El placentero sentimiento de haber descansado lo suficiente, mientras las sabanas de la cama tocan sus piernas desnudas por estar llevando una especie de pantalon corto como pijama.
Unas ganas inmensas de estirar su espalda y brazos al sentir entrar la luz por la ventana del cuarto.
Recordaba las sabias palabras de su padre Rick, sobre volver a Alexandria para que pudiera recuperarse bien de su pierna.
Lo mejor era ver como Daryl estaba a su lado, era una felicidad gigante ver como su esposo le pudo acompañar aunque sea una noche para dormir con ella en su casa.
Eran como unas vacaciones de un día para poder estar juntos como familia.
Se giro sonriendo, mirando como el cazador dormía profundamente.
Acaricio su rostro con cuidado de no despertar al hombre, tocando su barca que le salia siempre.
Su cabello un tanto mas largo que antes, y dejandole un pequeño beso en su hombro.
Obviamente habían pasado meses desde que no compartían una cama, ambos sabían que con solo entrar a su casa las cosas se encendían, pero fue tanto el cansancio que solo durmieron plácidamente.
Aprovecharon los profundos sueños de Eliette, y la madrugada oscura donde toda Alexandria dormía para descansar como se lo merecían.
Sabía que sería un buen día, pues tenían libre y fue un milagro que los dejaran volver juntos a Alexandria luego de tanto tiempo.
Habían tantas cosas que hacer, que Daryl simplemente no tenía la oportunidad de dejar nunca el Santuario.
—Que buen día.— susurró al ver por la ventana mientras su cuerpo seguía recostado a un lado de su esposo.
Pero antes de levantarse con cuidado de su cama, por su pierna que seguia en sanación pero ya no en un estado tan grave.
La puerta se abrió de golpe asustandola, ni siquiera pudo ver bien de quien se trataba.
Pues el pequeño cuerpo era tan escurridizo y rápido, simplemente sintió el impacto de un tercer cuerpo en la cama.
—¡¡Papá!!— grito la pequeña de cabello corto castaño, saltando encima de Daryl y Ellie.
—¡Maldición!— grito la mujer cayendo de la cama, y haciendo que el cazador se despertara enseguida asustado.— ¡Mi pierna!
Una Ellie tirada en el piso del cuerto, y Daryl despeinado totalmente tomando a su hija mientras esta se colgaba de su cuello.
Sería un buen día.
[......]
En la mañana de Alexandria solo se escuchan las risas de esas dos niñas, que iban creciendo casi al par y eran bastante unidas.
Rick y Michonne miraban sonriendo como Ellie corría apenas para que su hija no le alcanzara, al igual que Judith.
Daryl le gritaba a Eliette para que corriera mas rápido, ya que en ese momento estaban jugando con las niñas.
Para el cazador en ese momento era algo llenador estar en casa, junto a su hija jugado y con las personas que quería.
Había estado tanto tiempo lejos, que hasta pensaba que su pequeña Eliette estaba hasta mas alta.
—Bien, mamá ya no puede correr más.— les paro Daryl al ver como Ellie llegaba a su lado con el corazon casi en mano.— recuerden que tiene su pierna lastimada aún.
—Mamá esta muy vieja para jugar.— se burlo Eliette colgándose del brazo de su padre.
Y Rick solo suspiro al escuchar el quejido de Eliette contra el palmetazo que Ellie le dio por decir aquello, era notorio que la pequeña Dixon tenía um gran parecido a ambos.
—Juguemos a las espadas con tia Michonne. — Eliette tomó la mano de Judith riendo, para ir a pedirle aquello a la morena.
La de rastas solo suspiro sonriendo para empezar a jugar con las niñas, con unos palos simulando que eran unas espadas como ella misma lo hacía en los momentos reales.
Eliette admiraba tanto a su mamá y a Michonne que todo el tiempo quería seguir practicando combate con un palo, ya que ambas mujeres mayores manejaban armas de combate.
—Ha crecido.— mencionó Daryl mirando a ambas niñas jugar con Michonne.— Judith también.
—No te darás cuenta cuando de repente llegue con un novio.— agregó Rick riendo a un lado de la pareja.
—Que miedo.— susurro Ellie.— probablemente la amarremos a una silla cuando cumpla quince.
—Ni siquiera yo pude controlarte a esa edad.— agregó Rick ofendido.
Daryl solo suspiro cansado, incluso con tan poca edad su hija ya era algo alborotada, no imaginaba como sería en un par de años más.
Pero tenía curiosidad todos los días, de ver como crecería, del parecido que iba adaptando con Ellie, del parecido de sus propias actitudes.
Dirigió su mirada a su esposa, quien le gritaba a Eliette para animarla.
El día por fin llego, de ver a su mujer convertida en la madre de su hija.
Había esperado mucho por aquello.
—¡Oigan!— la pequeña Dixon se dirigia corriendo a sus padres, y Ellie feliz se agacho para recibirla con sus brazos abiertos.— Somos un buen equipo con Judith.
Pero Rick solo soltó una disimulada risa al ver como Ellie había quedado son sus brazos abiertos, ya que Eliette prefirió abrazar a su padre Daryl.
—Ya se como se siente.— dijo Ellie recibiendo un empujón de Rick ofendido.
Daryl también sonriendo burlezco, tomó a la pequeña en sus brazos escuchando sus risas.
Michonne sonreía mirando la escena, mientras seguía jugando con un palo con Judith.
Pero todo miraron algo serios como se acercaban corriendo hacia ellos, probablemente para informar algo que sucedio mientras ellos estaban ahí.
Parecia algo serio, así que dejaron a ambas niñas jugando con sus armas de juguete.
—Esperen aquí.— les aviso Ellie a las niñas, mientras Daryl besaba la cabeza de Eliette para poder acercarse a lo que debían informar.
—Es uno de los salvadores, había desaparecido y los demas sospechaban.— escucharon decir al hombre que daba las noticia a todos.— lo han encontrado muerto, pero no parece un accidente.
Rick asintió con su cabeza y recibió la radio que ocupaban para comunicarse entre todos, solo miraron serios la noticia, definitivamente a ese hombre le habían matado.
[.......]
Justin estaba en la carroza de aquella camioneta, dentro del campamento que armaron para poder terminar el puente caído.
El único detalle es que estaba muerto, con un orificio de algo en su pecho y golpeado.
La gente armaba disputa por sobre cómo paso aquello, desconfiaban de las personas.
Todos los salvadores que ahora trabajan para los demas, desconfiaban de ser los siguientes por muertos por manos de los demas.
Estaban amontonados discutiendo, solo querían pelear pero Rosita y Carol solo trataban de parar el acto incluso con mano dura o armas.
—No armas.— dijo Daryl quién estaba junto a su esposa, ambos estaban de pie encima de algo para obtener altura y ser escuchados por las personas que estaban peleando a montones.
Habían llegado antes que Rick al lugar, pues ambos tenían que vigilar ese lugar ante cualquier cosa como esa.
Y Daryl mencionó aquello al escuchar como el amigo de Justin, el salvador que tenía barba pedía enojado que les dieran armas para protegerse.
—¿Porqué tu eres quien ha matado a Justin?— le acuso el mismo hombre, mirando hacía donde estaba la pareja.
—Será mejor que cierres tu boca, idiota.— le calló Ellie enojada, mientras Daryl le tapaba su boca para que no siguiera diciendo palabrotas.
—Apuesto por doña basura.— acusaron ahora, dirigiendo la mirada hacia Anne pues todos recordaban que Simon mato a todas las personas del basurero.
—No, fue él.— el mismo Salvador de antes acuso nuevamente a Daryl, pero se dirigió decidido a tomar un hacha del lugar.— terminando lo que empezó.
El ambiente se puso bastante tenso de un momento a otro, Daryl levanto su ballesta listo para exterminar a cualquier salvador que quisiera pelear, Ellie saco uno de sus machetes de igual forma pues conocía la naturaleza de esos hombres.
—Quizás sean los dos.— agregó el salvador, haciendo referencia a Daryl y Anne.— vamos.
La gente enojada saco sus armas, al ver como los salvadores del lugar mantenían una pelea innecesaria.
Todos mantenían su guardia en alto por aquel momento tan tenso, se notaba que existía una rivalidad aún contra esas personas.
Habían salvadores que obviamente trataron de detener aquel encuentro, pero no era tan fácil a esas alturas dónde inesperadamente un salvador se encontró muerto.
—Todo el mundo quieto, ¡ahora!— Rick intervino entre las dos masas de personas, llegando con su cabella y arma en mano.
Ellie rápidamente escondió su machete detrás de su espalda disimuladamente al ver como su padre le dirigia una mirada, estaban en aprietos nuevamente.
—Intentaré de hablar con Rick y encontraremos una forma donde todos nos sintamos seguros.— habló Alden hacía los salvadores, pues el chico de igual manera trató de detener las cosas antes llevandose un golpe por parte de los salvadores.
La gente solo se miro entre si, esparciendo el monton donde probablemente hubiera comenzado una masacre si no hubiera llegado Rick.
Lo salvadores enojados negaron con su cabeza y empezaron a alejarse del lugar.
—Circulen de aquí, y exploren el terreno por parejas.— ordenó Rick aún arriba del caballo, mirando a todos.
La castaña suspiro guardando su machete en la perteneciente funda que llevaba consigo.
Las cosas se ponían cada vez mas tensas, y la gente desconfiaba de poder estar unidos sin tener que cuidar sus espaldas por el rencor que se guardaba en ciertos momentos.
Miró como Daryl se alejaba un tanto enojado, y no optó mas que seguirlo. No le agradaba el hecho de la muerte de Justin, era un idiota y posiblemente se lo merecía, pero ahora todos eran sospechosos de una muerte.
—No pasa nada.— le calmó Ellie, sentándose a un lado de su esposo, en unos troncos que estaban mas alejados del campamento.— esto se resolverá.
—Esto no es una maldita fiesta de cumpleaños.— gruño enojado.— la gente está haciendo matanzas, y no exactamente porque andan felices de estar aquí.
—A nadie le gusta compartir con una persona que intentó matarte, creeme.— le interrumpe la chica ante la rabieta de Daryl.— pero hay que pensar con la cabeza, no con las armas.
—Nadie puede ponerse en el lugar de los demas, nadie sabe el rencor de cada una de estas personas o lo que perdieron a causa de los salvadores.— agregó.— nadie sabe lo que en realidad puede pasar cuando juntas a la víctima contra el homicida o agresor.
Esas palabras salieron de Ellie, mientras su mirada se perdia plácidamente en todo el campamento que habían levantado para trabajar juntos.
Aquello fue dicho al ser testigo de cosas horribles que tuvieron que pasar contra los salvadores, pero a fin de cuentas, todos estaban siendo unos egoistas al pensar en las tragedias de cada quien antes de pensar en mejorar un poco todo lo que se estropeó.
Miraron atentos como Rick se acercaba a ambos, el hombre tuvo una corta conversación con Grabiel, pues el cura estaba compartiendo más que nadie con Anne y probablemente sabía algo.
También pudieron ver como charlo con Maggie y Alden, posiblemente de lo ocurrido.
Ellie simplemente miro atenta como su padre se sentaba junto a ellos, en uno de los otros troncos.
Ella ya sabía porque estaba ahí, el porqué de su mirada y el ambiente incómodo.
—Esto es incómodo.— susurró para ella misma al ver como los tres estaban en silencio, mirándose.
—Adelante, pregunta.— se adelanto en decir Daryl, pues el hombre sospechaba de igual forma el porqué Rick se sento junto a ellos.
—La herida de Justin... parece una perforación.— comenzó, sin dudar pero eligiendo sus palabras con cuidado.— me preguntaba si sería un cuchillo pero es pequeña, redonda y limpia.
—Más pequeña y limpia, que un agujero de bala.— agregó rick.— parece que le hubiera dado una flecha.
Ellie fingió un sonido de ofendida, siendo mirada por ambos hombres que rápidamente la ignoraron pues la conversación era entre ambos.
—¿Esto es a lo que te dedicabas?— preguntó Daryl con una fácil mirada de seriedad.
—Cuando era necesario.– respondió el otro.
—¿De verdad crees que yo lo hice?— fue una pregunta directa por parte de Daryl, que tomó por sorpresa a Ellie y Rick.
—No, pero otros si.—
—Que se vayan a la mierda los otros.— dijo enojada Ellie.
—Ellie.— dijeron ambos hombres sin siquiera mirarla, la conversación debía seguir y debía terminar entre ellos dos.
—Si lo hubiera matado, hubiera ido de cara.— agregó Daryl estando serio y mirando a su amigo Rick.— no sé quién fue, pero sé por qué y tú también.
—Juntar todas estas personas no puede traer otra cosa.—
—Es lo que hay que hacer, el futuro nos pertence a todos ahora.— dijo Rick.
—¿Por qué ellos tienen futuro? ¿Y no lo tienen Glenn, Abraham o Sasha?— ellie bajó su mirada ante esa dura pregunta de Daryl.— ¿todas los muertos del reino, Hilltop y Oceanside?
—Por mucho tiempo pensé en ellos, ¿pero matarnos cuando el mundo ya le pertenece a los muertos?— interrumpió Rick.— no es el camino, ya no lo es.
—Iremos a explorar la zona.— el cazador tomó la mano de Ellie, levantándose y de igual forma tomando su ballesta.
—Daryl, sé que no estas de acuerdo con todo lo que hacemos, solo te pido que intentes.— los detuvo antes de que se fueran.— hazlo, que la gente lo vea y quizás todos pasen la página de una vez.
—Y quizás, solo quizás sea una de las mejores decisiones que hayas tomado.— agregó Rick acercándose para darle las últimas palabras.— Como no matar al tipo que dejó atado y abandonó en una azotea a tu hermano.
Ambos miraron como Rick se fue del lugar, dejando a cada uno algo sorprendidos ante las ultimas palabras que se dijeron.
[.......]
Se adentraron al bosque siguiendo las ordenes de Rick, la mayoría del grupo hizo lo mismo.
Debían encontrar al responsable, debían parar el ambiente tenso que se estaba agrandado entre todos.
Daryl caminaba por delante de Ellie, teniendo cuidado en sus pisadas y estando alerta de cualquier cosa.
Los caminantes aparecían más frecuente que antes en grandes cantidades, por eso era importante ir en parejas.
Debían tener cuidado también con los salvadores, en cualquier momento podían revelarse en contra de ellos.
La castaña miraba la espalda de su esposo, aquella chaqueta de alas, tenía muchos recuerdos de aquella chaqueta.
Lamentablemente había desaparecido otro salvador en ese lapso de tiempo, Arat.
Una mujer de cabello bastante corto, que era parte del santuario y tuvieron encontramientos en esos tiempos.
Era extraño, la desaparición de dos personas que eran parte de los salvadores, alguien claramente estaba tomando parte de su rencor en contra de ellos.
—Parece que lloverá.— comentó Ellie mirando el cielo entre los árboles de ese bosque.
—Será mejor apresurarnos.— agregó su esposo, tomando su mano y adentrándose más en la naturaleza.
En silencio dejó que la llevara entre los árboles, confiando claramente en el instinto de Daryl pues desde siempre supo rastrear bien a sus presas.
Con algo de pena recordo aquella mañana tranquila que tuvieron con Eliette.
Para ella era algo que le llenaba, ver como si hija crecía alegre junto a Daryl.
—Lo que Rick está haciendo.— dijo Ellie deteniendo su caminar, Daryl solo le miró hacía atrás.— es una llave para el futuro.
—Para Eliette.—
Daryl solo le miro, no dijo nada, no se mostró cabreado. En el fondo sabía que todo lo que se hacía era para un futuro a sus hijos y personas.
—Ella pudo haber conocido a todos.— comentó el cazador mirando hacia otro lado, demostrando rencor y refiriéndose a toda la familia que han perdido.
—Créeme que pienso en eso todos los días, y también me hubiera gustado.— respondió.
Tomó la mano de su pareja, e incluso le miró directamente a sus ojos, para probablemente buscar el razonamiento de Daryl.
Quería que se diera cuenta, ellos seguían de pie, incluso desde que se conocieron por primera vez, seguían de pie juntos y ahora con una hija.
—Debemos seguir luchando incluso por los que ya no están.— tomó la mejilla de su esposo.— incluso si yo no estoy, debes seguir luchando por mi.
Daryl tomó la mano de Ellie, bajandola y sosteniendo sin soltarla.
—Tu nunca vas a dejar de estar.— le besó, juntando su frente con ella.— somos una familia.
La chica sonrió, como si se tratará del primer beso junto a ese hombre.
Nada jamás los separó, y de ser así siempre volvieron a encontrarse.
Ella sabía, si algún día volvía a separarse de aquella alma, tarde o temprano volverían a buscarse y encontrarse.
—Demonios.— El cazador tomó la mano de su mujer nuevamente, al sentir como lluvia caía sobre sus cuerpos.— no es buena idea andar entre la lluvia por estos lugares.
—Busquemos algo donde podamos estar unos minutos, hasta que pase la lluvia.— recomendó Ellie, corriendo a un lado de Daryl aún con las manos tomadas.
Apenas era medio día y no esperaban lluvia en esos momentos. La busqueda iba a ser claramente interrumpida por aquel clima, era peligroso andar así con caminantes en el alrededor probablemente.
Mucho tiempo había pasado desde que la pareja corría por el bosque juntos, incluso cuando estaban en peligro o simplemente cazando.
Para Ellie correr en lluvia, con el olor a la tierra mojada, solo le hacía recordar a cuando eran unos idiotas donde ni siquiera sabían que se gustaban y amaban.
Le hacía sonreír.
Pudieron hayar un pequeño tunel de cemento entre el bosque, seguramente en su momento sirvió para algun tipo de desagüe para alguna fabrica o pueblo cerca de ahí.
Pero ahora como en la mayoría de los lugares que quedaban, la naturaleza reclamaba lo suyo.
Y aquel tunel lo suficientemente grande para que ambos pudieran entrar, estaba seco y lleno de cesped con hojas.
Al entrar solo sacudieron su ropa de lo mojada que había quedado, y esperar que la fuerte lluvia les diera otra oportunidad de poder salir.
Daryl miro rápidamente como su esposa estornudaba por la ropa empapada, y el frío que se juntaba en el cuerpo con aquello.
Solo suspiró pensando que siempre debía estar cuidando de ella.
—Quitate la ropa.— le ordenó acercándose a ella.
Incluso después de tantos años, a Ellie le tomaba por sorpresa esas cosas.
Al punto de avergonzarse y alejarse.
—Te he visto hasta los lugares mas vergonzoso, ¿y te da pena sacarte la ropa frente mío?— dijo Daryl incrédulo, recordando que hasta una hija tenían juntos.
—Una dama siempre debe mantener su intimidad intacta.— respondió ofendida.
—No tienes nada de dama...— no pudo seguir con so oración, pues Ellie le tiro enojada la camisa mojada que llevaba puesta.
Cabreado sacó la prenda mojada de su cara para devolversela. Pero sus palabras quedaron atoradas en su garganta gruesa, al mirar como Ellie estaba frente suyo solo con ropa interior, pues en esos momentos era esencial mantener el cuerpo seco.
Juro haber sentido como sus mejillas se encendían un poco, pues siempre era como la primera vez, al verla en esas condiciones.
No había que culpar al cazador y sus deseos, pues habían pasado meses desde que no tocaban sus pieles, y hacían el amor como se debía.
—Que miras, pervertido.— gruño la chica sacándole de sus pensamientos.
Ellie se sento en el lugar, abrazando sus piernas y esperando que la lluvia parara pronto para seguir con la investigación.
Sintió los brazos de Daryl rodearla, pero no dijo nada, le gustaba ese apego en esos momentos.
—De qué te ríes mocosa.— susurró el hombre al escuchar la risa de Ellie mientras la tenía abrazada.
—No sé si te pasa, pero estar así me recuerda mucho a cuando nos estabamos conociendo.— susurró de igual forma, con una sonrisa en sus labios.
—Solo recuerdo que nos liamos a golpes.— Ellie soltó una pequeña carcajada ante ese recuerdo, porque era cierto.
Los roces de cuando estaban juntos comenzando, eran algo fuertes y es que de verdad eran polos opuestos.
No sabían como terminaron así, casados, viviendo juntos en medio del desastre.
—Y ahora tenemos una hija.— apoyó su cabeza en el cuello de Daryl, pensando en lo rápido que había pasado el tiempo.
Querían seguir juntos, ver como Eliette crecía, como se hacía fuerte. Si aprendería a usar una ballesta o los machetes, que actitudes tendría.
Que fueran muy amigas con Judith, que tuviera la cabeza para ser una buena lider y una buena luchadora.
—Podríamos tener dos.—
—¿Me estás tomando el pelo?— se burló la chica ante esa propuesta loca de Daryl.
—La verdad no, quiero tener una familia gigante contigo.— acercó su cara contra la de su mujer.— lo deseo.
Ellie sorprendida, recibió el beso de Daryl. Sintiendo las caricias que tanto extraño en todo este tiempo, en su abdomen, brazos y piernas.
Ella lo sabía, no iban a poder detenerse, no iban a poder dejar de desear sus cuerpos en ese momento que tenían a solas, en medio del bosque y lloviendo.
—Entonces formemos una familia gigante.— le susurró la chica encima de sus labios.
Se escucho la ronca sonrisa de Daryl entre la oscuridad que llegaba de la tarde.
Desnudando completamente a su esposa, y haciendo de las suyas como siempre hizo en esos momentos.
Ellie solo sintio el frío concreto en su espalda, recostandose y dejándose llevar por los besos, movimientos y deseos sexuales.
Solo la tarde de ese bosque fue testigo de ese encuentro sexual después de mucho tiempo, y de posiblemente una nueva vida.