─ ¿Felicity?
En cuanto él dijo su nombre, mis reflejos fueron inmediatos.
Puse a Felicity detrás de mí, pero perdí el equilibro y fui a dar contra el carro.
─Mierda ─me quejé, tratando de agarrarme lo que más podía. Pero mi dolor pasó al segundo plano, cuando de hecho, ella lo reconoció.
─ ¿Preston?
Él se sacó el pasamontañas y le sonrió.
¡Santa mierda!
Era terrorífico. Más que terrorífico. Si sólo con su gran tamaño asustaba hasta la mierda, verlo a la cara hizo que me orine en mis pantalones. O quizás era la sangre de mis heridas, ya no estaba seguro.
Su cara, mierda, sus facciones lo hacían lucir como un animal salvaje y te miraba de una manera en donde sabías que tú eras su última presa. Pero lo más aterrador, era esa profunda y horrenda cicatriz que tenía, una que iba desde su oreja hasta la comisura de sus labios. Y me hacía preguntarme cómo se la hizo.
No de una buena forma definitivamente.
Y era aún más terrorífica la manera en la que le sonreía a Felicity, esa acogedora sonrisa no coincidía con su imagen de depredador.
─ ¡Preston! ─ella corrió a sus brazos y ambos giraron en un acogedor abrazo.
Era casi paternal.
─ ¿Qué estás haciendo aquí? ─le preguntó ella una vez que la dejo sobre el piso─. ¡No puedo creerlo! ─chilló y volvió a abrazarlo.
Parpadee varias veces para comprobar si lo que veía era real.
─Tú sabes lo que estoy haciendo aquí ─le dijo Preston con una voz de ultratumba. Mierda no sólo su apariencia tenía que ser aterradora, también su voz.
Pero a Felicity no parecía importarte, se veía como una niña pequeña. Lo miraba llena de amor y ternura. Y era recíproco. Pero en él había algo más en su mirada, preocupación y temor. Temor por ella.
¿Quién demonios era este sujeto?
─Él... ─ella empezó.
─Él está muy cabreado. Nunca antes lo había visto así.
Grité cuando el dolor de mis costillas se hizo demasiado intenso que me hizo doblarme por la mitad.
Inmediatamente Felicity estaba a mi lado, mirándome con preocupación.
─Cariño, ¿estás bien?
─ ¿Luzco bien? ─repuse con sarcasmo antes de volver a quejarme y cerrar mis ojos por el dolor.
─Preston... ─la escuché vacilar ─este es Aidan, mi novio.
Mis ojos se abrieron automáticamente para ver sus reacciones.
Ella tenía su labio inferior atrapado entre sus dientes, luciendo nerviosa, y él, ¿él estaba en shock?
─ ¿Tú novio? ─preguntó, y Felicity asintió─. Oh ─dijo, y una expresión de reconocimiento sustituyó su sorpresa─. Mucho gusto en conocerte, Aidan ─me dijo algo incómodo.
Traté de decirle que igualmente (incluso si me asustaba como la mierda), pero salió como un gruñido indescifrable.
─Preston, ¿puedes ayudarme a llevarlo a un hospital o algo? ─dijo ella con desesperación─. Sus secuestradores lo utilizaron como un saco de box, e hicieron otras cosas igual de horribles con él, tú puedes verlo ─con un ojo abierto lo vi asentir─. Yo... ─su voz comenzaba a sonar entrecortada─. Yo hice lo que pude, pero después de un accidental abrazo y de múltiples golpes ahora mismo, él....
ESTÁS LEYENDO
Huyendo Del Destino (Destino #2)
ActionEsta novela, secuela de Destinos Cruzados y segundo libro de Destino, es narrada desde el punto de vista del seductor Aidan Madden, quien logró obtener a su chica peligrosa. Pero luego de un inesperado mensaje que les impide estar juntos y un nuevo...