¿Que te he dicho de estar aquí afuera, Nathan? Aún no te recuperas de tu última gripe-dijo un anciano acercándose al niño de cabello oscuro y ojos verdes sentado al borde de la terraza.
_Me gusta estar aquí, Señor Magnus. Me gusta mirar el horizonte me hace sentir reconfortante.
_Ven hijo, volvamos a dentro ya no mortifiques a esté pobre viejo, aún no logró comprender por que esa obsesión con mirar el horizonte.
_Ni yo lo sé. Solo siento como si algo me llamará a el, como si estuviera buscando algo en el.
_Ahh-supiro el anciano acariciando la cabeza del niño. Volvamos a dentro, Berta hizo sopa de calabazas para ti, tu favorita.
_Berta es muy buena, señor Magnus.
_Lo es, es una buena mujer. Volvamos dentro.
_Cuenteme una vez más cómo fue que me encontraron.
_Nathan te he contado esa historia desde que eras un pequeñito creo que ya deberías saberlo.
_Me gusta oírla, y pensar por que me abandonaron mis padres. ¿soy una mala persona señor Magnus?
_Dios, claro que no hijo. Has traído alegría a está casa, a Berta y a mi desde que llegaste a nuestras vidas. No debes pensar que eres un mal niño.
_Siento que alguien me está esperando allí afuera, a veces tengo sueños raros cómo el canto de una canción.
_Sólo son sueño, solo es eso, venga volvamos dentro o Berta se enojara con nosotros. EL pequeño asintió con la cabeza y siguió al anciano dentro de la enorme casa.
Los invitados ya se han retirando y los niños están durmiendo, creo que Hermione debe descansar, Draco llevala a su dormitorio la pobre estuvo todo el día de aquí para allá.
_Lo sé, madre-dijo mirando a Hermione recostada en un sillón.
_Es una buena mujer, ella los cuidará muy bien.
_Eso también lo se, será mejor llevarla a descansar antes de que se duerma en ese sillón.
_Que descanse hijo.
Draco beso la frente de su madre y camino hacia Hermione ahora su esposa. Ella estaba parapadeando tratando de no cerrar los ojos.
_Oye, ven vamos a la cama-dijo Draco arrodillandose junto a ella.
_¿Se nota mucho mi canción?-preguntó ella.
_Solo un poco, aún así estás hermosa-dijo poniéndose en pie para tomarla en brazos.
_¿Qué haces?
_Voy a llevarte a la recámara.
_Puedo caminar.
_Eres una recién casada, debes entrar a la habitación como en las tradiciones.
_Draco, bajame ahora.
_No, no lo haré nunca-dijo subiendo las escaleras hasta llegar a la última habitación del pasillo.
_¿Por qué?-preguntó ella mirándolo a los ojos.
_Creo que es hora de que te lo diga, y espero no te asusté ni nada.
_Solo dímelo.
Él la bajo dejándola en la puerta de la habitación, ni siquiera la apartó de él la tenía sujeta de la cintura.
_¿Draco?
_Estoy enamorado de una mujer, Hermione.
_¿Qué?
_Lo que oiste. Estoy perdidamente enamorado de una mujer.
_Entonces ¿Por qué te casaste conmigo? Por qué no lo hiciste con ella-decia mientras intentaba soltarse de él.
_Lo hice está tardé-contestó él mirándola a los ojos. Tu eres esa mujer que amo perdidamente.
_¿Yo?
_Sí, tu eres esa mujer que amo.
_¿Desde cuando?
_Desde que te vi en el tren a Hogwarts hace años.
_Eramos unos niños, Draco debes estar confundido.
_No, no lo estoy. Mi amor es sincero, Hermione.
_¿Estás enamorado de mi?
_Muy enamorado de ti, y ¿sabes que? No me importaría salir ahí afuera y morir por ti.
_Draco.
_Se que no me amas y que esto es muy nuevo para ti, el bebé y todo lo que acaba de pasar y escuchar, pero espero volver y saber que sientes tu en mi regreso.
_Yo no se que decir.
_No me digas nada, solo quiero que descanses y te cuides mucho que se cuiden ahora eres su familia ellos son tu familia.
_Necesito que regreses, Draco aquí estará tu familia esperándote y yo también lo estaré y te daré una respuesta, pero para eso debes regresar, ¿entendido?
_Lo que diga señora Malfoy-sonrio él.
_Hablo enserio, Draco.
_Y yo también estoy hablando enserio, Hermione. Nadie me va impedir que regrese por ellos y por ti por tu respuesta.
_¿Por qué tenía que ser así?-preguntó ella abrazando al rubio.
_Cosas del destino.
_No me gusta este destino-dijo abrazadolo más fuerte.
_Ven vamos a descansar, estás muy agotada y debes cuidarte.
_No.
_¿No quieres descansar?
_No, hoy es mi noche de bodas y quiero que me cumplas señor Malfoy.
_Lo que usted diga, señora Malfoy-contestó levantadola en abrazo para cruzar el marco de la puerta.
_¡Ya voy!-grito Daphne al ir hacia la puerta de su departamento, ¿quién diablos es a está hora?-se preguntó abrirndola.
_Hola, Daphne.
_¿Qué haces aquí, Weasley? No te he dicho que no quería verte.
_Debemos hablar, Daphne.
_No tenemos nada de que hablar, ya te he dicho que ese beso fue un error.
_No fue un error, se que te gustó aquel beso, no lo niegues.
_No es cierto, quiero que te vayas de mi casa.
_No, no lo haré. He decido que me quedaré aquí hasta lo aceptes de una vez por todas.
_¿Aceptar que?-preguntó la rubia.
_Que me deseas al igual que yo-dijo Ron tirando de Daphne hacia su cuerpo para unir sus labios con los de ella.
Daphne abrió la boca para que Ron la invadiera con su lengua.《maldito besa tan bien》, pensó Daphne. Ron libero la mano de Daphne para poder quitarle la bata que traía puesta.
_Vamos a la cama, Daphne, quiero enseñarte lo que me gustas y tu harás lo mismo conmigo-dijo él.
_¿Y si no te gusta?-cuestiono Daphne.
_Haremos que nos guste a los dos-contestó Ron tomando la mano de Daphne para jalarla hacia el sillón.
Daphne se recosto en el sillón y atrajo a Ron por el cuello para besarlo lo cual él le respondió de manera inmediata.
_Eres tan suave-dijo Ron deslizando una mano bajo su pijama recorriendo sus senos de arriba hacia abajo haciendo que ella soltara un pequeño gemido. Ella separó las piernas para darle acceso completó, y contuvo el aliento al sentir sus dedos acariciando su centró.
_Enseñame a ser una mujer-le pidió Daphne. Quiero darte placer también, pero no se cómo-solto algo ruborizada.
_Te enseñaré a ser una mujer, mi mujer Daphne. Lo que hoy pasé aquí se repetirá muchas veces cuando regresé. No te desaras de mi tan fácilmente Greengarss.
_No quiero escuchar hablar de eso, Ron, no quiero oir del tema, no está noche.
_Bien, por qué sólo quiero mantener mi boca ocupada en este momento con tu cuerpo.
La mañana siguiente despertó a Draco muy temprano, miró a su lado y ahí estába ella acostada a su lado, como había soñado varias veces. Tomó la bata de los pies y se la puso lentamente sin hacer ruido y luego se puso en pie para salir fuera del dormitorio. Camino hacia el baño cerrando la puerta tras él, debía apurarse e irse antes de que los demás despertará. Tomó una baño rápido, se alistó y sacó el bolso que había ocultado bajo el lavabo de manos. Abrió la puerta lentamente y antes de salir de la habitación miró dormir a Hermione, tenía unas ganas de mandar todo a la mierda y acostarse junto a ella para abrazarla como lo habían hecho en la noche después de haberle hecho el amor una y otra vez, quería sentirla en su piel y recordarla en su memoria. Salió de ahí camino escaleras abajo sacando su varita del pantalón para caminar hacia la chimenea.
_¿Te vas sin despedir?-preguntó alguien tras suyo.
_No me gustan las despedidas, padre-dijo dándose la vuelta para mirar a Lucius junto a la escalera.
_No deberías irte de esa manera, al menos deberías despedirte de Scorpius y Regulus.
_Sí hago eso, no podré marcharme, padre.
_¿Qué le diré a tu madre cuando despierte?-preguntó Lucius algo triste.
_Dile que la amo, dile que volveré a casa y que tu te encargaras de cuidarla padre. Quiero que cuides de Hermione y de tu nieta también, ¿puedo contar contigo?
_Oh, Merlín siempre dándome tareas que hacer, acaso tienes cinco años Draco. Pero sólo está vez, tienes que regresar y hacerte cargo de tus responsabilidad, tu padre ya no puede seguir dando la cara por ti-dijo Lucius con una voz quebrada.
_Lo haré señor, volveré padre-decia Draco dejando su bolso en el piso para abrir los brazos a su padre.
_No, no hagas eso, yo estoy bien.
_Lo sé padre, pero lo necesito yo-contestó aún con los brazos en el aire.
_Ven aquí muchacho-dijo Lucius dándole un fuerte abrazo a su hijo, apretandolo y besando su cabeza. Vuelve a casa pronto muchacho aquí estaré esperado para jugar ajedrez y enseñarte quién sigue siendo el campeón.
_Gracias, padre. Cuidalos por mi. Debo irme deje una carta en el despacho para Hermione y mi madre espero que puedas entregársela.
_Lo haré no te preocupes. Ahora vete Scorpius no tardar en despertar y vendrá por ti.
_Cuidalo papá, cuida de Scorpius.
_Con mi vida, hijo, con mi vida.
Draco se agachó y tomó su bolso miró por última vez a su padre y se metió en la chimenea desapareciendo del lugar.
Daphne despertó y con su mano buscó a Ron, pero el no estaba allí, su lado están frío sólo encontró una pequeña caja y una carta lq cual tomó junto con la cajita negra que descansaba junto a ella, se sentó y leyó lo que decía lo siguiente.
Daphne Greengarss, aquí te dejo mi prueba de que vendré por ti, es un anillo de compromiso, se que no es el más bonito ni el más caro, pero lo elegí especialmente para ti, no debes usarlo si no quieres. No quería despedirme no soy bueno con eso, si necesitas compañía puedes ir a ver a mi madre ella sabe de ti, le he hablo de ti tantas veces innumerables veces que está ansiosa por conocerte. Cuando regresé hablaré con tus padres y arreglanremos la boda. Quiero vivir contigo los últimos años que nos queden no era broma lo de la familia numerosa mujer, ve pensado que nombre te gustaría para los niños.
_idiota-dijo ella doblado la carta para tomar la cajita y abrirla para encontrar un pequeño anillo de plata con un pequeño diamante verde. Ella lo sacó de la caja y se lo coloco en su dedo índice beso el anillo y dejó caer las lágrimas. Será mejor que regrese, Weasley o tendrás serios problemas-decia limpiandose las lágrimas.