•Idea peligrosa•

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SKY

Cinco días...

Ya han pasado cinco malditos días desde que Iris escapó...

Y los idiotas de los guardias aún no la encuentran.

¿Tan difícil es buscar a una sola persona?

Yo, por otro lado, continúo en el frío calabozo...

Como era de esperarse, las pesadillas han vuelto, los recuerdos también.

Cárdigan me ha golpeado aquella vez, pero luego no lo ha vuelto a hacer, ni siquiera se ha molestado en venir a verme o replantearse el dejarme salir.

Estos días he estado demasiado adolorido, no puedo recostarme boca arriba porque el roce de mi espalda contra el suelo hace que sienta mi piel quemarse.

Mi espalda ha quedado con cortes e hinchazón y arde, arde demasiado.

Cierro mis ojos y de un momento a otro la imagen de Iris aparece en mi mente...

Su cabello rojizo se revolotea por la brisa del viento, su sonrisa reluciente y hermosa aparece en la imagen, sus ojos verdosos que tanto me encantan brillan con... Alegría. Lleva un vestido blanco con flores rosas y rojas. Está acariciando un perrito de pelaje amarillento y le sonríe con emoción. Está realmente hermosa.

De pronto me entraron ganas de regalarle un perro para ver esa hermosa sonrisa en persona.

Un carraspeo me saca de mis pensamientos.

Desvío mi mirada hacia las rejas y aprieto mis puños.

—Sabía que eras un traidor y no tenías vergüenza, pero, ¿qué tan descarado eres para venir aquí y traerme la comida? —esbozo con ironía y rabia a la vez.

Rick rueda sus ojos.

—Agradece que vengo a traerte la comida para que no mueras de hambre —habla y chisto mi lengua.

—No quiero nada que venga de tí y mucho menos de él —digo, refiriéndome a Cárdigan.

—Sky, come —obliga y abre la reja para pasar y acercarse.

O hacer el intento de acercarse, porque me alejo inmediatamente.

—No te acerques.

—Sky...

Puedo notar en su mirada que mi trato hacia él le duele, pero que se joda.

—No tengo hambre.

—Hace cuatro días vienes diciendo la misma excusa, Sky —espeta, impaciente.

—Hace cuatro días me encerraron aquí, y si han hecho eso, sabiendo lo que me afecta, no les importa si como o no como. No te hagas el preocupado porque no te importo una mierda.

Trueno mis dedos con impotencia.

—No sé qué haces aquí, Rick.

—Come, Sky.

—Traidor.

—Sky...

Alas de fuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora