Shadow siempre pensó que había nacido para estar solo. Desde la muerte de María, su única razón de sonreír, se convirtió en un fantasma que respira, alguien que solo cumple rutinas sin esperar nada de la vida. Dieciocho años cargando con un vacío que lo devora por dentro, con noches silenciosas donde su único compañero es el eco de sus propios pensamientos. Nadie lo conoce, nadie lo espera, nadie lo necesita. Y él... ya no quiere seguir.
Una noche cualquiera, bajo el cielo gris de la ciudad, Shadow se sienta en el borde de un puente, mirando las aguas oscuras como si fueran un descanso prometido. Sin lágrimas visibles, sin un gesto que delate el dolor, planea dejarse caer. Pero entonces, entre la bruma helada, aparece una figura inesperada: Sonic. Abrigado hasta el cuello, con una bufanda que le cubre la mitad del rostro, interrumpe el silencio con una simple pregunta:
-¿No tienes frío?
Shadow lo mira con rabia y desprecio, pero en el fondo algo en esa voz lo detiene. No sabe aún que esa interrupción será el inicio de una historia que cambiará sus vidas para siempre. Una historia de odio, heridas y amor en el lugar más roto de sus almas.
Connor Adams tiene 40 años, una empresa exitosa y una hija que no escucha a nadie.
Sofía tiene 23, un puesto en su imperio... y años guardándose un deseo que no debería existir.
Desde que el divorcio destrozó la familia Adams, ella fue el soporte de su mejor amiga, Halsey. Dormía en su casa, comía en su mesa, creció frente a sus ojos.
Pero ya no es una niña.
Y está cansada de que Connor no lo note.
Porque lo mira como a un jefe.
Como al padre de su mejor amiga.
Pero sobre todo... como al hombre que no puede dejar de desear.
----
Abierto a modificaciones.