Heart of the Darkness [Dean W...

De LauraWinchester26

61.8K 4.6K 2.2K

Intentaría convencer de que no es la típica historia de amor, pero en el fondo, debajo de toda la oscuridad q... Mai multe

Capítulo 1. "Paper Crown"
Capítulo 2. "When The Darkness Comes"
Capítulo 3. "Cut"
Capítulo 4. "Slip Away"
Capítulo 5. "First Defeat"
Capítulo 6. "Life Is A Highway"
Capítulo 7. "Desperado"
Capítulo 8. "Make It Rain"
Capítulo 9. "In My Time Of Dying"
Capítulo 10. "Hey Hey My My"
Capítulo 11. "Lights"
Capítulo 12. "Crossroads"
Capítulo 13. "Weight Of The World"
Capítulo 14. "Angel By The Wings"
Capítulo 15. "Silent Lucidity"
Capítulo 17. "Hymn For The Missing"
Capítulo 18. "Black"
Capítulo 19. "Good Luck, Bad Luck"
Capítulo 20. "Wicked Game"
Capítulo 21. "Sisters Of The Moon"
Capítulo 22. "Way Down We Go"
Capítulo 23. "Comfortably Numb"
Capítulo 24. "Who Wants To Live Forever"
Capítulo 25. "Hurts Like Hell"
Capítulo 26. "Send Me An Angel"
Capítulo 27. "Scars"
Capítulo 28. "Silence"
Capítulo 29. "War Of Change"
Capítulo 30. "Losing My Religion"
Capítulo 31. "Vultures"
Capítulo 32. "Watching Over Me"
Capítulo 33. "Don't You Worry Child"
Capítulo 34. "When The Levee Breaks"
Capítulo 35. "In The Water"
Capítulo 36. "The Four Horsemen"
Capítulo 37. "Night Moves"
Capítulo 38. "Catch The Rainbow"
Capítulo 39. "Tears In Heaven"
Capítulo 40. "Half Hearted"
Capítulo 41. "Hollow"
Capítulo 42. "Oh Death"
Capítulo 43. "Acid Rain"
Capítulo 44. "Running Out"
Capítulo 45. "Let This Haunt You"
Capítulo 46. "The Butterfly Effect"
Capítulo 47. "Take You Down"
Capítulo 48. "Calm Before The Storm"
Capítulo 49. "Barely Alive"
Capítulo 50. "My Heart Will Go On"
Capítulo 51. "Broken Parts"
Capítulo 52. "Feel It In Your Heart"
Capítulo 53. "Broken Bones"
Capítulo 54. "Madness"
Capítulo 55. "I Put A Spell On You"
Capítulo 56. "Tears Of An Angel"
Capítulo 57. "No One Knows"
Capítulo 58. "Jenny Of Oldstones"
Capítulo 59. "Bitch"
Capítulo 60. "My Least Favorite Life"
Capítulo 61. "Shadow Of Mine"
Capítulo 62. "You're Somebody Else"
Capítulo 63. "Power Over Me"
Capítulo 64. "As Time Goes By"
Capítulo 65. "Times Like These"
Capítulo 66. Everything I Wanted
Capítulo 67. "Fell From Heaven"
Capítulo 68. "Play The Game Tonight"
Capítulo 69. "Blessings"
Capítulo 70. "Hold On"
Capítulo 71. "David"
Capítulo 72. "Footprints"
Capítulo 73. "The Whistler"
Capítulo 74. "Atlantis"
Capítulo 75. "Dark Side"
Capítulo 76. "Jekyll and Hyde"
Capítulo 77. "Headstrong"
Capítulo 78. "Carry On Wayward Son"
Capítulo 79. "Cold As It Gets"
Capítulo 80. "Brighter Days"
Capítulo 81. "Daylight"
Capítulo 82. Only You
Capítulo 83. Monster
Capítulo 84. Orpheus

Capítulo 16. "Dreaming With A Broken Heart"

948 84 24
De LauraWinchester26

"When you're dreaming with a broken heart, the waking up is the hardest part. When you're dreaming with a broken heart, the giving up is the hardest part. She takes you in with her crying eyes, then all at once you have to say goodbye. Wondering, could you stay? Will you wake up by my side? No, she can't 'cause she's gone, gone, gone."

Habían pasado cuatro días desde la última cacería; la de Madison. Habíamos decidido quedarnos en la ciudad un par de días más, para así asimilar todo lo que había pasado y que Sam pudiese tranquilizarse y volver a sus cabales. La experiencia traumática por la que Sam había pasado, no era para tomarla a broma y además, a todos nos convenía un par de días de descanso. En cuánto pasar, encontramos un nuevo caso en Illinois y nos pusimos en marcha.

Al parecer, estábamos cazando a un Djinn, también conocido como genio. Son seres inmortales que pueden hacer que los deseos profundos de las personas se vuelvan realidad. Los Djinn se alimentan de sangre humana, pero en lugar de atacarlas, telepáticamente entran en la mente de las personas y aprenden sobre lo que quieren. Entonces, con un simple toque, sueltan un veneno alucinógeno en los sistemas de las víctimas, subiendo sus niveles de dopamina y haciéndoles creer que están viviendo sus fantasías. Mientras las víctimas están en ese estado de trance, el Djinn se alimenta de ellas. La información que teníamos era bastante exacta y precisa para los poco Djinn que existían, pero sólo nos faltaba por saber cómo escapar de esa fantasía si eras atrapado.

Sam había decidido quedarse en el banquillo esta vez. Después de lo de Madison, le era un poco difícil volver a coger una pistola sin recordar. Así que Dean y yo nos íbamos a encargar de este monstruo. Normalmente se escondían en sitios abandonados en ruinas, así que fuimos visitando todas las que encontrábamos cerca de dónde habían desaparecido las víctimas.

En silencio, recorríamos el último edificio abandonado al que habíamos llegado. Al parecer, eras unas oficinas en las que hubo un incendio, ya que todo se conservaba quemado. Yo, que iba siguiendo los pasos de Dean, fue apartada con un golpe y empujada hacia una cristalera. El Djinn había tirado mi arma y por mucho que forcejeara con él, no conseguía deshacerme. Dean, le golpeó en la cabeza, lo que provocó que me soltara, pero cuando iba a recoger el cuchillo para atacarle, me fijé en que Dean estaba tirado en el suelo. El Djinn me cogió del cuello, me levantó y abrió su mano. Su palma se encendió con un fuego azul y me tocó la frente. Poco a poco, mis ojos se cerraron.

***

Como si me hubiese azotado de golpe, me vino a la cabeza lo que había pasado durante la cacería, así que abrí los ojos y me desperté sobresaltada. Entonces, me detuve. No reconocí absolutamente nada sobre el lugar en el que estaba. Parecía un dormitorio de una casa corriente.

Mi piel se erizó y me di cuenta de que estaba desnuda pero tapada con una simple sábana. Salí de la cama, poco a poco, con miedo y me acerqué al armario. Había ropa de mi estilo, incluso podía reconocer alguna prenda. No sólo eso, sino que también había ropa de hombre. La televisión del dormitorio estaba encendida, así que la apagué y entonces escuché la voz de Dean. Me vestí rápidamente y salí con precaución al salón. Dean estaba vestido, caminando por la habitación mientras hablaba por teléfono. Parecía algo frustrado y no se dio cuenta de que yo estaba allí. Colgó unos segundos después y dejó el teléfono sobre la encimera de la cocina, entonces me vio.

-¿Laura? ¿Eres tú? –preguntó cautelosamente, esperando a ver mi reacción.

-¿Qué está pasando? –pregunté de vuelta sin acabar de localizarme- ¿Dónde estamos, Dean?

Sin responder, me señaló unas cartas sobre la encimera, justo al lado de dónde había dejado su teléfono. Las cogí y las observé, estaban a nuestro nombre y compartíamos la misma dirección. Además, estábamos en Kansas.

-¿Lawrence? –leí en voz alta- ¿No es la ciudad dónde nacisteis?

-Sí –asintió y apretó la mandíbula indignado- El Djinn nos tocó a los dos y nos ha puesto en la misma fantasía o lo que quiera que sea esto.

-Aún tenemos a Sam, ¿has intentado hablar con él?

-Sí, pero he hablado con el Sam de esta fantasía, no el de realidad así que estamos solos.

-Al menos nos tenemos el uno al otro, ¿no? –dije con tono esperanzador.

Asintió, entonces empezó a voltear por el salón. Decidí hacer lo mismo, intentar descubrir en qué fantasía estábamos y cómo eran nuestras vidas. Al parecer, ganábamos dinero y podíamos permitirnos una casa en condiciones, el típico sueño de la mayoría de personas. En las estanterías habían libros que había leído, así que supuse que eran míos. Había fotografías enmarcadas, Dean y yo juntos. Cenando en restaurantes, en el cine, junto a un árbol de navidad, de vacaciones.. fotografías de pareja que nunca nos habíamos tomado. Estaba admirando una de ellas, cuando oí como un foto caía al suelo. Dean estaba de pie al lado del marco roto, apenado y sin creer lo que había visto. Rápidamente, cogió su chaqueta del perchero y salió de la casa. No me dio tiempo a mirar la foto, ya que le seguí y me subí en el coche con él. No dijo palabra en todo el camino, pero condujo hasta una casa que parecía reconocer. Bajó del coche y llamó a la puerta.

-Dean, ¿dónde estamos? –pregunté sabiendo que no iba a tener respuesta, a pesar de que me podía hacer una idea.

Las luces del porche se encendieron, ya que era de noche y una mujer rubia, algo mayor y de aspecto agraciado abrió la puerta con un batín rosa.

-Dean.

-¿Mamá? –murmuró Dean con los ojos abiertos como platos.

-¿Qué estáis haciendo aquí? –preguntó en plural, cómo si nos conociese a ambos. En ese mundo de fantasía, supuse que así era, ya que en la vida real complicado.

Sin contestar, nos invitó dentro de la casa. Allí, parada con los brazos cruzados y preocupada, podía ver aspectos parecidos en ambos. Si yo estaba flipando, no me quería imaginar Dean.

-Déjame hacerte una pregunta.. –habló sin apartar la mirada de su madre- Cuando era pequeño, ¿qué era lo que siempre me decías cuando me metías en la cama?

-Que los ángeles te vigilaban.

Dean soltó un suspiro aliviado y sin dudar, se acercó a su madre y la abrazó fuertemente. Sonreí, feliz por el reencuentro merecido de Dean, pero por otro lado, no podía evitar pensar que todo era mentira.

-Estás guapísima –soltó cuando dejó de abrazarla- ¿Papá está aquí?

-Dean.. papá murió de un derrame, durmiendo... pero eso ya lo sabes.

-Eso es genial –susurró.

-¿Perdón? –preguntó Mary alucinando.

-Que es genial que murió en paz, sin dolor.. –entré a responder por Dean, aprovechando para acercarme a ellos.

-¿Ha estado bebiendo? –me preguntó preocupada.

-No –negué con el mismo tono- Es sólo que.. echaba de menos el lugar.

Dean me miró de lado y asintió ligeramente.

-¿Puedo quedarme a dormir? –preguntó directamente.

-Sí, sí.. ¿seguro que estás bien? –se aseguró Mary.

Dean asintió y se sentó en el sofá.

-Yo también me quedaré, si no te importa..

-Claro que no, Laura. Ya sabéis que esta es vuestra casa.

Mary se asomó una última vez con una sonrisa y subió las escaleras para irse a la cama. Aproveché que estábamos solos para acercarme a Dean, me agaché y coloqué mis manos sobre sus rodillas para que me mirara. Sin embargo, ninguno de los dos sabíamos que decir, pero simplemente quería mostrarle mi apoyo en estos momentos. Minutos después, cada uno nos quedamos dormidos en un sofá diferente.

Curiosamente, no tardé en quedarme dormida, dada la situación de que no sabíamos ni dónde estábamos en espacio físico. Un olor de café y tostadas llenaba el salón de la casa, por lo que no tardé en ponerme en pie y acercarme a la cocina. Mary, que estaba cocinando, me dio los buenos días con una sonrisa y un desayuno preparado sobre la mesa.

-¿Has dormido bien? –preguntó mientras untaba mermelada en una tostada- Podríais haber subido a la habitación de Dean, aunque fuese una cama individual hubieseis podido dormir juntos. Imagino que no os molestaría apretaros un poco.

-La verdad es que ambos caímos rendidos en cuanto nos estiramos, ni se nos cruzó por la cabeza la idea –cogí al taza de café y me acerqué a ella con curiosidad- ¿Puedo ayudarte en algo?

-No, no te preocupes cielo. Hoy es tu día libre de preparar el desayuno.

-¿Por qué? –pregunté intentando descubrir información.

-Bueno, ya sabes, como normalmente tu turno en el hospital empieza antes que el de Dean en el taller.. supongo que tú siempre los preparas.

-Sí, sí.. –asentí mientras bebí un sorbo- No me puedo creer que lleve tanto tiempo con Dean.. ¿cuánto hace ya?

-Casi tres años, aún recuerdo lo contento que estaba cuando consiguió las entradas para ese concierto de Metallica, quién nos iba a decir que ese concierto nos traería un nuevo miembro familiar.

Dean apareció por la cocina con una sonrisa y una mirada ilusionada. Seguía sin creerse que su madre estaba allí. Nos dio un beso en la mejilla a las dos, lo cual fue algo bastante inesperado pero dulce y se sentó en la mesa.

-Dios, este es el mejor sándwich del mundo –comentó con la boca medio llena mientras se comía el sexto trozo.

-Dean, no puedes comerte siete trozos –exclamé sorprendida.

-Siete trozos es algo perfectamente normal.

-Incluso cuando era un bebé, John y yo solíamos llamarle nuestro pequeño cerdito –comentó Mary, a lo que ambas nos reímos.

Durante nuestra conversación con Mary, conseguimos saber algo más de nuestras vidas ficticias. Dean trabajaba en un taller de coches y yo era neurocirujana en el hospital. Sam seguía estudiando Derecho en Stanford y mantenía una relación con Jessica, la novia verdadera que murió. El coche de Sam aparcó en la acera y bajó justo la pareja de la que estábamos hablando. Habían venido a pasar el fin de semana. En cuanto Sam bajó, me di cuenta de la diferencia que había en él. Para empezar, su vestuario era totalmente diferente y su actitud, también lo era.

A través de Sam nos enteramos de qué justamente era el cumpleaños de Mary, por eso habían venido desde California. Siguiendo todo lo propuesto, nos vestimos apropiadamente y llegamos al restaurante de categoría que Sam había reservado para la cena de esa noche.

-Por mamá –Sam levantó la copa de champán y todos brindamos- Feliz cumpleaños!

Sam y Jessica se dieron un beso rápido después del brindis y no pude evitar observar la reacción de Dean, sentado enfrente de ellos. Sonriendo, orgulloso y feliz por su hermano. Con delicadeza, moví mi cabeza hacia la de Dean para hablar en voz baja.

-¿Qué tal si más tarde te compramos una hamburguesa? –bromeé, al ver los platos que nos habían traído.

-Dios, sí –no tardó en responder.

-Jess y yo tenemos otra sorpresa para el cumpleaños de mamá –Sam tuvo nuestra atención, entonces cogió la mano de Jessica y nos enseñó el anillo.

-¡Dios mío! ¡Es genial! –Mary se levantó de la silla y les abrazó- Felicidades.

Evidentemente, nosotros también nos levantamos ya que la ocasión lo requería, así que uno a uno nos dimos un abrazo y un beso.

-Felicidades Sammy, me alegro de que seas feliz –murmuré con toda sinceridad, a lo que respondió con una cara extraña.

Me di la vuelta para volver a mi sitio, pero me di cuenta de que Dean se había alejado de la mesa. En ese momento, todos le estábamos observando, pero ninguno excepto nosotros, podía ver a la chica que nos estaba mirando. Parecía un fantasma, pero no lo era. Nos comimos los postres y volvimos a nuestra casa dándole vueltas a lo que habíamos visto en el restaurante. Sin decir ni una palabra, intentando asumir todo lo que estaba pasando en el mundo ficticio, me fui a la ducha, me cambié y me senté al lado de Dean en el sofá. Parecía estar dándole vueltas y no podía relajarse.

-Creo que tenemos que hablar sobre lo que hemos visto –no conseguía que Dean apartase la mirada, estaba absorto en sus pensamientos- ¿Estás bien?

-Sammy y yo no nos llevamos bien.

-Eso parecía.. puede ser porque no pasáis tiempo juntos en este lugar. Es como si no os conocieseis bien.

-Podría arreglar las cosas con Sam.. puedo compensarlo.

Dean se lo estaba planteando de verdad. Lo estaba diciendo con significado, con intención y eso me había asustado, así que decidí darle la alerta.

-Dean.. tu hermano, el Sam de verdad, está en el mundo real buscándonos ahora mismo. Lo que tenemos que hacer nosotros es intentar buscar una salida –ahora que tenía su atención puesta en mi, aproveché para explicar- Creo que la chica que vimos en el restaurante, es otra de las víctimas del Djinn y que de alguna manera ha conseguido entrar en esta fantasía, igual que yo he conseguido interferir en la tuya.

-Tú no has interferido en la mía.

-¿Cómo? –Dean me miró y tragó saliva, pero no dijo nada así que yo dije lo que creía que pensaba- ¿Quieres decir que estoy aquí por qué soy parte de tu fantasía?

Mi teléfono empezó a sonar y a vibrar sobre la mesa. La pantalla indicaba que llamaban del Hospital, así que lo dejé sonar.

-No han parado de llamarme este rato, al parecer hoy me tocaba trabajar.

-¿No lo vas a coger?

-¿Para qué? –respondí asustada- Dean no voy a quedarme aquí.. y tú tampoco.

Él se quedó callado, sin darme la razón. Entendía por qué quería quedarse, era lógico y yo en parte, también quería hacerlo. Tenía el trabajo que siempre había querido de pequeña y estaba con la persona que quería estar, pero vivir en una mentira por un período de tiempo para morir en la realidad.. prefería seguir luchando.

-Pensaba que nunca iba a decir esto pero.. es el momento de la pastilla roja y la azul –hice referencia a Matrix- ¿Prefieres vivir en la ignorancia, engañándote a ti mismo y abandonado quién eres por una fantasía que nunca será real o.. prefieres volver a la dolorosa realidad en la que sí tienes poder de decisión?

-Laura, sé que para ti esto no tendrá sentido, pero siento que se me ha dado una segunda oportunidad y no quiero desperdiciarla.

-Pero no es una segunda oportunidad, Dean.. Es un mundo que te está ocultando lo que está pasando en realidad y eso es que el Djinn se está alimentando de nosotros. Todo esto no es real.

-Lo sé.. –asintió apartando su mirada- Pero desde que mi padre murió solo puedo pensar en cuánto nos ha costado este trabajo, hemos perdido tanto, hemos.. sacrificado tanto..

-Mucha gente está viva gracias a ti. No es justo, pero vale la pena, Dean.

-¿Qué quieres decir?

-No quería decirte nada pero durante esta tarde he estado investigando un poco y.. –me levanté de la mesa y me acerqué al ordenador portátil, lo cogí y cargué el historial- He estado comprobando algunas noticias y las personas que salvamos y las personas que tú padre salvó, todos están muertos.

Dean cogió el portátil y se acercó a él, llevándose la mano a la boca y leyendo todos los titulares. No todo era tan bonito como parecía en esa realidad y era hora de hacérselo saber.

-Voy a vestirme y saldremos a cazar a las ruinas dónde estaba el Djinn –informé mientras me levantaba del sofá.

-¿Por qué es mi trabajo salvar a estas personas? –soltó de repente- ¿Por qué tengo que ser un héroe? ¿Y nosotros? ¿Mi madre no puede vivir su vida? ¿Sam no puede casarse? ¿Por qué tenemos que sacrificarlo todo?

No rompió a llorar, pero lágrimas salieron de sus ojos y descendieron hasta las comisuras de su labio. Odiaba verlo llorar y no merecía hacerlo, por qué el peso que cargaba sobre sus espaldas, era mucho más del que él quería. Antes de darme cuenta y sabiendo lo que significaba, me acerqué a él y le abracé. A pesar de ser más bajita que él, conseguí rodearle con mis brazos y llegar a su cabeza para acariciarla mientras él la apoyaba al lado de la mía. Por un momento, Dean se dejó a sí mismo mostrarse débil y se dejó ser consolado por mí, por su amiga que es algo más, una amistad más profunda de la que alguno de los dos nos atrevemos a admitir.

***

Dean se empeñó en ir a buscar a Sam, a pesar de que este Sam no sabía absolutamente nada de la caza, pero aún así, era su manera de intentar recuperar la relación. Sam se sentó en el asiento trasero del Impala, algo nervioso y no paraba de hacernos preguntas.

-¿Qué hay en la bolsa?

-Nada –respondimos Dean y yo a la vez.

-¿Qué es esto? –preguntó cuando sacó el tarro de sangre de la bolsa.

-Sangre.

-Sí, ya veo que es sangre, Dean –Sam levantó la voz asustado- ¿Qué hace aquí?

-Necesitábamos un cuchillo de plata bañado en sangre de cordero –expliqué.

-¿Y por qué lo necesitabas?

-Porque hay una criatura, un Djinn y debemos cazarlo.

-Es verdad, Sam –Dean me apoyó- Hay cosas en la oscuridad, cosas malas, cosas que son una pesadilla. La gente debe ser salvada y si no lo hacemos nosotros, nadie lo hará.

-Quiero ayudaros, de verdad –Sam tartamudeaba mientras sacaba su móvil- Estáis teniendo una crisis psicótica.

-Ojalá.. –murmuró Dean por lo bajo mientras le quitaba el móvil a Sam y lo tiraba por la ventana del coche en marcha.

Llegamos a las mismas ruinas que habíamos pisado, quizá incluso nos podíamos ver a nosotros mismos. Con las linternas, Dean y yo liderábamos el camino esta vez mientras que le indicamos a Sam que se quedara detrás de nosotros y que no hablara. Cruzando el pasillo dónde el Djinn nos había cogido, estaba la sala dónde tenía a todas las víctimas. Colgadas por las muñecas y extrayéndoles la sangre metiéndola en bolsas.

-Dean, es ella –indiqué a la chica que se nos había aparecido en el restaurante.

-¿Qué está pasando? –Sam preguntó asustado.

Rápidamente le indicamos que se callara y que se controlase, ya que habíamos visto la sombra del Djinn acercándose a la sala, así que no teníamos tiempo que perder. Nos teníamos que esconder antes de que nos encontrase.

Sin saber por qué, la chica despertó asustado, llorando, quería salir de allí el Djinn, cubierto de tatuajes, la puso a dormir de nuevo. Entonces, se acercó a la bolsa de sangre, destapó un tubo y apretó de él para que saliera sangre y así poder beberla. Un minuto después, volvió a irse y nosotros salimos.

-Esto es lo que hace el Djinn.. No te concede un deseo, te hace creer que lo ha hecho –dijo Dean de una manera en la que se culpaba por lo estúpido que había sido en creer que era real.

-Tenemos que estar aquí, Dean –indiqué- En algún lugar, pero estamos igual que esta chica y no podemos despertar.

-Nada de esto es real.. –repitió en voz baja, entonces sacó una navaja.

-¿Qué estás haciendo? –preguntó Sam asustado- Tenemos que irnos, esa cosa puede volver.

-Es una creencia –explicó- Cuando vas a morir en un sueño, te despiertas.

-Dean, no.. no estoy segura de esto –yo también empecé a asustarme.

-Laura, está bien, no vamos a suicidarnos, vamos a despertar –se acercó a mí y me agarró los brazos con las manos.

-Es una teoría, Dean –exclamé.

-Estoy bastante seguro –asintió dubitativo- Un 90% seguro. Lo suficiente.

Dean giró la navaja hacia él y cuando estaba a punto de clavársela en el pecho, Sam gritó, llamando nuestra atención. Entonces, de un lado, Mary apareció con su cara angelical acercándose poco a poco a Dean.

-¿Por qué no lo has dejado todo cómo estaba? –preguntó Sam- Eras feliz.

-Baja el cuchillo, cariño –Mary se coló entre nosotros- Aunque no sea real, esto es mejor de lo que tenías. Es todo lo que quieres. Volvemos a ser una familia. Vayamos a casa.

-Dean, no la escuches, morirás –interrumpí, intentando convencerle- El Djinn drenará toda tu sangre en un par de días.

-Pero aquí, con nosotros, parecerán años.. –Mary me interrumpió rápidamente y entonces se giró a mirarme, ahora como si me estuviera hablando a mi- Podéis tener un futuro juntos y vuestra propia familia.

Estábamos en la fantasía de Dean, pero yo tampoco me libraba. Lo había deseado durante un tiempo y ahora estaba en el aire. Dean conocía mi deseo más profundo y uno que no podía tener. Suspiré, cerré los ojos y estiré mi mano hacia Dean, entonces le miré.

-Ya somos una familia –dije, contradiciendo lo que Mary estaba diciendo. Era verdad, ya lo éramos o al menos yo les consideraba así.

Dean asintió, centrándose sólo en mirarme a mí y me cogió de la mano. Saqué la navaja que yo también llevaba y nos miramos de nuevo.

-¿Juntos?

-Juntos.

***

Después de clavarnos la navaja, que por cierto no había dolido nada por qué no era real. Despertamos tal y cómo pensábamos. Colgados el uno al lado del otro a pocos metros de la otra chica. Sam nos estaba mirando, el verdadero Sam, estaba ahí, ayudándonos cortando las cuerdas. Los ojos azules del Djnn se iluminaron en la oscuridad y entonces grité para avisarle.

Sam consiguió esquivarle un par de movimientos, pero la navaja que tenía en mano tampoco le era de gran ayuda. Finalmente, el Djinn consiguió arrinconarle contra unas escaleras, dónde nos habíamos escondido en la fantasía, y su mano azul estaba a punto de tocar a Sam. Por suerte, las cuerdas de Dean ya estaban casi cortadas y al hacer un poco de fuerza, se soltó. Cogió el cuchillo que habíamos traído con nosotros y se lo clavó en la espalda.

En cuánto Sam acabó de soltarme, salté a sus brazos con una sonrisa aliviada. Nunca pensé que estaría tan feliz de verle. Nos soltamos y nos acercamos a Dean, que estaba cortando las cuerdas de la chica que se nos había aparecido. Era hora de que todos volviéramos a casa y esta vez, de verdad.

Llevamos a la chica al hospital, dónde nos dijeron que había sido estabilizada y después volvimos al motel. En algún lugar del camino, me quedé dormida en el asiento de atrás del Impala, pero sólo por unos momentos, ya que cuando desperté, seguíamos en el coche. No quise interrumpir, ya que ambos estaban hablando en voz baja para no despertarme.

-Deberías haberlo visto, Sam. Nuestras vidas. Eras un miedoso –comentó, a lo que Sam no pudo evitar reírse.

-¿Así que no nos llevábamos bien? –Dean negó- Creía que debía ser la fantasía perfecta.

-No lo era, sólo era un deseo –cortó rápidamente su hermano- Deseé que mamá viviera. Si no hubiera muerto, nunca habríamos salido a cazar y tú y yo nunca.. ya sabes.

-Me alegro de que nos llevemos bien y que hayas salido de allí, Dean. La mayoría no habría tenido esa fortaleza, se habría quedado.

-Quería quedarme, quería tanto quedarme –murmuró apartando la mirada de su hermano- Fue Laura la que me hizo ver que nada era real. Laura ha sido esa fortaleza. No quería creerla, pero estoy aquí gracias a ella, Sam.

-¿Entonces Laura no tenía una fantasía propia? –preguntó curioso- ¿Habéis vivido los dos en la tuya?

-Quizás es.. –Dean se lamió los labios y miró por la ventana un momento, pensando en si debía decirlo o no- No lo sé.

Decidió no confesarlo. Decidió no decirle a Sam que yo también era parte de su fantasía. Que él también quería estar conmigo, pero Sam no era estúpido. Sam decidió no insistirle, pero no pudo evitar sonreír ante la actitud de su hermano. Sam lo sabía todo y como tal, miró hacia el asiento trasero para observarme, pero se encontró con que estaba despierta, sonriendo al ver que estaba haciendo una grieta en la coraza de Dean.

No estaba segura sobre si escribir este capítulo, ya que el siguiente es el final de temporada, pero.. me decidí y no me arrepiento para nada. Hasta el momento uno de mis favoritos. Se muestran tantos sentimientos y tantas emociones... Espero que os haya gustado!

Continuă lectura

O să-ți placă și

122K 7.4K 35
-Hyung Basta por favor - dijo el menor todo sonrojado -¿por que lo dices a caso te incómodo? - el mayor lo lleva hasta pared.
2.9K 168 11
Este fanfic es de la primera temporada aun no se su hare de las demas
12.3K 845 17
ⓈⒺⒼⓊⓃⒹⒶ ⓣⓔⓜⓟⓞⓡⓐⓓⓐ Ⓓ Ⓔ ⓣⓂⓣ➋ ❝ Él lo sabía. El Señor Tenebroso lo supo todo este tiempo... que un huracán amenazó durante muchos años por destronar...
185K 15.5K 35
|𝐀𝐑𝐓𝐈𝐒𝐓𝐒 𝐋𝐎𝐕𝐄| «El amor es el arte de crear por la sensación misma, sin esperar nada a cambio,más allá del placer mismo del acto creativo...