemento que nos heredaron nuestros antepasados, si no, alguien más, podría ser un hechicero, nos los puede dar. En cuanto a los poderes y conjuros son algo que no se puede crear o cambiar con la magia normal o poder humano, sólo nosotros manualmente podemos crearlo o cambiarlo, aunque, algunas veces, dependiendo de qué tan fuerte sea el hechizo, así como la kinesis, podría haber excepciones —

Justo cuando Rebecca acabó de decir eso terminó las rejas de hielo — ¡Mira! ¡Acabé! — Heidi las observó y dijo — ¡Le quedaron hermosas! Son enserio geniales... me gustaría saber cómo le hará para que no se derritan... oiga... ¿cómo le hará? — Rebecca le dijo de inmediato — A ver, a ver... ya fueron demasiadas preguntas sobre mí, y a todo esto... ¿por qué quieres saber tanto sobre mis poderes? Hace un rato mencionaste que conocías alguien más con los mismos poderes... ¿de quién se trata?... ¿ehh?... ahora es mi turno de preguntar Heidi... — Heidi dio un pequeño suspiro y comenzó a explicar —...Bueno... la verdad si, conozco a alguien más con poderes de hielo, es... es mi tía Elsa... ella... — Rebecca se exaltó y de inmediato la interrumpió — ¡Espera!... quieres decir que ¿eres la sobrina de la reina Elsa de Arendelle? Eres... ¿¡parte de su familia!? — Heidi algo confundida le contestó —Pues, si... ¿usted conoce a mi tía?... — Rebecca se quedó por un momento callada y pensó — "Si esta niña es la sobrina de Elsa, tal vez puedo usarla como método de llegada hacia ella... para completar mi venganza... pero, no debe saber lo que pretendo con su tía... o podría asustarla..." — Entonces Heidi dice — Emm... ¿señorita Rebecca? Le pregunté que si la conoce... — Rebecca sacudió la cabeza y le contestó — Bueno, no exactamente, digo, es la reina de Arendelle, todos la conocen, es sólo que no sé cómo no me di cuenta de que tú eres su sobrina, he visto pinturas de la princesa Anna y tú eres realmente parecida a ella, ¿cómo no lo noté? — Heidi se queda pensando y dice — Bueno... y ¿Usted, de dónde viene? ¿De qué familia es? ¿Es de la realeza?... ¿es princesa? —

Frozen Decisiones de Amor (Original)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora