Promise┊Chaelisa

PassionKisser tarafından

146K 11K 6.5K

Donde Roseanne y Lalisa son amigas desde pequeñas, y mantienen la promesa de no olvidarse jamás. ➷Personajes... Daha Fazla

Prólogo
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
14.
15.
16.
17.
18.
19.
20.
21.
22.
23.
24.
25.
26.
27.
28.
29.
30.
31.
32.
33.
34.
35.
36.
37.
38.
39.
40.
41.
42.
43.
44.
45.
46.
48.
49.
50.
51.
52.
53.
54.
55.
56.
57.

47.

2.7K 166 61
PassionKisser tarafından

Lisa y yo nos encontrábamos sentadas en el sofá frente a la tía Dara, quien mantenía los brazos cruzados frente a nosotras. Habíamos bajado luego de tomar una ducha y tener una sesión de besos algo corta. Según ella, tenía algo que hablar con nosotras, y aunque sabíamos perfectamente qué era, tratamos de ignorarlo.

Lisa coló una mano entre las mías y entrelazó nuestros dedos, apretando fuertemente; la tía Dara suspiró al observar aquello y su expresión fue un poco menos tétrica.

—Miren —murmuró—, no puedo decirles que está mal lo que hacen porque ambas son adultas ya y saben cómo actuar, pero sí les pido que sean conscientes de lo que hacen. Sé que quizá no lo ven así ahora, pero las cosas pueden crecer. Tener sexo con personas sólo porque sí... Déjale eso a Jisoo, Roseanne. No es lo tuyo.

Ante sus palabras, levanté mi cabeza rápidamente, deteniendo su monólogo.

—Espera, espera, espera. ¿Tú crees...? ¿Crees que Lisa y yo sólo estamos teniendo sexo?

—Bueno, ¿qué más debo creer cuando las vi una encima de la otra comiéndose la boca?

Lisa y yo nos sonrojamos, pero rápidamente negamos con la cabeza.

—Tía Dara, Lisa y yo no sólo estamos teniendo sexo.

—Estamos saliendo —musitó Lisa con cierto orgullo—. Somos novias.

Sin embargo, lejos de parecer sorprendida, ella realizó una casi imperceptible sonrisa.

—¿Ah, es eso así?

Ambas asentimos.

Ella, sin borrar su sonrisa, observó a Lisa y volvió a cruzarse de brazos. Mi novia se estremeció ligeramente.

—No voy a darte el típico sermón de "la dañas y te mato". Eso se lo dejaré a Jisoo, siento que viniendo de ella te lo tomarás más en serio —se echó a reír tras musitar aquello—. Además, sé que jamás le harías algo malo. Creo que preferirías que te pase a ti.

—Primero muerta antes que permitir que algo le pase a mi Rosie —contestó de forma rápida.

No obstante, un extraño sentimiento me embargó cuando dijo eso, e instantáneamente apreté con mayor fuerza su mano.

—Lo sé... Pero, a pesar de mi fe en ti. Sí quiero pedirte algo... —tomando aire, la tía Dara lo soltó con un fuerte suspiro y su voz se volvió un poco más distante y dulce—. Lisa, sabes que Rosé es lo único que tengo en mi vida... Ella es quien me inspira para levantarme todos los días, ella es por quien lucho... No sólo porque es mi sobrina, ella sabe que la amo a montones aunque no siempre pueda estar junto a ella... Ya creció y no es una niña, pero eso no significa que no sea frágil... Cuídala mucho, por mí, por sus abuelos, por mi hermana... Confío en que lo harás, y aunque a veces se ponga como una cabeza dura, nunca dejes de luchar por ella, ¿entendido?

Las lágrimas empezaron a invadir mis ojos, y un sollozo casi escapa de mis labios. Lo sé, lo sé, soy una persona muy sensible...

—Te lo prometo, Dara. Voy a cuidarla pase lo que pase.

—Entonces, siendo así, supongo que no hay problema. Y tú también cuídala, ¿eh? —me señaló con su dedo índice—. Muchas darían lo que fuera por tener a una Lisa en sus vidas. Me incluyo.

—¿Y tú pareja no es así? —le pregunté, un poco recelosa.

—Es... Tal vez —sonriendo de forma pícara, suspiró nuevamente—. Bueno, señoritas, las dejo en paz. Debo ir a preparar algunas cosas mientras Minji les da el sermón a Jennie y Jisoo sobre el sexo y los métodos preventivos.

—Pero somos mujeres —argumentó mi novia.

—Sí, pero a Minji le encanta molestar a Jisoo.

Y sin más, salió de la sala.

Lisa un poco aliviada, volteó a observarme con una linda sonrisa que se esfumó rápidamente cuando vio mi expresión de enojo.

—¿Rosie...? ¿Qué...? ¿Pasa algo?

—Nunca vuelvas a decir algo así, Lalisa Manoban. Jamás, ¿escuchaste?

Ella parpadeó confundida.

—¿Qué? ¿Decir qué?

—Eso de la muerte, nunca.

—Pero... Rosie... Es verdad, y lo sabes. Yo-

—Sí, pero no me gusta escucharlo. El sólo pensar que tú... —un escalofrío me recorrió la espina dorsal y las lágrimas amenazaron con salir de mis ojos.

Mi novia, alarmada ante mi reacción, sólo se limitó a apresarme con sus brazos fuertemente.

—Lo siento, Rosie. No debí decir eso. Nunca lo haré otra vez. Te lo prometo, mi princesa... Pero ya no llores, por favor.

Sorbí mi nariz y sequé las lágrimas de mis ojos, asintiendo lentamente.

—Está bien.

Sonriendo, Lisa colocó sus manos en mi rostro con suavidad y lo acarició con sus pulgares.

—Te amo —murmuró suavemente.

—Te amo más.

—¿Sabes que me tienes, cierto? Jamás voy a dejarte, Rosie... A no ser que tú quieras, por supuesto.

Me eché a reír ante esa tonta conclusión.

—Me vas a tener que aguantar por más tiempo —tarareé.

Ella suspiró de forma dramática, fingiendo que era algo totalmente exasperante, pero yo sabía que estaba más que feliz.

—Ah... bien. Si no tendré otra opción... Supongo que tocará.

Le di un golpe en el hombro y ambas nos echamos a reír.

—¿Qué quieres hacer ahora? —le pregunté.

—¿Ahora?

—Ahora.

Ella levantó ambas cejas, dándome una sonrisa pícara que me hizo entender las palabras tras ella sin necesidad de decirla. Con mi rostro sonrojado, le di un golpe en el muslo.

—¿Por qué eres tan sucia?

—Pero si yo no he dicho nada —se quejó.

—Pero lo pensaste.

—Sí, pero no lo dije.

Bufé.

—Sigue así y te quedarás sin sexo una semana.

—Está bien, me comporto —musitó sin titubear.

—Estás tan enrollada en mi dedo —me burlé sacando mi dedo meñique y mostrándoselo con orgullo.

Esta vez, quien bufó fue ella.

—Claro que no.

Levanté una ceja e intenté hacer algo para probarlo. Llevando mi cabeza hacia atrás en el sofá y posando ambas manos sobre mi estómago, me quejé un poco.

—Tengo tanta hambre... Amor, ¿crees que podrías traerme algo del refrigerador?

Observándome con curiosidad, Lisa asintió rápidamente y empezó a caminar hacia la cocina, sin embargo, a mitad del camino se dio cuenta de lo que pasaba y, volteando en sus talones, me fulminó con la mirada cuando vio que me reía.

—¿Qué decías, Lili? —inquirí burlona.

—No es gracioso, sabes que me preocupo por ti.

—Y eso es muy tierno.

La rubia se volvió a sentar en el sofá con los brazos cruzados y un adorable puchero en los labios.

Sin dejar de reír por su reacción, pasé una pierna sobre sus muslos para quedar sentada a horcadas de ella y coloqué mis brazos alrededor de su cuello.

—¿Estás enojada?

Ella gruñó, sin descruzar sus brazos.

—Aww, ¿mi bebé está enojada? —recibiendo otro gruñido por su parte, me acerqué un poco más a ella y acaricié su mejilla con mi nariz—. ¿Bebé? ¿Sigues enojada?

Pero ella no contestó. Me limité a plantar suaves besos en su mejilla.

—Te amo —balbuceé, agudizando un poco más mi voz—. Mucho, mucho, mucho, muchote.

Cuando mis manos bajaron para acariciar su abdomen intentando hacerle cosquillas y mis labios pasaron a su cuello con el mismo fin, ella finalmente reaccionó echándose a reír.

—¡Rosie! —chillló—. ¡Para!

—Sólo hasta que dejes de estar enojada.

Volvió a hablar entre risas.

—¡Ya no lo estoy! ¡Para!

—Demuéstralo —susurré—. Dame un beso y te creeré.

Paré por un segundo para que ella pudiera hacerlo, y no me sorprendió en lo absoluto sentir sus suaves y carnosos labios sobre los míos. Mientras nos besábamos, mi mano se posó suavemente sobre su abdomen, por debajo de su camiseta y automáticamente mis dedos pasearon por él, contoneando los abdominales con suavidad.

Lisa suspiró en mis labios y yo me separé ligeramente —después de morder su labio inferior—.

—Adoro tus abs —dije—. Y tus piernas.

—Yo adoro tu trasero y tus caderas, así que supongo que estamos a mano —comentó, soltando una risa.

—Supongo que sí —seguí pasando mis dedos por sus abdominales esculpidos un rato más, cuando alguien entró a la sala y carraspeó para llamar nuestra atención.

Al voltear, vimos a Jisoo y Jennie de pie frente a nosotras con sonrisas pícaras observando mi mano, que por supuesto, seguía en su lugar.

—¿Con que toqueteando a tu novia, eh? —dijo Jennie de forma burlona.

—¿Esos son abs? —inquirió Jisoo, observando la poca piel de Lisa que podía apreciarse gracias a su camiseta levantada—. ¿Puedo tocar?

En ese instante, gruñí hacia ella y fruncí el ceño.

—Aléjate de mi novia, Kim Jisoo.

—Uy, qué amargada —se rió burlona.

—Toca los de Jennie, ¿ella no tiene?

En ese instante, todas observamos a la castaña, quien se levantó la blusa de mangas cortas que tenía, revelando su abdomen bien trabajado y sonrió con satisfacción.

—Síp, ahí están —musitó.

Jisoo la observó unos instantes antes de sonreír con picardía.

—¿Para qué tocarlos cuando puedo hacer esto?

Se agachó rápidamente y antes de que pudiera detenerla, pasó su lengua lenta y sensualmente por el abdomen de la castaña.

Jennie la observaba divertida, pero la tensión en su abdomen revelaba que le afectaba lo que hacía la chica de cabello negro.

—¿Pueden dejar sus actos sexuales? Gracias —bufó mi novia—. Voy a demandarlas por hacer porno en público.

—Eso no es nada —Jisoo sonrió burlona, una vez se levantó—. Hemos hecho cosas peores.

—Sí, creo que no quiero saber —Lisa hizo una mueca y volvió su rostro hacia mí—. ¿Qué haremos hoy?

—¡Oh! Estaba pensando que podríamos hacer otra fiesta privada. Como despedida.

—No sería mala idea, pasta —Jisoo llevó una mano a su mentón, pensativa—. Pero aún es temprano.

—Bueno, yo tengo una idea para el resto de mi día —Lisa sonrió y me envolvió entre sus brazos, besando mi hombro—. Rosie y yo iremos a una cita.

—¿Iremos? —inquirí curiosa, porque no recordaba haber aceptado nada.

—Sí, iremos —murmuró con firmeza.

—De acuerdo.

Lisa sonrió triunfante.

—Como nos sacan de sus planes, ¿qué clase de mejores amigas son ustedes, eh? —Jennie bufó en broma.

—Bueno, si ustedes van a salir Jennie y yo también saldremos juntas.

—¿En una cita? —sorprendentemente, quien preguntó fue Jennie. Con las mejillas sonrojadas y una ligera sonrisa en su rostro.

Mi mejor amiga se puso un poco nerviosa, con las mejillas rojas, y empezó a titubear.

—Eh... Tal vez sí, tal vez no. No lo sé. Da igual, vamos —tomando la mano de Jennie, Jisoo no le permitió decir nada más cuando la arrastró consigo hacia la puerta principal para irse de una buena vez.

Jennie apenas tuvo tiempo de despedirse de Lisa y de mí.

—Entonces... —musité, una vez estuvimos solas—. ¿Qué tienes planeado para esa cita, eh?

Mi novia me sonrió, pero no dijo nada más al respecto.

...

—¡Lisa! —chillé entre risas cuando su helado de menta tocó mi mejilla.

Ella se echó a reír, sin embargo, lamió mi mejilla en un intento por limpiarla y me acercó a ella, pasando un brazo por mis hombros.

Habíamos salido a dar algunas vueltas alrededor del centro del lugar, tomadas de manos, y nos decidimos a almorzar en un pequeño restaurante local. Después de eso caminamos otro poco cuando Lisa se ofreció a comprarme un helado porque hacía mucho calor. Discutimos un poco porque yo quería pagar y ella también, así que al final quedamos en que ella pagaría lo mío y yo lo suyo. Aún era temprano, pero queríamos dar un paseo por la playa antes de empezar con lo que sea que hagamos esta noche con Jennie y Jisoo.

Así que aquí estamos, tomadas de las manos con los pies descalzos caminando sobre la húmeda arena en la orilla del mar, con nuestros conos de helado casi terminados.

—Algún día hay que traer a nuestros bebes aquí —murmuró repentinamente Lisa, deteniéndose y observando el paisaje frente a nosotras.

Un sentimiento cálido se instauró en mi pecho, arrastrándose hasta mis mejillas.

Parpadeé incrédula mientras la observaba.

—¿Qué? —fue lo único que pude decir.

Lisa se volteó hacia mí rápidamente, sus mejillas volviéndose rojas y su expresión ligeramente nerviosa.

—Yo... Yo... ¿Dije eso en voz alta?

La sonrisa que escapó de mis labios no tuvo precio.

—Sí, lo hiciste.

—Maldición —susurró para sí misma—. Yo... Lo siento, Rosie. No quería... No quería asustarte, sólo-

—¿Por qué me asustaría, Lili? —pregunté, apretando suavemente nuestras manos entrelazadas—. El hecho de que pienses que duraremos juntas lo suficiente para tener bebés suena... Asombroso.

—¿De verdad? —preguntó, un poco más calmada al respecto.

Asentí.

—Por supuesto que sí. No muchas personas se ven teniendo una familia en el futuro con alguien. Me alegra que tú pienses que podemos tener un buen futuro juntas.

—Podremos y lo haremos, princesa —dijo, sin embargo, rápidamente hizo una expresión de nerviosismo—. Claro, sí tú quieres.

Sonreí ladinamente.

—Me encantaría —posé mi cabeza sobre su hombro, aprovechando la diferencia de estatura, y suspiré.

Duramos así unos instantes, en completo silencio mientras observamos el mar, cuando volví a hablar.

—¿Te digo algo, Lisa?

Ella tarareó.

—Por supuesto. ¿Qué pasa?

—A mí también me encantaría traer a nuestros bebés aquí —besé suavemente su hombro y mi agarre en su mano se apretó—. Es un sitio muy lindo, y además... Aquí fue donde nos hicimos pareja oficialmente.

—Jennie y Jisoo también se arreglaron aquí. Es un lugar mágico.

Terminé mi cono de helado y sonreí, asintiendo de acuerdo.

—Sí, lo es.

Lisa terminó el suyo y volteó a observarme durante un largo periodo de tiempo.

Levanté una ceja ante aquello y me volví hacia ella, quedando frente a frente.

—¿Tengo algo en el rostro? —inquirí con curiosidad.

Pero ella negó y, tomando mis dos manos, volvió a observarme de aquella forma tan intensa y especial. Y no crean que les miento cuando digo que lo es, juro que podía ver sus ojos brillar cuando me observaba.

—Te amo —balbuceó repentinamente.

—Te amo más.

Sonrió de una forma completamente dulce que me hizo derretir y estiró una de sus manos para acomodar un mechón rebelde de mi cabello detrás de mi oreja. Su mano, completamente suave y cálida, se detuvo para acariciar mi mejilla una vez realizó su cometido mientras su dedo pulgar acariciaba mi labio inferior.

—Eres tan hermosa —susurró con adoración—. ¿Te he dicho alguna vez la suerte que poseo al tenerte?

Entreabrí mis labios, dispuesta a refutarle, cuando continuó hablando.

—Te amo tanto, Rosie —juntó nuestras frentes con suavidad y cerró los ojos, suspirando—. Como no tienes una idea.

Sonriendo con dulzura, tomé su rostro entre mis manos y la hice observarme.

—Lo sé, Lili —susurré en respuesta—. También te amo con locura.

—Nunca dejes de hacerlo.

—Jamás.

—¿Promesa de meñique? —inquirió, levantando su dedo meñique hacia mí.

—Promesa de meñique —le aseguré entre sonrisas mientras juntaba mi meñique con el suyo.

Al separarnos, volvió a sonreír y plantó un suave beso sobre mi mejilla.

Nos observamos nuevamente a los ojos, y justo cuando pensé que por fin me besaría, Jennie y Jisoo aparecieron repentinamente, tomadas de las manos y llamándonos.

—¡Hey! No esperábamos verlas por aquí —murmuró Jennie, observando entre las dos—. ¿Interrumpimos algo?

Lisa rodó los ojos.

—Sí, de hecho.

—Qué bien —asintió satisfecha, recibiendo un gruñido por parte de su amiga.

Jisoo y yo reímos.

—Nosotras tampoco esperábamos verlas por aquí, y menos tan... Juntas —dije con los ojos entrecerrados ligeramente hacia sus manos unidas.

Ambas se sonrojaron, pero no hicieron nada por separarse.

—Bueno, todas nos llevamos sorpresas, pasta.

Volví a entrecerrar mis ojos hacia ella, intentando descifrar lo que pensaba, cuando Jennie volvió a hablar.

—Como sea, ¿quieren dar un paseo o algo así mientras esperamos?

Lisa y yo compartimos miradas, antes de que ella asintiera.

—Está bien.

Las mayores sonrieron de vuelta y juntas nos dispusimos a caminar por el lugar.

...

Siendo el último día aquí, nos decidimos a hacer nuestra última "fiesta privada" especial para las cuatro. Caminamos hacia casa al terminar nuestro paseo y, al anochecer, realizamos una fogata frente al mar mientras nos sentábamos a asar malvaviscos y comerlos con galletas y chocolate.

Cuando Lisa se ofreció a asar mi malvavisco, mientras veía como nos hundíamos en un silencio que aunque era cómodo, quería romper, me dispuse a cantar.

You were the shadow to my light, did you feel us? —empecé a cantar en un susurro, pero debido a que todo estaba en completo silencio, a parte de las olas del mar chocando en la arena, lograron escucharme—. Another start, you faded away.

(Eras la sombra de mi luz, ¿nos sentiste? Otro inicio, tú te desvaneces)

Jennie, quien tenía a Jisoo abrazada a su brazo, me observó unos instantes antes de mover el malvavisco en el fuego y seguir con el canto.

Afraid our aim is out of sight, wanna see us... Alive.

(Temo que nuestro objetivo esté fuera de vista, quiero vernos... Vivos)

Aquello me dejó un poco sorprendida, no sabía que Jennie cantara tan bien. Es decir, la he escuchado gritar y tararear con las canciones sonando de fondo, pero nunca acapella.

Where are you now? —cantó Jisoo, uniéndose mientras reposaba la cabeza en el hombro de la castaña—. Where are you now? Where are you now?

(¿Dónde estás ahora? ¿Dónde estás ahora? ¿Dónde estás ahora?)

Was it all in a fantasy? —cantó Jennie, apoyando su mejilla contra la cabeza de mi mejor amiga.

(¿Todo fue una fantasía?)

Where are you now? —le siguió la pelinegra sonriendo levemente.

(¿Dónde estás ahora?)

Were you only imaginary? —continué yo.

(¿Fuiste sólo imaginario?)

Al instante, las tres nos volteamos hacia Lisa expectantes, esperando que ella continuara. Yo sabía perfectamente que Lisa, a pesar de cantar y rapear muy bien, no estaba muy segura de su vocal, por lo que casi nunca lo hacía.

Ambas intercambiamos miradas unos instantes; me estiré, tomando su mano izquierda y entrelazándola con mi mano derecha mientras le sonreía dulcemente. Ella me devolvió la sonrisa y suspiró, antes de cantar.

Where are you now?

(¿Dónde estás ahora?)

Atlantis, under the sea —seguí—, under the sea.

(Atlántida, bajo el mar, bajo el mar)

Jisoo y Jennie nos siguieron al instante respectivamente.

Where are you now?

(¿Dónde estás ahora?)

Another dream. The monsters running wild inside of me.

(Otro sueño. Los monstruos corren salvajes dentro de mí.)

I'm faded —armonizamos todas al final y nos echamos a reír.

(Estoy desvanecida)

—Deberíamos formar una banda, ¿saben? —comentó Jisoo con cierta gracia en su voz—. Somos geniales juntas.

—No te lo niego —murmuró Lisa—. Sería genial cantar juntas alguna vez. Pero sólo si yo puedo rapear.

—En tus sueños, Manoban. El rap es mío —murmuró Jennie juguetona.

—Pueden compartir —bufé, rodando los ojos—. Es decir, yo compartiré mis versos con ustedes.

Todas nos echamos a reír después de eso nuevamente, y volvimos a quedar en silencio.

—¿Saben? Fue divertido estar aquí. Deberíamos volver algún día —dijo Jisoo, rompiendo el silencio.

—Deberíamos —concordé, apretando la mano de Lisa sobre la mía.

Mi novia me dirigió una sonrisa y besó mi frente con ternura antes de continuar su labor de asar malvaviscos.

—¿Saben, chicas? —murmuré—. Puede que no se los diga, pero agradezco haberlas conocido, a todas... Pese a que a veces pueden ser muy raras, y hablo por Jennie y Jisoo.

—¿Sabes? Todo iba tan bien hasta que dijiste lo de raras —Jisoo rodó sus ojos, haciéndonos reír.

—Bueno, yo también tengo que decir que agradezco haberlas conocido. Pese a que era un tanto... Amargada antes —Lisa se sonrojó levemente al decir aquello—. Siempre me divierto cuando estoy con ustedes aunque discutamos. Y me refiero a ti, Jisoo.

—Ya, ¿todas tienen algo contra mí hoy? —mi mejor amiga hizo un puchero y todas nos echamos a reír—. En fin, mi turno. Aunque ustedes no puedan entender mi sentido del humor, y sean unas amargadas de primera clase... También agradezco tenerlas en mi vida.

Cuando ella terminó, todas observamos expectantes a Jennie.

—¿Qué? —inquirió, levantando una ceja—. ¿No esperan que yo diga algo cursi, o sí?

Jisoo, a su lado, levantó una ceja y le dio un apretón a su muslo, logrando que bufara.

—Bien, bien. Como sea... —carraspeó—. Yo... Uhm... También agradezco tenerlas en mi vida, chicas. Y, a pesar de que no se los diga seguido, las quiero mucho a todas.

Lisa y yo sonreímos mientras veíamos como se inclinaba para decirle algo en el oído a Jisoo. No sé qué le dijo, pero sí logró que se sonrojara debió ser algo bastante fuerte.

Mi mejor amiga le dio una palmada en los muslos y apoyó su cabeza sobre el hombro de la castaña.

No sé qué se traían entre manos esas dos, sin embargo, debo admitir que eran extrañamente lindas juntas... Y definitivamente me alegraba por Jisoo.

Ambas se veían bien juntas.

—¿Una moneda por tus pensamientos? —la voz de mi novia me sacó del trance en el que parecía estar.

—Sólo estaba pensando un poco, nada fuera de lo común. Ya me conoces.

—Sí... Lo hago —sonriendo, Lisa me plantó un beso la mejilla y estiró hacia mí un sándwich de malvavisco.

—¡Yay! ¡Comida! —chillé encantada cuando llevé la comida a mi boca, haciendo reír a las presentes.

Lisa estiró la mano y limpió mi labio inferior untado en chocolate antes de probarlo ella misma.

—Te amo —le susurré suavemente.

La sonrisa que me dio a cambio no tuvo precio.

—Te amo más.

Y justo después de que se inclinara para plantar un casto beso en mis labios, la tía Dara y Minji aparecieron con latas de cerveza en las manos y tomaron asiento junto a nosotras.

Sí... La vida era buena.

Canción: 
Faded - Alan Walker.

Pd: Para los que leen mis One-shots, recuerden esta canción porque se viene un JenSoo ;)

Okumaya devam et

Bunları da Beğeneceksin

61.3K 5.2K 18
"No, claro que no, es obvio que no me gusta Bradley, el es mi enemigo y... Maldito idiota, sal de mi mente, haces que mi corazón se acelere." Max es...
111K 19.9K 56
Jimin es un humano común y corriente, un día va a una excursión en el bosque y al recostarse en un árbol es transportado a un mundo mágico, llamado f...
724K 107K 99
Toda su vida fue visto de menos y tratado mal por las personas que decían ser su familia, estaba cansado de que todas las noches llorara por aunque s...
162K 13.7K 34
|𝐀𝐑𝐓𝐈𝐒𝐓𝐒 𝐋𝐎𝐕𝐄| «El amor es el arte de crear por la sensación misma, sin esperar nada a cambio,más allá del placer mismo del acto creativo...