Vanessa es la cosita más preciosa que puede existir. Cuando la cargo en mis brazos puedo jurar que todo lo relacionado a la propuesta de Zac se desvanece de mi cabeza. La preciosa beba duerme plácidamente y Bridget nos mira con ternura, mi corazón se encoje otro poquito cuando Vanessa emite un ruidito adorable y mis ganas de ser madre se multiplican por mil.
—Sabes que no es imposible, linda —susurra Bridget y le dedico una sonrisa forzada.
—Lo sé, soy muy joven aún, pero no puedo evitar emocionarme al respecto y saber que quizá nunca tenga esta posibilidad me rompe en modos que no puedo explicar.
—Oh, cielo… Lo entiendo a la perfección. Estuvimos años intentando embarazarnos y llegó un punto en el que decidimos dejar de intentar porque me desanimaba el sólo hecho de ver otra prueba de embarazo negativa. No puedo explicar con palabras la emoción que sentí al enterarme y deseo de todo corazón que puedas experimentar eso también. Sea con Zac o no. —Las últimas palabras me abren las heridas nuevamente, pero aun así me las arreglo para sonreír.
—Gracias, Bridget. Supongo que me tendré que conformar con malcriar a Vanessa por ahora.
Ambas reímos lo más silenciosamente posible y en ese mismo momento se abre la puerta y entra Logan junto a Zac. Mi chico me observa más de lo necesario y puedo notar la emoción en sus ojos al verme cargar a Vanessa. Sé que tenemos una charla pendiente, pero quiero posponerla lo más que pueda y lo que menos deseo es discutir con él una vez más. En ese momento mi teléfono vibra y el nombre de Aiden brilla en la pantalla.
—Em, aquí no se puede hablar por teléfono —dice Logan.
—Claro, le devolveré la llamada afuera.
—Vayan a descansar y nos vemos en la mañana —interviene Bridget.
—¿Segura?
—Sí, algo me dice que Vanessa es de las que duermen mucho como su padre y poco trabajo me va a dar —bromea y Logan desmiente inmediatamente lo que dice su esposa.
Con el humor en el aire nos despedimos de los padres primerizos para irnos a casa. Ambos salimos sin decir una palabra y caminamos por el interminable pasillo. No sé ni qué hora es para ser exactos, Ethan y Lisa se fueron a las diez así que debemos estar pisando la media noche.
El pasillo es largo y prácticamente interminable. Zac no habla, pero por el profundo ceño que hay marcado en su frente sé que está molesto porque Ethan me contó lo de la propuesta para pelear profesionalmente. No quiero pelear con él, estoy cansada de hacerlo y sin pensarlo mucho, tomo su mano y entrelazo nuestros dedos. Él frena su paso y me mira, en sus ojos se disminuye la furia que los estaba devorando. Me acerco hasta estar completamente frente a su cuerpo y soy capaz de sentir su calor. Zac me saca una cabeza de altura y es algo que me fascina porque también me hace sentir increíblemente protegida.
—Te amo —murmuro.
Su respiración falla y en una milésima de segundo tengo sus labios sobre los míos. Se mueven al ritmo del latir desbocado de mi corazón y el calor comienza a concentrarse en mi piel. Mis manos suben por su fuerte pecho hasta colocarse en sus hombros y cuando muerde mi labio inferior, mis uñas se clavan en la carne sensible de la zona.
—Te amo tanto, bonita.
Sus ojos oscuros me escanean de pies a cabeza y veo el deseo correr detrás de esa mirada. Sin saber lo que hago, me apresuro a tomar su mano y camino apurada con él a rastras.
Cuando salimos al estacionamiento, no me sorprende ver solo tres autos estacionados, entre ellos el mío. Destrabo las puertas y enseguida nos subimos los dos. Me tomo el lado del copiloto en una clara indirecta de que él debe conducir y en cuanto estamos dentro del vehículo, trepo sobre su regazo y lo beso con pasión.
—Em… ¿Aquí?
Sus dudas son selladas y poco a poco siento como su deseo crece por mí. Mis manos lo acarician por encima del pantalón y un gruñido retumba en su pecho. Fue un día larguísimo y lo necesito, lo deseo… lo anhelo.
Mis manos se cuelan debajo de su camiseta y me deleito acariciando su piel caliente mientras que sus labios atacan mi cuello. Hace mucho calor y tengo la necesidad de arrancarme el vestido ya mismo. Las caderas de Zac se elevan buscando mi calor y jadeo al sentir su erección hacer contacto con la parte de mi cuerpo que más lo desea. Zac toma el elástico de mis bragas y lo baja sin perder más tiempo. Lo beso con fuerza al mismo tiempo que sus dedos asaltan la humedad que hay entre mis piernas. El calor se multiplica por mil y el placer de sus caricias hace que me estremezca.
—¡Zac! —chillo cuando siento el clímax se acerca.
Él retira su toque y antes de que pueda protestar, se hunde por completo en mi interior. Compartimos una mirada cargada deseo antes de que sus manos guíen el camino de mis caderas.
—Mírame —pide con la voz ronca y lo hago.
Su frente tiene pequeñas gotas de sudor y su labio está atrapado agresivamente entre sus dientes. Me arqueo cuando sus embestidas aumentan y siento que podría explotar de un segundo a otro.
—Bésame —suplico y él cumple.
Su boca se funde en la mía con desesperación y de esa forma logramos reprimir los gemidos involuntarios que salen de nosotros.
—Eres jodidamente perfecta. —Sus palabras me hacen sonreír—. Ya voy a acabar amor… Luego iremos a casa y te haré mía sin apuros.
El orgasmo explota y esta vez no se retira cuando él acaba también. Lo siento latente dentro de mí y como mis terminaciones nerviosas se aprietan a su alrededor. Esto es lo más osado que he hecho en mi vida y sin duda lo volvería a repetir.
—Lo siento, no pude aguantar verte molesto hasta llegar a casa.
—Nena, no estoy molesto contigo. —Zac me besa la frente con ternura—. ¿Cómo podría?
Me aprieta el trasero y un gemido involuntario se me escapa. Una sonrisa perversa pinta sus labios y me hace sonreír también, lo amo tanto.
—Aun así, debería haber esperado.
Comienzo a levantarme, pero él no me deja ir tan rápido y cuando voy a replicar, siento como unos pañuelos de papel entre mis piernas para limpiar los fluidos involuntarios de nuestros cuerpos.
—Me encantó, Em. Pero a pesar de que hay poca posibilidad, me gustaría tener siempre un preservativo a mano. —El calor se concentra en mis mejillas—. Quién sabe cuándo lo podríamos necesitar —murmura en mi oído y provoca mil sensaciones en mi piel.
—Estoy de acuerdo con eso.
Él sonríe y no puedo hacer más que devolverle el gesto. Sus labios buscan los míos una vez más y gustosa los acepto. Podría besarlo por horas sin cansarme, sin tener ningún tipo de motivo y sólo porque sí, porque estoy completamente loca por él.
—Te amo —dice sin apartarse lo suficiente de mí.
—Te amo.
Cuando Zac aparca el coche en el estacionamiento del edificio, me percato del cansancio que ambos tenemos y lo único que quiero es dormir por un día entero. Mi teléfono vuelve a vibrar y me sorprende que Aiden siga llamando a estas horas de la noche, por lo que antes de que el miedo se instale en el sistema, pulso la tecla verde y la voz de mi hermano me asalta.
—Em ¿dónde estás? —pregunta con desesperación y mi pecho se contrae.
Cierro la puerta del auto e intento no pensar. ¿Le pasó algo a él o a Tara? Quizá Aj esté causando problemas o la situación con mi tía en Italia empeoró y mi madre me necesita. Las teorías que mi mente dibuja en segundos me sorprenden a mí misma, pero cuando uno recibe una llamada de una persona que amas y la desesperación tiñe su tono de voz, no puedes hacer más que rezar para que todo sea una exageración y esperar que nada malo venga con la insistencia de las llamadas.
—En este momento estoy llegando a casa, ¿qué pasa? —Logro pronunciar.
—Recibí un mensaje, Em. ¿Estás con Zac? Salgan inmediatamente de ahí…
Y en ese momento lo escucho. Un golpe seco me hace tirar el teléfono y cuando miro de dónde provino el sonido, casi me desmayo. Todo mi mundo se detiene al ver el cuerpo de Zac en el suelo y salgo despavorida hacia él. Se mueve. No está muerto. Pero no puedo tocarlo, porque en ese preciso momento estoy presa. No me puedo mover ni razonar, un trapo húmedo y sucio tapa mi boca y eso neutraliza todos mis sentidos.
El rostro somnoliento y la mirada desesperada de Zac es lo último que veo antes de que mis ojos se cierren y mi cuerpo sea depositado de forma brusca dentro de un auto. Me están secuestrando.
Año nuevo y capítulo nuevo. Espero que les guste y que no me maten por dejarlo ahí 🤗 espero que empiecen un increíble año y muchas gracias por todo el apoyo que recibí de ustedes con esta hermosa historia ❤🔥 nos encontramos el año que viene y espero que seamos los mismos y más 💎 los leo...x