Capitulo 27

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Tris

—¿Entonces.. casi te aviento al abismo y te dejo inconsciente?—me pregunta Peter.

—Si... Tú eras uno de las personas que más odiaba.

—Escucha, Tris, con esto que dices.. Me siento mal. No puedo creer que yo haya hecho eso.

—Lamentablemente, si. Pero ahora te ves mejor, alguien nuevo. Mejor persona.

—Si... Bueno. Tris, perdón pero me tengo que ir, gracias por la plática. Ah y no me despido, quizá me des un golpe.

—Créeme que te tengo ganas.. —me río—, hasta luego.

Voy hacia el edificio Hanckoc, voy a ver a Matthew.
Al llegar empiezo a divisarlo con la mirada, pero no doy con él. Empiezo a caminar y por fin lo veo. Esta sentado con un montón de papeles.
—¡Hola!
—¿Tris? Hola, ¿que haces por aquí?
—¡Pues vi tu carta! ¿No querías hablarme?
—Em.. De hecho te lo dije ayer.
—Pero decía que a la 1 pm?
—Oh! Lo siento me equivoque. Como pensé que estarías en la casa de Christina te deje la carta, para que cuando llegarás vinieras a verme, y me equivoque; eran la una de la madrugada.
—Ohh. Ya veo. ¿Y no has tenido información?
—Al parecer no...—tira a la basura un montón de papeles y se para de la banca—, pero creo que aproximadamente una semana las tendré.
—Ah.. Bien. Entonces me voy, tengo que ir a buscar a Cuatro.
—¿Estas trabajando?
—No, no se. Creo que si, lo llamaron al complejo por ayuda. Iré a acompañarlo.
—De acuerdo. Hasta luego.
—Hasta luego.

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Tobias

La abnegada va detrás de mi. Hago el que no se de su presencia y voy hacia la sala de entrenamientos.

—¡Cuatro! —me llama.

Volteo a verla. Ella es alta, unos cuantos centímetros más baja que yo. No se parece a Tris, pero es guapa. Tiene pelo largo hasta los codos y es castaño.
—¿Si? —respondo—, ¿no deberías estar comiendo?

—Si, pero am... Tengo unas preguntas.

—¿Ah si? ¿Como cuales?

—Am.. Bueno, tu no eres Cuatro, tu te llamas Tobias, ¿no?

Me quedo mirándola. ¿Como sabe mi verdadero nombre?

—¿Como lo sabes?

—Bueno. Tu papá —al oír papá, se que no es nada bueno, y hace que me ponga rígido. Papá ya no esta en mi lista de conocidos, Marcus es un hombre agresivo, no es un papá—, tu papá, iba seguido con mi mamá, creo que tenían una relación, aunque nunca mi madre me dijo que salía con él, yo escuchaba sus conversaciones y de todas las veces que estaban juntos, escuché en una ocasión el nombre Tobias.

—Pues, espero contar con todo tu silencio. Me llamo Cuatro, porque cuando llege aquí, así me pusieron. Y eso hace que la gente me tenga miedo. Y eso es mejor.

—¿Porque quieres que te tenga miedo? Eso esta mal...

—No me gustan que me hagan muchas preguntas, y no me gusta que me sigan.

—De acuerdo.

—¿Tu porque te trasladaste de Abnegación a Osadía?

—Bueno, pues no era totalmente altruista como los demás, y me gustaba más este sitio.

—Bien.. aquí aprenderás a ser ruda. ¿Eso no te preocupa?

—Para nada, así estaré a la defensiva para los demás que me miran como cualquier niña.

Me río.

—Yo también quería estar a la defensiva..

—Creo que tenemos algo en común.

Yo la vuelvo a mirar. Ese comentario me incómodo, pero se me pasa.

—Y... ¿dicen que tienes buena puntería? ¿Es cierto?

—Creo que si, ¿alguna vez has disparado una pistola?

—No, nunca. —toma la pistola de la mesa con cuidado, parece que esta es mas pesada, porque se balancea un poco, y se pone adelante de la corona.

—Haber, intenta disparar al blanco.—la reto.

Ella no tiene técnica. Dispara por disparar.

—¡Tienes que aprender a disparar!

—¡Soy pésima!

Me acerco a ella y le quitó la pistola y inhalo, apunto, exhalo y disparo. Cae en el punto centró de la carona.

—Wow, ¿Como has hecho eso?

—Si viste mis movimientos, sabrás que hacer.

Ella me quita la pistola y solo veo que entrecierra los ojos y dispara; cae en la tiara pero muy lejos del centro.
Me acerco a ella y muevo su cuerpo un poco a la izquierda y levanto sus brazos un poco más y los pongo derechos. Ella se me queda mirando a los ojos pero no quiero hacer contacto visual con sus ojos, no quiero.

—Tienes que aprender a hacer una técnica para disparar. ¡Ahora dispara!

—Bien. —respode.

Ella dispara y la bala cae cerca del centro, es mejor como antes pero no cae en el centro. Creo que no se le da bien la puntería.

—¡Que torpe soy! —se dice ella misma.

Si, te doy la razón.

—Irás mejorando.—la animo.

—¿Puedes intentarlo otra vez tu? —me pregunta.
No tengo problema.

—Claro. —tomo la pistola y disparo. Ella se apoya en mi hombro. Disparo y me muevo. La bala cae en el centro y su brazo cae. ¿Porque se apoya en mi? Por eso no quiero mirar a nadie a los ojos, a ninguna chica más que a Tris.

—Bueno, tengo que irme.

—Am.. Si, ¿mañana vas a venir?

—Tal vez no, solo vine para enseñar a golpear. Pero si me dan indicaciones de que me quede, tal vez lo haga, pero no me quedare mucho tiempo.

—Ah, bueno, yo te considero uno de los mejores instructores que hay aquí.

—Gracias. —salgo de ahí lo más rápido, eso fue extraño. Voy hacia mi habitación y tomo una siesta.

Despues de leal. Un comienzo con ella. #Wattys2015Where stories live. Discover now