Luego de unos largos segundos se separó de mí, su rostro estaba rojo, y sus ojos brillaban debido a unas lágrimas que sabia él evitaba dejar caer.
Me sonrió con sinceridad, y me hubiese gustado saber qué sucedía por su mente en ese momento. Sin embargo un fuerte ruido afuera nos sacó de aquél trance.
Jungkook caminó hasta la ventana, una brisa fuerte entró por ella y unas cuantas gotas.
Estaba lloviendo.
—Oh... No pensé que iba a llover hoy...— Jungkook parecía decepcionado.
—¿No te gusta la lluvia?— volvió a cerrar la ventana.
—Las lluvias leves no me dan tanto miedo, pero odio las tormentas...
—¿Sucedió algo?— negó.
—No, desde pequeño me dan miedo. Es solo un sentimiento horrible que crece en mi pecho, no me gusta estar solo cuando los días están así.
Mi celular sonó cuando iba a responder; era Tae.
—Jimin, está lloviendo, ¿quieres que vaya a buscarte con Jin?— observé a Jungkook mientras él se sentaba en la cama, parecía estar pensando algo, su mirada estaba perdida como si se cuestionase en hablar o no, pero luego de dar un profundo suspiro simplemente soltó aquello.
—P-puedes quedarte a dormir si quieres...— sus palabras hicieron que mi corazón latiera con rapidez. Él parecía bastante nervioso.
Taehyung decía mi nombre al otro lado —Yo... Creo que estaría mal irme sin haber comido... ¿Estará bien si me quedo?— silencio.—¿Hola?
—Está bien, si así quieres no soy tu madre para impedirlo.—rió— Disfruta y si puedes guarda algo de comida en tu bolsillo para traerme o no te dejo entrar.— sonreí.—cuídate, y Jimin, si pasa algo llámame.
—Lo haré, adiós, te quiero.
—Te quiero más, terroncito.— la llamada se cortó. Observé a Jungkook ponerse de pie y juntar sus manos.
—Se lo diré a Nana— dijo, con una sonrisa.
☀❄
Habían pasado varias horas ya, la comida de Nana, quien me había permitido decirle así, había estado deliciosa. Charlamos mucho, me hizo varias preguntas con respecto a mis estudios y trató de no meterse mucho en mi vida familiar. Era una señora muy buena, reía mucho e intentó tener conversación en todo momento.
Luego de ello pasamos a ayudarla a limpiar, al terminar fuimos de nuevo a la habitación de Jungkook, miramos películas y jugamos algunos juegos de mesa. No habíamos tenido tanta charla pero aún así el ambiente en ningún momento se volvió incómodo. La lluvia aumentaba cada vez más hasta el punto de haber truenos, y cada vez que uno de estos resonaba Jungkook se asustaba, pero él no estaba solo.
Escuchamos música, descubrimos que teníamos varias en común, fue un lindo día.
Pero la noche había llegado. Jungkook me había dado un cepillo de dientes nuevo y prestado su ropa, la cual me quedaba muy grande, obteniendo de su parte una sonrisa con un "tierno", provocando que me sonrojara.
Insistió en que yo durmiera en la cama, según él sería de muy mala educación hacerme dormir en el piso, y aunque lo negué muchas veces él no paró de insistir.
¿Y cómo no negarme a ese bonito rostro?
—Kookie, en serio no tengo problema de dormir en el piso, no lo consideraré como mala educación.— estaba sentado en la cama mientras lo veía acomodar las frazadas y taparse hasta el cuello, luego me miró con aquellos ojos de bambi y sonrió.
—Así estamos bien— negué riendo y me acosté en la cama. Jungkook apagó la luz dejando una pequeña lámpara prendida, la cual me parecía familiar, pero le resté importancia.
Pasaron minutos en los que permanecimos en total silencio.
—Eres la primera persona que se queda aquí... De hecho, eres la primera persona que viene a mi casa... p-para estar conmigo...— me encontraba recostado boca arriba, me sentía aliviado de que él no viera mi rostro.
—¿Jin no ha venido?— se escuchó un suspiro.
—No... Él nunca tenía tiempo para venir aquí, sin embargo jamás lo vi como algo m-malo...— comenzó a acomodarse, quizá se había dado la vuelta.—Hoy fue un lindo día. Sabes, nunca reí tanto como hoy, me sentí bien, y todo eso es gracias a ti...
—También la pasé increíble hoy, Jungkook, incluso me dolió el estómago de tanto reír. He descubierto una nueva faceta de ti, eres muy serio cuando de juegos se trata— ambos reímos.
La lluvia resonaba en el techo y el frío viento chocaba contra la ventana, los relámpagos no cesaban provocando destellos de luz que pasaban a través de la cortina, alumbrando la pared. Los truenos eran casi continuos y algo fuertes.
Algo que no le había dicho a Jungkook es que, al igual que él, también le temía a las tormentas.
—¿P-puedo contarte un secreto?— susurré un "claro" y continuó —Me sentía bastante nervioso al saber que vendrías... Por dos motivos, el primero era que temía que la pasaras mal, te aburrieras o desearas irte... La segunda es porque no quería irme yo cuando tú estabas aquí, no quería que él regresara y me hiciera perder cada segundo a tu lado, cada uno de los que h-hoy hemos pasado... Pero, no me fui. Y él lo intentó, Jimin, lo intentó en varias oportunidades y sin embargo con sólo anhelar quedarme, dejaba de insistir. Por primera vez en tanto tiempo dejé de sentirme débil ante él...
Me sentí aliviado de sus palabras, me sentí feliz de haber podido lograr algo, de verlo avanzar. Aquél sentimiento cálido en mi pecho comenzó a intensificarse, me sentía cómodo a su lado.
Me puse de costado apoyando mi codo en la cama y mi rostro en mi mano, podía ver a Jungkook dado vuelta hacia mí, con la frazada hasta su nariz y sus piernas flexionadas. Sonreí al verlo en esa postura.
—Me alegra oír eso, realmente. Espero sigas así, porque yo no me iré de tu lado, Kook. Y... Espero que estos días vuelvan a repetirse, oh, y poder ganarte en algún juego de mesa— volvimos a reír.
Un trueno retumbó con fuerza, mi corazón latió fuerte. Escuché una fuerte respiración y volví mi vista a Jungkook, quien ahora se encontraba totalmente tapado.
—Kook....— con lentitud empecé a ver unos ojos descubrirse.—Puedes dormir conmigo si quieres... Mm, en realidad también le temo a las tormentas...— no obtuve respuesta, pero sí un cuerpo levantándose y subiendo a la cama, del lado de la pared, lo cual no me esperaba para nada.
Volví a ponerme boca arriba, sintiendo mi hombro chocar con el contrario. Mi respiración permanecía tranquila, pero sentía nervios. Y sabía que él también.
Pude sentir como giró su vista hacia mí, su mirada permanecía en mi rostro, haciendo que tragara con dificultad. Pero eso no detuvo que corriera mi mirada igualmente hacia él.
Sus ojos brillaban, y esta vez no eran por lágrimas. Todo estaba en calma, y la lluvia había pasado a segundo plano cuando con sólo verlo me sentí pleno.
Ambos sonreímos. A esa cercanía podía apreciar aquel lunar debajo de su labio, los cuales se veían tan suaves. Sólo podía escuchar mi corazón latiendo.
Él volvió nuevamente su mirada hacia el techo, segundos después lo imité.
Quizás, por un momento, había creído que ocurriría algo más.
—Estoy feliz de haberte conocido. Tú, lograste devolverme esa felicidad que tanto extrañaba. Me siento como cuando era un niño...
Su respiración se hizo muy tranquila. Y allí me di cuenta que esas habían sido sus últimas palabras antes de caer dormido.
—También estoy feliz de haberte conocido, Jungkook...— susurré, girándome hacia él, para así poder dormir.
☀❄
Al día siguiente, desperté con él a mi lado, aún seguía durmiendo pacíficamente. Ninguno de los dos había cambiado su posición, por lo que podía observar su perfil.
Jungkook realmente era lindo, y ahora con la luz del día dándonos, podía corroborar todavía más aquello.
Se sentía bien estar a su lado.
Me quedé observándolo por un tiempo, cuando repentinamente mi cabeza comenzó a doler.
Cerré los ojos con fuerza y empecé a respirar pesadamente, tomando mi cabeza con una de mis manos.
"—estás tocando mal, Jimin. Vuelve a empezar, debe sonar excelente."
¿Qué sucedía?
Me senté en la cama, intranquilo. Aquella imagen de un niño tocando el piano no salía de mi mente, mientras que la voz de un hombre resonaba, pero no me parecía familiar.
"—No lo estás haciendo bien de nuevo."
"—No permitiré que salgas en un escenario así"
"—¡Jimin, ven acá!"
No, no, no.
Mi cabeza dolía un montón y mis pensamientos comenzaban a llenarse de imágenes desconocidas.
¿Por qué estaba en un piano?
¿Quién era ese hombre?
"—Por favor no lo lastimes..."
¿Quién era ese niño?
Negué repetidas veces intentando quitar todos esas confusas imágenes de mi cabeza, y el dolor dejó de intensificarse.
Aparté la frazada con rapidez y me levanté, pero antes de alejarme de la cama sentí una mano agarrar mi muñeca.
Me giré con lentitud, mi respiración seguía sin calmarse, y más aún cuando vi su mirada profunda hacia mí, totalmente seria.
—Jeongg-...
No pude continuar.
No me había dejado continuar.
No cuando había jalado de mi brazo.
No cuando me había acercado tanto, que incluso nuestros labios se tocaron.
Y él no se apartó.
Él me estaba besando...
Sus labios se movían despacio, quizá con miedo de no ser correspondidos.
Estaba sorprendido, pero aún así, mis ojos fueron cerrándose con lentitud.
Mi cuerpo comenzó a relajarse cuando sentí sus manos en mi rostro, su tacto me tranquilizaba.
Mis labios comenzaron a moverse, saboreando los suyos, sintiendo la presión entre ellos, sintiendo aquella suavidad.
Su pulgar acariciaba mi mejilla cariñosamente, su tacto era cálido.
Él era cálido.
Me sentía con miedo, no sabía qué es lo que podría suceder luego de separarnos, el ambiente no era incómodo, sino uno que rogaba por un mejor beso.
Y así fue, así él comenzó a intensificar el movimiento de sus labios y yo no hice más que seguirlo, porque sabia bien, que había esperado aquello desde que mi corazón latia con rapidez cuando estaba cerca suyo.
Con su otra mano tomó mi cintura presionándome a su cuerpo. No hice nada por apartarme, tal vez sólo deseaba que aquellos labios no se separaran de los míos, no deseaba apartarme y ver unos ojos llenos de rencor, o de pena.
No sabía con quien iba a encontrarme.
Y por eso disfruté cada roce, cada caricia, cada suspiro.
Cada segundo en que mi estómago sentía esas tontas mariposas haciendo cosquillas, en que mis manos comenzaban a sudar de los nervios, en que una lágrima se permitía a sí misma caer sin aviso, sin saber por qué.
Se sentía bien.
Pero, lamentablemente, el aire se acababa, obligándonos a separarnos.
No me atreví a mirarlo, mi rostro permanecía hacia abajo, y tan sólo cuando sentí sus manos agarrando mis mejillas para poder mirarme, fue cuando decidí darme por vencido.
Él me estaba viendo, el color de sus ojos eran simplemente marrones, no veía tonos verdes ni violeta, tampoco veía rencor o pena. Lo veía de una manera que todavía no había llegado a conocer, con una mirada llena de anhelo, eran tan profunda, que creí que iba a caer en ella.
—Jimin...— susurró, con su suave voz mientras no dejaba de acariciar mi mejilla—Ahora lo sé...
☀❄
Ustedes:
Lamento dejarlas así pero el suspenso ante todo y tampoco se me enojen que falta poco para la próxima actualización🥺.
¡Finalmente hubo besito! Ya era hora la verdad.
Por cierto, veo que algunas tienen la duda sobre si Jungkook será pasivo y bueno, yo sólo diré una cosa; kookmin🤭.
Realmente espero que les esté gustando. Nos vemos el domingo 💞