ᴅᴀɴᴄɪɴɢ ᴡɪᴛʜ ᴀ sᴛʀᴀɴɢᴇʀ = ᴇʟʏ...

Da OhMrEye

18.6K 2.7K 3.8K

Samuel y su mejor amigo Guillermo se dan cuenta de que el ambiente entre ellos deja de ser uno de simple amis... Altro

[1]
[2]
[3]
[4]
[5]
[6]
[7]
[8]
[9]
[10]
[11]
[12]
[13]
[14]
[15]
[16]
[17]
[18]
[19]

[20]

886 106 296
Da OhMrEye

[✿]

"Por una mirada, un mundo;
Por una sonrisa, un cielo;
Por un beso... Yo no sé qué te diera por un beso."

[✿]

Narra Samuel.

Era ya nuestra hora de marchar.
Cada quien tomaría sus rumbos predispuestos y nos dejaríamos de ver por un tiempo.

Nos encontrabamos en el aeropuerto; Jesus y Herny no se separaban en ningún momento.

Tal parecía que al final la decisión de Herny fue dejarlo ir, y querían aprovechar el tiempo que les quedaba para guardarse la esencia del otro.

Mientras que Elyas y yo estabamos algo neutros, pero eso sí, al mismo tiempo muertos por los nervios de saber que lo llevaría conmigo a Madrid.

En la central del aeropuerto, decidimos despedirnos por completo y tomar marcha cada uno por su lado.

...

Estabamos sentados comiendo algo mientras esperabamos nuestro vuelo, que al parecer no salía hasta dentro de dos horas.

-¿Crees qué Herny se sienta bien?- Interrogó con suavidad mientras observaba de manera precisa como llevaba la comida a su boca.

-Si el chico tomo esa decisión fue por algo. No creo que ahora se arrepienta.- Dije de forma calmada mientras le daba un sorbo a mi café, ganandome una mirada continúa por parte suya.
-¿Qué tanto miras?- Interrogue de forma divertida mientras soltaba el café.

-¿Hm? Oh, nada, solo que no entiendo como te puede gustar un café solo, teniendo avellana, canela, tantas cosas para endulzar...- Dijo de forma graciosa mientras arqueaba un poco sus cejas.

-Con tu dulzura es suficiente.- Solté con una sonrisa mientras le guiñaba el ojo de manera divertida. Logrando ponerlo algo nervioso.

Sin duda me traes más que perdido.
Y hasta el momento todavía no se si eso es algo bueno o algo malo.

...

-Me gusta verte nervioso.- Admití con una risa nerviosa, mientras tomaba de mi café.

-Pues hoy debes estar muy feliz, porque tengo los nervios hasta en donde no debería de tenerlos.- Dijo con cierta rapidez mientras me miraba con el ceño algo fruncido.

-Oh, ¿Y dónde es eso?- Dije gracioso con una mirada pícara.

-Samuel, no es gracioso. ¿Sabes cómo de rápido está latiendo mi corazón ahora mismo? ¡Imagínate cuando estemos en el avión, me voy a morir!- Dijo de forma exagerada mientras sostenía su pecho con cierto drama.

-No te pongas así, no es para tanto. Mis padres no muerden, no son como yo.- Bromee de nuevo mientras observaba como Elyas estaba a punto de quitarse una de sus zapatillas y lanzarmela hasta que me fuera a tomar por culo.

-Sabes que puedo comprar un tiquete de avión para irme a Teruel y dejarte botado acá.- Dijo en forma de amenaza.

-No podrías hacerlo, no eres capaz de vivir sin mi.- Dije de forma seria mientras colocaba el vaso de café vacio a un lado y le miraba con determinación.

-No me agrada la idea, pero tampoco me desagrada.- Respondió en defensa mientras sonreía de forma ladeada.

-No quieres aceptarlo porque sabes que es verdad.- Dije con la misma sonrisa embobada.

-Bien, tu ganas.- Dijo en forma de resignación, mientras que le escuchaba suspirar con fuerza.
-Samu- Agregó mientras me miraba con las cejar arqueadas.

...

¿Y ese repentino cambio de actitud?

...

-¿Qué sucede?- Interrogue de forma calmada mientras me acomodaba mejor en mi asiento.

-¿Y si te acompaño a Madrid, pero no a casa de tus padres? Es que de verdad, me estoy poniendo demasiado nervioso.- Soltó mientras sus ojos reflejaban en mi total sinceridad.

Con algo de calma, me levanté de mi lugar para irme detras suya y abrazarlo con mis brazos rodeando sus hombros.

-Elyas... Ya te lo dije, las cosas van a resultar muy bien, pero si no quieres acompañarme a casa de mis padres... Por mi esta bien, después de todo no puedo obligarte a hacer algo que no quieres.- Dije mientras le daba un pequeño pico en la mejilla.

-Dame una buena razón para ir a casa de tus padres... Es que por más que lo pienso, no logro comprenderlo.- Respondió mientras giraba un poco para mirarme cara a cara.

-Sencillo... Como nuestra relación ya es formal, me gustaría hacerla más que oficial al presentarte con mis padres. Que sepan lo mucho que me importas y lo importante que es ésta relación para mí. Y no me vengas con el cuento de "¡Ay!es que soy un simple extraño...", pff, tonterías, podrás ser un extraño y todo pero lograste tener mi corazón, y eso es todo lo que importa.- Respondí de forma segura, mientras sonreía de oreja a oreja.

-Muy bien... Iremos a casa de tus padres...- Respondió nuevamente rendido, mientras que mostraba una sonrisa medio ladeada. No estaba muy seguro, era una sonrisa extraña.

...

Y así fue, el vuelo pasó ligero, el tiempo pasó volando, nunca mejor dicho.
Elyas se mostraba cada vez más nervioso, pero intentaba calmarse cada tanto.

En fin, nada diferente que no hubiesemos visto en el aeropuerto.

...

Cuando llegamos a Madrid, de inmediato al bajarnos del avión, lo primero que hicimos fue buscar un taxi. Si bien teniamos algo de hambre, la comida podía esperar un poco más.

En el taxi, extrañamente Elyas se miraba un poco más relajado, demasiado diría yo.
En más de una ocasión le pregunté que si se sentía bien o si había cambiado de opinión. Sin embargo, él siguió con la idea de acompañarme hasta el final.

...

Cuando nos bajamos en nuestro destino, al estar frente a la puerta de su casa, con las maletas en el suelo. Pude darme cuenta de que Elyas solo estaba haciéndose el fuerte, puesto que, en un vistazo rápido que hice; Me di cuenta que sus piernas temblaban y se tambaleaban de un lado a otro como una gelatina.

Me quedé mirándole por un rato, hasta que se detuvo, dandome a entender que ya estaba más calmado y que se sentía listo.

Así que, sin más espera, llamé a la puerta con dos o tres sencillos y suaves golpes.

En menos de lo esperado, mis padres abrieron la puerta de casa con bastante emoción y al mismo tiempo algo de sorpresa.

Si bien les había avisado que iría a verles, no les dije cuando, ni con quién.

Al hacer contacto con mi padre, por instinto fui a abrazarle, luego me dirigí hasta mi madre para darle un pico en su mejilla.

-¿Y quién es el joven?- Interrogó mi madre con cierta curiosidad, mientras que su cabeza se ladeaba un poco.

-Eso iba a preguntarte, hijo, ¿Quién es?- Insistió mi padre mientras que su mirada se tornaba un tanto confusa.

-Me llamo Elyas, es un placer conoceos.- Habló de forma carismática mientras estiraba la mano hasta mis padres, quienes le recibieron con gusto el saludo.

-Es un gusto también, hijo.- Respondió de forma Cortés mientras sonreía.

A lo que mi madre, por otro lado, continuaba con su mirada exhaustiva en busca de sacarme la verdad desde lo más profundo de mi alma.

-Mamá, si esperas que diga algo, lo haré; Padre, Madre, mi pareja: Elyas.- Dije con calma mientras le abrazaba del hombro con cierto cariño.

Por las pintas que se le habían puesto a mi madre, estaba seguro de que quería regañarme o recriminarme a más no poder.

Sin embargo, mi padre no se lo permitió, es más, ni siquiera le dejó articular ni una sola palabra.

-Hombre, Elyas, pasa, ven a comer y cuentanos acerca de ti. Debes ser un chico muy ocupado.- Comentó con una sonrisa sincera mientras le ponía una mano en el hombro a Elyas, indicándole que entrase en la casa, cosa que hizo.

Mientras, mi madre y yo intercambiamos miradas un poco incómodas.

-Por favor.- Me limité a decir mientras entraba con cierta pesadez, dejando mi maleta en una esquina de la casa.

Al escuchar el cerrar de la puerta y el caminar de mi madre, fui directo hasta la cocina, en donde se encontraba Elyas con mi padre. Ambos con cara de estar a gusto.

De forma inconsciente una sonrisa de satisfacción se había mostrado en mi rostro.

-Samu, venga, sientate con nosotros también.- Habló de forma carismática mientras me mostraba dos sillas a ambos lados de Elyas.

Sin decir mucho, me senté en el lado izquierdo, permitiendo que el estuviese al lado de mi mano derecha.

Ya extrañaba mucho a mis padres.
Sí, a ambos.

...

-Mientras que la madre de Samuel trae algo para comer... Cuentame, ¿A qué te dedicas?- Interrogó de forma simple.

-Bueno, eh, estudié doblaje y trabajé en varios proyectos importantes al rededor de España, y en mis tiempos libres me suelo dedicar al mundo del entretenimiento, como lo es la plataforma de Youtube.- Respondió de forma calmada y simple.

...

No tenía ni idea en donde había quedado el Elyas de hace un momento a quien le temblaban las piernas como una niña de 3 años perdida en el bosque, asustada en busca de sus padres.

...

-Oh, un trabajo cuanto menos interesante... Entonces, ¿Se conocieron por medio de Youtube?-

-Si, pero no. A él le conocí por Youtube, sin embargo, nos conocimos en una discoteca que quedaba cerca de su casa.- Respondió con la misma tranquilidad.

-¿Tu? ¿De fiesta?- Interrogó algo sorprendido, mientras me miraba con una ceja alzada.

-No fue porque yo quisiese ir, Fargan me obligó a hacerlo.- Dije de forma sincera, mientras sentía como mis labios se formaban en un puchero.

-Elyas, ya sigo contigo, disculpa por favor.- Se excusó mientras dirigía su atención hacia mí. -¿Aún vives con Fargan? Y ¿Qué tal van las cosas con Guillermo?- Agregó algo confundido.

Lo había olvidado.

Cuando vine de visita la última vez, le había hablado a mi padre acerca de como mis sentimientos hacía Guillermo se veían vulnerables y los quería sacar a la luz.

Sin embargo, nunca le conté como me fue.

...

-Bueno. Sabes que yo nunca he vivido con Fargan, solo que él es un flojo y pasa más tiempo en mi casa de la que debería,y bueno, con Guillermo, hombre, las cosas mal no iban, sin embargo decidimos dejarnos de hablar. Era lo mejor para ambos.- Respondí con simpleza y sinceridad, mientras mi mano se posaba encima de la de Elyas. Ganando una mirada seria por parte de mi padre.

-Veo que eres feliz, eso me alegra. Me alegra saber que no voy a volver a escucharte decir que te sientes solo.- Admitió con cierta melancolía en su voz.

-Eso es lo que yo espero, cambiar ese lado suyo y lograr que sea feliz con mi compañía.- Habló con una sonrisita nerviosa, mientras me giraba a mirar, logrando que mis ojos brillasen con cierta intensidad.

-Llámame loco, pero creo que ya lo lograste.- Admitió mientras reía un poco, logrando que ambos nos sonrojasemos.

La conversación continuó por un rato más.
Todo constaba de mi padre cuestionando a Elyas una y otra y otra vez.
Pero, era divertido cuanto menos, no era un sentimiento de incomodidad o incluso de alguna molestia.

Cuando mi madre apareció con la comida, en cuanto tomó asiento contemplaba a Elyas con cierta mala cara, sin embargo, en cuanto mi padre comenzó a hablarle acerca de todo lo que le habiamos contado, su gesto de inmediato cambió al de una señora amable y comprensible.

Era algo de entender, mi madre siempre había sido de actitud sobre protectora conmigo, y esa mala cara solo era una barrera para que Elyas no se sintiese a gusto en casa.

Sin embargo, al parecer su plan cambió completamente, al ver como ellos mismos le trataban como uno de nosotros. Como si ya fuese parte de la familia.

Una naturalidad al hablar que no habían conseguido con nadie más. Y eso me hacía bastante feliz.

Una cena bastante calmada, feliz, con algunos chistes estúpidos y algunos ejemplos de doblaje que hacía Elyas.

Sin duda alguna, era una de las mejores noches en mi vida. Y de las mejores cenas también.

...

Cuando se nos hizo tarde, Elyas y yo estabamos dispuestos a marcharnos en busca de algún hotel cerca, ya que, yo podría quedarme con mis padres, como era mi plan inicial, pero, no quería abusar de su atención dejando a Elyas conmigo.

Pero, grata fue mi sorpresa, al ver que mi madre nos detuvo a ambos para que nos quedasemos el tiempo que fuese necesario en casa. Que ellos le recibirían con brazos abiertos y que sin duda estarán encantados de convivir con él.

Al parecer Elyas les había caído mejor de que lo yo me hubiese imaginado.

...

Al ser casi las 11:30, mis padres ya estaban en su respectiva habitación, mientras que Elyas y yo noes encontrábamos en mi antigua habitación.

-Vaya afición por bob esponja y the big bang theory, eh...- Dijo con algo de asombro mientras tomaba en sus manos el peluche de bob esponja que caracterizaba el canal cuando comencé a subir gamplays con mi rostro.

-Si te gusta puedes quedarte con el.- Dije con cierta suavidad mientras le veía abrazar el peluche con cariño. -Es más, te lo regalo, pero eso sí, lo tienes que cuidar con tu vida.- Agregué algo sonriente mientras me acercaba hasta él para darle un suave pico en sus labios.

-Gracias.- Se limitó a decir con cariño, mientras observaba con detalle aquel muñeco.

Dejandole un poco de lado, decidí ir hacía un pequeño ventanal que había en el cuarto, para observar hacia el cielo.

Que curioso.

Otra noche muy estrellada.

...

Con miradas rápidas, miraba el cielo y te miraba a ti, sin que te dieses cuenta, ni un poco.

Por este.

Y por mil cielos más que veremos juntos, Elyas.
Porque eres la estrella que ilumina mi oscuro caminar. Que me hace sentir persona.

...

Mi mirada terminó posándose en el cielo, llamando su atención.

-¿Qué tanto miras?- Interrogó con curiosidad en su voz.

-Te estoy buscando en el cielo.- Respondí simple, pero con una sonrisa en mis labios.

-¿Cómo en el cielo?- Insistió con una risita nerviosa.

-Si...No es bien que tu imagen se halle en el suelo; si de allí vino, no buscaba tu origen, si no el desvarío.- Solté mientras volteaba a mirarle con una sonrisa sincera.

...

...

...

...

...

5 meses habían pasado desde que había llegado a Madrid con Elyas.

5 meses donde me divertí no solo con él, si no con mi familia. Donde logré aceptar muchas cosas y aprendí a abrirle camino a otras.

Entre muchas, había una decisión que tomaría el día de hoy, que, en cierto modo, sentía que cambiaría mi vida para bien.

Decisión que le había comentado antes a mis padres, y admitieron que estaban completamente de acuerdo con ésta, puesto que nunca me habían visto tan feliz antes. Y que ellos con tal de que yo fuese feliz, accederían a muchas cosas y negarían muchas otras.

...

Elyas y yo nos encontrabamos en un parque cerca de casa, recostados en el pasto, observando figuras absurdas en las nubes.

Y debo decir, que la imaginación para ver penes en las nubes que tiene ese chico no es ni medio normal.

Pero bueno, eso no era lo importante ahora mismo.

-Samu, ¿Cómo se siente haber pasado 5 meses viviendo con una persona tan insoportable como yo?- Habló mientras su mirada seguía clavada en el cielo.

-Ay vaa, que dices, nunca me había sentido tan a gusto compartiendo con una persona.- Admiti mientras daba medis vuelta y me posaba encima suya.

-¿Qué haces?- Respondió con algunas risitas nerviosas.

-Bueno, pues, ahora que tocaste el tema... Me gustaría proponerte algo.- Respondí con una sonrisa en el rostro.

-A ver querido Samuel de Luque, ¿Qué idea loca se te acaba de pasar por la mente ahora?- Interrogó mientras me observaba con curiosidad.

-Que te parece... Irte a vivir conmigo a Barcelona, quiero decir, el lugar como sabes es bastante amplió, y bueno, Fargan no siempre está por si te molesta mucho, y si no te molesta lo podemos dejar como nuestro hijo... Un hijo que es mayor que yo, pero igual podría funcionar.- Dije con rapidez mientras le veía con ojos de cachorro en espera de su respuesta.

-Correcto, a ver, dejame ver si entiendo. ¿Quieres que me vaya a vivir contigo a Barcelona y que adoptemos a Fargan como nuestro hijo, a pesar de que él es mayor que tu y por ende mucho más mayor que yo?- Dijo con exactitud mientras me miraba algo confundido.

-Si, es justo eso.- Respondí aún con la emoción y la cara de empane total.

-Sabes que algo como eso no tiene un no como respuesta.- Dijo algo sonriente mientras se acercaba hasta mi para darme un beso suave y tierno. -Pero, me sigue pareciendo raro que Fargan sea nuestro hijo.- Agregó con el entrecejo fruncido.

-Es que Alex pasa mucho tiempo fuera de la ciudad y Fargan es un niño en cuerpo de adulto ochentero, pobresito.- Respondí con gracia mientras ambos reíamos al imaginarnos cosas estúpidas.

-¿Y él estará de acuerdo?- Insistió mientras sus risas contagiosas continuaban.

-Hombre, claro, tratandose de Fargan, me espero muchas reacciones.- Respondí con una sonrisa sincera.

...

Ese mismo día, optamos por escoger los tiquetes de avión para el día siguiente en las horas de la noche, para llegar de mañana a la ciudad.

...

Esa noche, recogimos nuestras cosas, nos despedimos de mis padres y fuimos camino a Barcelona, para seguir lo que vendría siendo una nueva forma de vivir, podría llamarse.

...

Luego de todo el transcurso, al llegar a Barcelona, le pedimos a Herny que nos recogiese en el aeropuerto, y, para sorpresa de ambos, no venía solo, estaba acompañado por Jesus.

Quien, segun Herny nos contó en trayecto a mi casa, Jesus al mes se arrepintió de haberlo dejado solo, y que sin importarle sus padres y amigos, optó por devolverse a Barcelona, para tener un comienzo desde cero con él. Y, según dicen, no les ha ido nada mal.

Cuando llegamos a mi... Nuestra casa, Herny y Jesus se despidieron de nosotros, diciendo que nos veriamos muy pronto, sin saber con exactitud a que se referían.

Pero, de igual forma no le dimos mucha importancia.

...

Con las llaves en mano... Decidí guardarlas y darle una sorpresa a Fargan, ya que él aún no se enteraba que habíamos vuelto.

...

Dos toques en la puerta, y una respuesta inmediata de: "YA ESTOOOOY"

...

Al abrir la puerta se tardó un poco en procesar el hecho de que ya había regresado, puesto que se quedó con una cara de empanado, como por media hora.

Cuando al fin despertó de su trance, se abrazó a mí con mucha fuerza, mientras se colgaba de mi cuello.

-JODEEEEERRR, SAMUEEEEEEEL, QUE TRE EXTRAÑEEEEE, COÑO, ¿SABES LO QUE ERA VIVIR SIN TU SIMETRÍA? Bueno, en realidad sin eso vivía bastante bien, pero EL CASO ES QUE ME HICISTE MUCHA FALTAAAAA.- Gritaba con cierto animo mientras se negaba a separarse de mí, pero, en cuanto vio a Elyas, de inmediato se soltó y se fue a abrazarlo también.

-AHORA, pueden pasar por favor y decirme porqué carajos no me avisaron nada.- Dijo en forma sarcástica mientras nos daba paso para ingresar a la casa.

Ambos no podiamos con la risa que nos provocaba Fargan, que por cierto, ya le extrañabamos bastante.

Al ingresar a casa, tiramos las maletas por ahí y Elyas fue corriendo en busca de Kira, mientras que yo me quedaba en la sala hablando con la loca.

-¿Qué coño está pasando aquí y por qué volviste con el niño asmr?- Interrogó de forma indginada mientras me miraba.

-Pues... Él se vino a vivir conmigo... O bueno, con nosotros en todo caso, todavía no tengo muy claro si vives conmigo o si tu casa aún existe.- Dije con cierta sinceridad, mientras le miraba algo confundido.

-Ah, bueno, mi casa sigue ahí, si quieres la empeño y vengo a vivirme aquí también.- Respondió entre risas. -OHHHH, ENTONCES, ¿YO PUEDO SER SU HIJO?, pero esperen ¿A quién debo llamar padre?, no, seguro me confundo, olviden la idea...O NO, A ELYAS LO PUEDO LLAMAR NIÑO GORRA Y A TI TÍO CALVO.- Gritaba con cierta emoción mientras reía ante los apodos que salían.

-Ya no te extraño tanto, mira, ahora que lo veo desde aquí, el foco de la cocina esta algo asimétrico, ¿No será que hay más cosas que no deban ir en su sitio?- Interrogue con cierta intención, mientras miraba a Fargan.

-Uhhh, dame unos minutos. Vuelvo enseguida.- Respondió algo nervioso mientras salía corriendo de regreso, escaleras arriba.

...

Soltando un suspiro cansado, fui en busca de Elyas y de Kira.

Y en cuanto di algunos pasos, me encontré con una imagen realmente bonita para mis ojos; Elyas sirviéndole de comer a Kira, mientras acaricia de forma delicada su lomo para que se sienta cómoda mientras come.

Para mi, fue inevitable el hecho de sonreir, por lo alegre,feliz y emocionado que me sentía.

...

Quien diría que hablar, bailar, mirar las estrellas y besar a un extraño terminaría de tal forma.

[✿]

Nota 1: Perdón por tardar tantísimo en subir este último capítulo, pero he estado muy ocupado últimamente 7-7. Espero y puedan perdonarme.

Nota 2: Espero y les haya gustado mucho este capítulo, que quedó algo largo, pero bueno -v-💜💙

Nota 3: Explicación.

¿Por qué [✿]?

Algo tan sencillo como esto; Samuel tuvo suerte al encontrarse con Elyas en la discoteca.
Tuvo suerte de que de todas las personas que habían en la fiesta, justo él, quien tanto miraba desde el inicio, haya tomado la iniciativa de invitarle a bailar.
Porque tuvo suerte de que ambos se gustasen.
Tuvo suerte de que él le hubiese invitado a ver las estrellas.

Porque Samuel, es un tío lleno de malas experiencias, que con algo de buena suerte pueden convertirse en nada más que simples y memoriables recuerdos.

Porque eso fue Elyas para él, fue la suerte que necesitaba, el apoyo, la luz, para poder salir de su ciclo amoroso donde se encerró por culpa de Guillermo.

Porque la suerte estuvo de su lado y fue alguien afortunado.

















Continua a leggere

Ti piacerà anche

330K 22.4K 94
Todas las personas se cansan. Junior lo sabía y aun así continuó lastimando a quien estaba seguro que era el amor de su vida.
69.9M 3M 60
Culpa mía es una película basada en la trilogía "Culpables" - Próximamente disponible en Amazon Prime. ¡Disponible los 16 primeros capítulos! **Ganad...
91.6M 8.5M 65
El pueblo de Wilson es tranquilo, regido por sus costumbres y creencias religiosas muy estrictas, donde Leigh ha crecido, siguiendo cada regla y paut...
537K 62.5K 15
Harry había pasado por varias injusticias a lo largo de su vida. Había perdido y amado; preguntado y respondido. Pero aquella vez, cuando sabiendo qu...