Esta historia nos hace sentir humanos, recuerda los vivos momentos en los que eras feliz, todo con pequeñísimos e irrelevantes detalles. Momentos en lo que lo único que no sentías era preocupación por todo lo que pudiera pasar, valorabas la bonita felicidad y aunque no conocías la mentalidad positiva, solo te quedabas con lo bonito e importante para ti, todo era sencillo, diferente. Ahora necesitas despertar y darte cuenta de la cruda realidad y de lo equivocado que estabas al pensar que la vida era fácil y de color de rosas, que nada era como lo pintaban, debes crecer y darte cuenta que ya no eres un niño, que estas obligado a construir un futuro, que tienes que interesarte por cosas que son necesarias para ti, aunque no te hagan feliz y ese es el gran problema de todo. Vivimos solo por obligación y no para disfrutar dejamos de lado la verdadera importancia y al fin y al cabo la finalidad de la vida es ser feliz. Acompañame en mi curiosa vida llena de amigos inusuales, cuentos de hadas, música, experiencias divertidas y mi pequeño mundo.